Los meses pasaron y el periodista no recuperó ese vehículo. "Nunca más apareció. Era un Land Rover Discovery año 201 5, el auto de mis sueños, rico, grande", dice. Y aunque no sufrió grandes secuelas físicas, el episodio marcó a JP, quien cuenta que tardó tres meses en recuperarse psicológicamente y retomar la confianza para volver a conducir.
Con la perspectiva del tiempo, afirma estar agradecido de haber sufrido el robo de su vehículo estando solo y de haber contado con apoyo de Francisca Sfeir, su esposa. "Gracias a Dios no estaba con mi familia (cuando ocurrió el asalto)", afirma, y también agradece a Chilevisión, donde es panelista del matinal "Contigo en la mañana", que lo dotó de movilización para recogerlo y devolverlo a casa después de lo ocurrido. "En el canal se pusieron en mi lugar", comenta.
Láminas de seguridad
Ya con la idea de ir retomando la normalidad, Queraltó usó la plata del seguro y se compró otro vehículo. Pensó que no quería nada muy ostentoso, sino algo más para la familia y optó por un Honda Pilot año 2016."Con lo que me devolvió el seguro me podría haber comprado el mismo Land Rover, pero no quise. Preferí hacer un cambio completo, justamente por el temor a sufrir otro robo", precisa.
"Mi sello es: esta cuestión pasó, ¿cómo lo supero? Cambio la energía, cambio el auto y hago un cambio completo", sostiene.
Volver a conducir fue todo un tema para él. Hasta que una mañana se animó, se dijo "voy a vencer la barrera del miedo" y se colocó otra vez al volante. "Me fui por otra ruta, me fui rezando, súper atento a todos lados, conectado al teléfono en caso de cualquier emergencia. Es normal, cuando uno sufre un robo muy violento, siempre piensas que va a volver a ocurrir", dice.
Hasta hoy toma varios resguardos al manejar: no se acerca muchos a otros vehículos, se fija en las patentes de los autos alrededor y procura no salir muy tarde. "Ando mucho más atento, es una pena vivir así, pero es la realidad de hoy", reflexiona el periodista.
Como además está ad-portas de que nazca su segundo hijo, esa fue otra razón por la que escogió un vehículo con tres corridas de asientos, "un modelo más familiar".
-¿Tomó algunas medidas para su nuevo vehículo?
-Tengo las láminas de seguridad (en los vidrios), que si quieren romperlas no pueden. Yo quería blindarlo, a ese extremo, pero hacer eso en Chile te sale el doble de un auto; entonces no me resultó, pero con las láminas me siento mucho más protegido.
-¿Quiso hacer click solo, sin ir al sicólogo?
-No quise. La municipalidad te ofrece ayuda, pero sentía que tenía que sanarlo solo y para hacerlo tenía que tirarme yo a los leones. Esperé el tiempo que era necesario y con la ayuda de mi señora me dije "vamos no más".
-¿Algo positivo que vea de esta experiencia con los meses que han pasado?
-Que estoy con vida, tengo familia. Estos gallos me podrían haber pegado un balazo, así de locos eran.
-Tu esposa te contuvo harto.
-Cuando pasó esto me vino un ataque de pánico tremendo, lloré hasta que me faltaba el aire y la Fran estuvo con una contención que me resultó súper vital. Después, ella siempre estaba atenta: le mandaba mi ubicación, se preocupaba cuándo yo iba para la casa, dónde estaba. Es mi todo, está conmigo en todo momento.
-Usted es del signo Cáncer, que es bien emocional. Imagino que hasta puede haber sentido más un shock así.
-Mi señora y yo somos Cáncer, los dos somos súper emocionales, sensibles. Por eso creo que nos llevamos tan bien. Nosotros tuvimos una conversación súper de corazón y racional: ahí fue cuando decidimos que había que dar vuelta la página, cambiar la energía, buscar otro estilo de vehículo. Ahora estamos contentos porque es un auto para la familia, no es de alta gama ¿para qué? No es necesario.
-Hoy las prioridades están en otro lado.
-Están en la salud de nuestros hijos, tener un auto para movernos cómodamente y ahorrar para la educación, son muchas las cosas que se vienen.