Se impuso el favorito, Pablo Milad (25-23 sobre Lorenzo Antillo), en un proceso que pasó a un segundo plano tras la desesperación del bloque derrotado con el modo en que la U emitió su preferencia.
“Considerando lo que ha aparecido en diferentes medios de prensa en los últimos días, en relación a que el voto de nuestro club iba a ser decisivo para la definición del presidente de la ANFP, y con el objetivo de darles tranquilidad a los accionistas y directores respecto del cumplimiento del mandato expreso del directorio del día 27 de julio, decidí pedirle a un notario que me acompañara en la votación para que pudiese ejercer como ministro de fe”, expresa Aubert a “El Mercurio”, luego de la batahola.
Horas antes de la explicación de Aubert, Antillo explotaba: “Es un papelón, esta votación está viciada”, decía el candidato derrotado, reclamo airado al que se sumó Victoriano Cerda, de Huachipato: “Es una vergüenza, esto es ilegal. Hubo demasiadas irregularidades”, repetía el directivo acerero. Ricardo Pini (Unión La Calera), Leonardo Zúñiga (Melipilla), Jorge Uauy (Palestino), Eduardo Olivares (Unión San Felipe) y Jorge Salazar (Valdivia) despotricaban en la misma medida.
Luego, los representantes de cada candidato, Rafael González y Zúñiga, junto a la notaria presente, se retiraron para discutir la validez del proceso. Se estableció que esa no era la instancia para una impugnación. “Hicimos un papelón. Vamos a impugnar este proceso ante el tribunal”, aseguraba Cerda tras la cita, mientras Antillo lamentaba “las irregularidades. Lo que se vio fue un triste espectáculo que dañará gravemente la imagen de Chile, el fútbol chileno y la ANFP. Felicito a Milad”.
Más tarde y con la pelota al piso, Antillo y Cerda comunicaron que no contemplan impugnar la elección.
“Respecto de las impugnaciones, solo cabe hacer presente que el voto no es de una persona, sino de una institución, que es el club Universidad de Chile y para la votación no había nadie ajeno al club, salvo el mencionado notario que actuaba para y por nuestro club”, afirma Aubert.
“La elección es legítima. Si algún consejero no respetó el carácter secreto de su voto, lo que nadie puede saber, esa sería una infracción personal que no puede afectar la validez de este proceso”, dijo Juan Tagle, presidente de Universidad Católica.