La OMS advirtió en junio que el cierre de fronteras y la escasez de insumos por el Covid-19 desencadenaría no sólo un aumento de precios en las drogas, sino que circularían sustancias menos puras y eventualmente aún más peligrosas para los consumidores. "Muchas de las sustancias que ellos ofrecen no necesariamente son lo que dicen ser", advierte el capitán Pablo Ardiles, del OS7 de Carabineros.
El oficial del departamento antidrogas dice que debido a la pandemia hoy circula menos cocaína y pasta base; tras el cierre de fronteras y de las barreras sanitarias, han ido siendo reemplazadas por marihuana nacional y drogas sintéticas. A pesar de las circunstancias, según informó este martes el general Ricardo Yáñez, director de Orden y Seguridad, esta última semana se incautaron 258 kilos de droga, con lo que se acumulan 7,5 toneladas decomisadas en el año.
Justamente por las restricciones impuestas por el coronavirus, el OS7 ha intensificado sus patrullajes virtuales, pues uno de los focos de venta está en las redes sociales. "En ciertas aplicaciones usan lo que llamamos lenguaje convenido , es decir, códigos entre el que ofrece y el que compra", explica el capitán Ardiles.
Por ejemplo, ilustra, no se dice "vendo marihuana" en internet, sino que se pone el emoji de "una hoja vegetal y un número: eso significa venta de marihuana y su precio". Luego los interesados se ponen de acuerdo y se reúnen para la entrega. "Este fenómeno viene de hace tres años, pero hoy es mayor", dice Ardiles.
Los símbolos
La semióloga Guillermina Guzmán, académica de la Universidad Santo Tomás, plantea que el uso de los íconos "va generando un nuevo modelo de lenguaje para comercializar y lograr su objetivo; van haciendo asociaciones y generan distintos códigos".Por ejemplo, la ketamina también se usa en veterinaria, por eso se ilustra con un caballo; por su modo de consumo, la cocaína se asocia a una nariz; por su origen, los hongos alucinógenos a una seta.
Los ácidos ocupan un ícono de "Space Invaders" pues desde hace décadas su ícono se usa para distinguir sus pastillas (lo mismo con el éxtasis, que a veces lleva estampada la imagen de una rana). El DM T, componente de la ayahuasca, se ilustra con un ADN, asociándolo a su calidad de químico.
"Hay todo un trabajo para manejar códigos que sean transferidos a la comprensión del mensaje", dice la master en Lingüística. "Cuando la gente pertenece a un mismo grupo, se entiende, decodifica el código", agrega. "La cultura narco en sí tiene una serie de códigos: como hablan, como caminan, como se visten, los hábitos, la música que van generando, es todo".
El doctor Carlos Aguilera, director de la especialidad de Neurología de la Universidad Mayor, dice que "son códigos que establecen los jóvenes; ellos entienden muy rápido y fácilmente, lo que para nosotros es chino a veces".
"No hay nada especial ni conexión neuronal ahí, sino que corresponde a estos códigos de los tiempos modernos", asegura: "Es el lenguaje a través de las imágenes"
