Para hablar de Tito Rey hay que remontarse a los años 2000. En 2007 ganó una
generación de cantantes en "Rojo", en 2011 fue finalista de "X Factor Chile" y al año
siguiente fue reclutado en el cerro Santa Lucía por Jennifer Lopez cuando la artista
vino a buscar artistas para su programa "iQ' viva! The chosen" en Los Angeles,
California. En todos esos momentos el protagonista fue Tito Rey, con la salvedad que
en ese entonces su nombre era Paolo Ramírez, un joven oriundo de Quilpué. Ahora
desde Los Angeles y con una renovada imagen, el intérprete de 27 años explica: "Acá
todos me dicen Tito, es en honor a mi padre (Héctor), que falleció cuando yo tenía
12. Él también era cantante, muy sociable, lo llamaban el rey. Y el look es porque me
he reencontrado como artista". Aquí su historia.
Bajo el rótulo Tito Rey en YouTube es posible encontrar registros como un video de marzo pasado cuando en una presentación en la temporada 18 de "American idol", Lionel Richie y Katy Perry lo observan cantar con asombro y otro clip de diciembre en el que se instala al medio de la arena Staples Center para entonar el himno de Estados Unidos en un partido de Los Anaeles Lakers de la NBA.
"Siento que recién estoy empezando pero esas cosas significan tanto, estoy orgulloso. Estoy reconectándome con mi carrera. Ha sido una increíble experiencia", detalla Tito, quien lanzó la canción "Nobody's illegal" ("Nadie es ilegal", hüps://bit.lyL3gj0Wem), un tema que compuso junto al productor Danny Murcia y en el que explica su silencio musical desde 2012. "Quería cantar sobre eso porque estuve indocumentado durante siete años aquí", confiesa.
-¿Qué pasó todo ese tiempo, Tito?
-Con "The chosen" nos presentamos con Jennifer Lopez en un show en (el casino) Mandalay Bay en Las Vegas en 2012. Después de eso, los Power Peralta me presentaron a Stephanie Stevenson (ex "Rojo"), también chilena. Nos hicimos amigos y su familia me invitó a vivir con ellos. Stephanie estaba bailando en el programa "Tengo talento, mucho talento" (canal Estrella TV) en LA. Me dijo que me presentara, audicioné y quedé. Llegué a la final llamándome Alberto Paolo, en honor a mi abuelo que había fallecido. Después de eso no tuve más pegas de cantante.
-¿Por qué se quiso quedar allá?
-Cuando conocí a Jennifer Lopez y Marc Anthony quedé impresionado del nivel de trabajo que hay y me enamoré de esa industria del entretenimiento. Pero quedarme indocumentado no fue algo planeado. Yo entré al país con una visa de artista temporal que se vencía el 2012. Alguien me contó de una persona que renovaba las visas de artista. Tenía 19 años, no hablaba inglés y pagué por eso, nunca me llegó nada, así es que me estafaron con 3.000 dólares (2.407.500 pesos) que pagué en efectivo. Ya estaba indocumentado y si me devolvía a Chile no podía volver a entrar al país por años. Mi instinto me dijo que me quedara.
-¿Qué hizo entonces?
-Empecé a buscar trabajo y sólo encontraba de mesero. Me cambié de casa 11 veces, pasé de dormir de sillón en sillón en distintos lugares como allegado. Mi trabajo más estable fue hacer sándwiches en un restaurante armenio en (el barrio de Los Angeles) North Hollywood. Tuve que aprender inglés sí o sí. No pagaban bien, a veces no me daban las propinas, pero así es la vida del indocumentado, los tratos son distintos. Tuve que ser un ciudadano ejemplar porque con un llamado llega (el servicio de) Inmigración. Fue difícil, pero no quería perder la fe. En la noche me iba a clubes, a jam sessions a cantar, que son sesiones improvisadas de músicos. Ahí la gente seguía reaccionando bien cuando me veía actuar y eso me hacía mantener la chispa y mejorar. Hice muchos amigos que intentaron ayudarme, pero como no tenía papeles no se podía hacer mucho. Me pasó lo mismo cuando postulé a programas famosos como "American's got talent" o "The voice". Pasaba los castings, pero topaba en los papeles.
-¿Cómo logró la residencia?
-Una de mis pegas era cantar los fines de semana en bodas judías. Estaba en una rutina, me estaba dando por vencido con mi carrera y el amor. Conocí a mi pareja el 201 6, nos enamoramos, nos casamos el 2018 y así obtuve mi green card (tarjeta de residencia permanente), que me llegó en abril del año pasado. Conocí a mi equipo artístico y pude volver a retomar bien mi carrera. Lo primero que hice con mi residencia fue volver a Chile a visitar a mi familia.
Bajo el rótulo Tito Rey en YouTube es posible encontrar registros como un video de marzo pasado cuando en una presentación en la temporada 18 de "American idol", Lionel Richie y Katy Perry lo observan cantar con asombro y otro clip de diciembre en el que se instala al medio de la arena Staples Center para entonar el himno de Estados Unidos en un partido de Los Anaeles Lakers de la NBA.
"Siento que recién estoy empezando pero esas cosas significan tanto, estoy orgulloso. Estoy reconectándome con mi carrera. Ha sido una increíble experiencia", detalla Tito, quien lanzó la canción "Nobody's illegal" ("Nadie es ilegal", hüps://bit.lyL3gj0Wem), un tema que compuso junto al productor Danny Murcia y en el que explica su silencio musical desde 2012. "Quería cantar sobre eso porque estuve indocumentado durante siete años aquí", confiesa.
-¿Qué pasó todo ese tiempo, Tito?
-Con "The chosen" nos presentamos con Jennifer Lopez en un show en (el casino) Mandalay Bay en Las Vegas en 2012. Después de eso, los Power Peralta me presentaron a Stephanie Stevenson (ex "Rojo"), también chilena. Nos hicimos amigos y su familia me invitó a vivir con ellos. Stephanie estaba bailando en el programa "Tengo talento, mucho talento" (canal Estrella TV) en LA. Me dijo que me presentara, audicioné y quedé. Llegué a la final llamándome Alberto Paolo, en honor a mi abuelo que había fallecido. Después de eso no tuve más pegas de cantante.
-¿Por qué se quiso quedar allá?
-Cuando conocí a Jennifer Lopez y Marc Anthony quedé impresionado del nivel de trabajo que hay y me enamoré de esa industria del entretenimiento. Pero quedarme indocumentado no fue algo planeado. Yo entré al país con una visa de artista temporal que se vencía el 2012. Alguien me contó de una persona que renovaba las visas de artista. Tenía 19 años, no hablaba inglés y pagué por eso, nunca me llegó nada, así es que me estafaron con 3.000 dólares (2.407.500 pesos) que pagué en efectivo. Ya estaba indocumentado y si me devolvía a Chile no podía volver a entrar al país por años. Mi instinto me dijo que me quedara.
-¿Qué hizo entonces?
-Empecé a buscar trabajo y sólo encontraba de mesero. Me cambié de casa 11 veces, pasé de dormir de sillón en sillón en distintos lugares como allegado. Mi trabajo más estable fue hacer sándwiches en un restaurante armenio en (el barrio de Los Angeles) North Hollywood. Tuve que aprender inglés sí o sí. No pagaban bien, a veces no me daban las propinas, pero así es la vida del indocumentado, los tratos son distintos. Tuve que ser un ciudadano ejemplar porque con un llamado llega (el servicio de) Inmigración. Fue difícil, pero no quería perder la fe. En la noche me iba a clubes, a jam sessions a cantar, que son sesiones improvisadas de músicos. Ahí la gente seguía reaccionando bien cuando me veía actuar y eso me hacía mantener la chispa y mejorar. Hice muchos amigos que intentaron ayudarme, pero como no tenía papeles no se podía hacer mucho. Me pasó lo mismo cuando postulé a programas famosos como "American's got talent" o "The voice". Pasaba los castings, pero topaba en los papeles.
-¿Cómo logró la residencia?
-Una de mis pegas era cantar los fines de semana en bodas judías. Estaba en una rutina, me estaba dando por vencido con mi carrera y el amor. Conocí a mi pareja el 201 6, nos enamoramos, nos casamos el 2018 y así obtuve mi green card (tarjeta de residencia permanente), que me llegó en abril del año pasado. Conocí a mi equipo artístico y pude volver a retomar bien mi carrera. Lo primero que hice con mi residencia fue volver a Chile a visitar a mi familia.