El lúpulo es el brote o la flor hembra de una planta trepadora llamada Humulus lupulus. Posee un leve efecto antibiótico y su fin principal, dentro del proceso de elaboración de la cerveza, es dar estabilidad y un tenue sabor amargo, que contrarresta el sabor dulce de la malta.
El proyecto de la familia Errázuriz Domínguez dio el primer paso concreto en 201 5, cuando compraron un terreno a 15 kilómetros del Lago Ranco hacia la Cordillera, en la zona llamada Hueimen, en la Región de Los Ríos. "Vimos un terreno de cinco hectáreas, con suelo volcánico y permeable, apto para el lúpulo, así que lo compramos", cuenta Juan Francisco padre, quien algunos años antes se había retirado de un banco donde trabajaba como gerente general. Se trata de una zona que por temperatura y humedad es óptima para el cultivo.
Cinco años después, la familia sacó su quinta cosecha, con un producto que ha tenido muy buenos resultados en el mercado. En el 2018 uno de sus clientes, la cerveza Kross, ganó el premio en la Copa Cervezas de las Américas, como la mejor cerveza chilena y el premio a la mejor Speciality Beer de productos experimentales. "El gran aporte del lúpulo de Hueimen es su terroir, que le da una identidad y sabor propios", dijo al momento de ganar el premio Asbjorn Gerlach, maestro cervecero de Kross.
Anita Behn, pHD, investigadora de la Facultad de ciencias agrarias y alimentarias de la Universidad Austral, trabaja en un proyecto de rescate y caracterización de los ecotipos de lúpulos Ranco, La Unión y Valdivia, aquellos que produce la empresa Hueimen. "Son variedades de una tipicidad muy particular, con sabores y aromas que tienden hacia lo verde y fresco, no hacia lo frutal. En ese sentido son muy singulares", explica.
"Aún no podemos decir que son únicos, pero hasta ahora no hemos encontrado en nuestra investigación una variedad que coincida genéticamente. Lo más probable es que hayan llegado con los colonos alemanes hacia 1850, pero aún no damos con el origen exacto", agrega.
Actualmente la empresa suministra lúpulo a cervecerías de distintos partes del país, entre ellos Santiago, hasta donde lo envían envasado. Entre sus clientes, además de Kross, están las cervecerías Sayka, Quebrada, Kulhberg y varias otras artesanales. "Junto con las variedades chilenas, tenemos plantadas siete variedades americanas, y vamos a plantar otras seis", cuenta Errázuriz. Además, le vende su producto a Destilados Quintal, para la elaboración de gin y a la Universidad Austral para sus investigaciones.
La planta de lúpulo es una enredadera que se cultiva en una suerte de parronales de seis metros de altura. A mediados de marzo se cosecha, se envía a hornos secadores donde se le baja la humedad, se peletiza y se envasa al vacío con atmósfera controlada. Luego se mantienen en una cámara de frío hasta que son despachados a los clientes. "Es una planta cuya característica está totalmente definida por el lugar donde se cultiva, al punto que productos de distintas zonas pueden llegar a parecer especies diferentes. Se da entre 35 y los 55 grados de latitud, por lo que Los Ríos es una condición ideal".
Además de su uso en la producción de cerveza, el lúpulo tiene aplicaciones medicinales y nutracéuticas. "Se sabe que tiene un montón de componentes polifenólicos beneficios para la salud, que sirven para controlar la ansiedad y el insomnio", señala Behn.
