Cuando se menciona a Bo Derek (63), aparece la imagen de La mujer 10 gracias a la
película "10, la mujer perfecta" ("1 0", 1979), que la actriz protagonizó junto a Dudley
Moore. Sus escenas en traje de baño rojo con el cabello trenzado y cuerpo dorado, la
convirtieron en un símbolo sexual mundial.
La actriz nació en Long Beach, California, con el nombre de Mary Cathleen Collins, en una familia de clase media norteamericana. Su padre era constructor de catamaranes y su madre, peluquera y maquilladora de la actriz Ann-Margret.
Bo comenzó a trabajar como modelo y en una audición en Hollywood, conoció al director y actor John Derek. Ella tenía 16 y él era 30 años mayor. Fue el comienzo de un gran escándalo ya que Derek, casado con la actriz Linda Evans, contrató a Bo para que trabajara con él en una cinta erótica que dirigiría en Grecia titulada "Myconos". Durante el rodaje comenzó un romance entre ellos. Derek tenía fama de mujeriego (había estado casado con Pati Behrs y Ursula Andress), pero a pesar de las criticas, la pareja se casó en Las Vegas cuando la actriz cumplió la mayoría de edad en 1976. Siguieron juntos hasta que él falleció en 1998.
Hoy la actriz vive alejada de Hollywood, en su campo de California, junto a su hermana, su familia y en compañía de su actual pareja, el actor John Corbett, conocido gracias a la serie "Sex and the City". Conversamos virtualmente con Bo de su vida y del documental "Bo Derek, in my own words".
-Se ve muy bien y natural, Bo.
-Tengo 63 y es como me debo ver. Tuve la suerte de ser bendecida con una estructura ósea de pómulos altos, combinada con la nariz de mi padre, herencia genética que hizo mi vida mágica y me abrió muchas puertas.
-¿Cómo es su vida hoy?
-Creo que he tomado decisiones egoístas pero que me hacen feliz, como por ejemplo vivir aquí en el Valle de Santa Inés en California Central, rodeada de animales, un sueño que tuve desde siempre.
-Se ven tres cuadros detrás suyo. ¿De qué tratan?
-El primero es de mi gran amor, un caballo Lusitano llamado Moro. El del otro lado, es un cuadro de Leroy Neiman quien me retrató junto a mis 8 perros. Y el tercero, es de 5 cachorros de León (su perro). Amo totalmente a los caballos. Son diferentes a perros y gatos, animales depredadores como nosotros y por eso nos llevamos bien. Los dominamos y ellos nos obedecen. Con los caballos es distinto. Tienen excelente memoria y si usted se enoja con ellos, no se olvidan. Tener un caballo en nuestra vida nos hace ser una mejor persona.
-¿Cómo le afecta la cuarentena?
-Desde enero he estado en casa: me levanto, bebo mi café, salgo a pasear con los perros, alimento a los caballos, me encanta. Y con mi novio cenamos juntos, vemos películas durante toda la noche, es fabuloso. He estado junto a John durante 18 años. Una amiga me dijo que yo estaba viviendo un romance de adolescentes porque no lo había tenido en mi juventud y creo que de cierto modo tiene razón.
-¿Se sorprendió cuando Linda Evans, la ex mujer de su marido, aceptó aparecer en su documental?
-Me sorprendió muchísimo y me hizo trasladarme a esos momentos muy difíciles cuando John Derek aún era su marido y ya me había conocido. Ella es un ser humano hermoso y no puedo creer que fui parte de su sufrimiento. Nunca me lo perdonaré, nunca cometeré el mismo error, aprendí mucho de eso.
-Cuando Linda habla en el documental, lo hace sin enojo hacia usted.
-Ella es una persona muy privada y cautelosa, por lo que me sorprendió lo que dijo. Creo que quizá quería compartir estas vivencias con el público y contar su verdad. Para mí ver esta parte fue muy difícil y emocional. Ella ha sido tan bondadosa conmigo.... Y no sé por qué.
-¿Con todo lo que ha vivido, qué ha aprendido del amor?
-Todo se resume a cómo estamos conectados en nuestro interior. Algunas personas están destinadas a dar mucho amor, otras a recibir mucho amor, y otras esperan tanto, que nadie es capaz de dárselo. Yo no necesito que alguien sea lo que yo quiero que sea. Para mí es suficiente con estar juntos mientras los sentimientos perduren. Y a veces pienso que es un milagro que alguien me ame, siento respeto por esa persona y no la traicionaría.
-¿Para usted es importante la monogamia?
-Me pregunto cuán natural es y cuánto ha influido la cultura en su creación. No estoy segura, pero creo que lo natural no es ser monógamo. Para mí lo más importante es la honestidad. Lo que no me gusta del infiel son las mentiras y el engaño frente a la persona que ama, porque creo que puede estar enamorado y aún así tener una aventura, aunque no me ha ocurrido.
-¿Sus dos grandes amores le cambiaron la vida?
-Completamente. En particular, mi primer y único marido porque yo era tan joven, me había criado en una típica vida de barrio y de un día para otro estaba viajando y conociendo artistas. Ahora mi vida es más mía, la comparto con John y todo es mucho más relajado.
La actriz nació en Long Beach, California, con el nombre de Mary Cathleen Collins, en una familia de clase media norteamericana. Su padre era constructor de catamaranes y su madre, peluquera y maquilladora de la actriz Ann-Margret.
Bo comenzó a trabajar como modelo y en una audición en Hollywood, conoció al director y actor John Derek. Ella tenía 16 y él era 30 años mayor. Fue el comienzo de un gran escándalo ya que Derek, casado con la actriz Linda Evans, contrató a Bo para que trabajara con él en una cinta erótica que dirigiría en Grecia titulada "Myconos". Durante el rodaje comenzó un romance entre ellos. Derek tenía fama de mujeriego (había estado casado con Pati Behrs y Ursula Andress), pero a pesar de las criticas, la pareja se casó en Las Vegas cuando la actriz cumplió la mayoría de edad en 1976. Siguieron juntos hasta que él falleció en 1998.
Hoy la actriz vive alejada de Hollywood, en su campo de California, junto a su hermana, su familia y en compañía de su actual pareja, el actor John Corbett, conocido gracias a la serie "Sex and the City". Conversamos virtualmente con Bo de su vida y del documental "Bo Derek, in my own words".
-Se ve muy bien y natural, Bo.
-Tengo 63 y es como me debo ver. Tuve la suerte de ser bendecida con una estructura ósea de pómulos altos, combinada con la nariz de mi padre, herencia genética que hizo mi vida mágica y me abrió muchas puertas.
-¿Cómo es su vida hoy?
-Creo que he tomado decisiones egoístas pero que me hacen feliz, como por ejemplo vivir aquí en el Valle de Santa Inés en California Central, rodeada de animales, un sueño que tuve desde siempre.
-Se ven tres cuadros detrás suyo. ¿De qué tratan?
-El primero es de mi gran amor, un caballo Lusitano llamado Moro. El del otro lado, es un cuadro de Leroy Neiman quien me retrató junto a mis 8 perros. Y el tercero, es de 5 cachorros de León (su perro). Amo totalmente a los caballos. Son diferentes a perros y gatos, animales depredadores como nosotros y por eso nos llevamos bien. Los dominamos y ellos nos obedecen. Con los caballos es distinto. Tienen excelente memoria y si usted se enoja con ellos, no se olvidan. Tener un caballo en nuestra vida nos hace ser una mejor persona.
-¿Cómo le afecta la cuarentena?
-Desde enero he estado en casa: me levanto, bebo mi café, salgo a pasear con los perros, alimento a los caballos, me encanta. Y con mi novio cenamos juntos, vemos películas durante toda la noche, es fabuloso. He estado junto a John durante 18 años. Una amiga me dijo que yo estaba viviendo un romance de adolescentes porque no lo había tenido en mi juventud y creo que de cierto modo tiene razón.
-¿Se sorprendió cuando Linda Evans, la ex mujer de su marido, aceptó aparecer en su documental?
-Me sorprendió muchísimo y me hizo trasladarme a esos momentos muy difíciles cuando John Derek aún era su marido y ya me había conocido. Ella es un ser humano hermoso y no puedo creer que fui parte de su sufrimiento. Nunca me lo perdonaré, nunca cometeré el mismo error, aprendí mucho de eso.
-Cuando Linda habla en el documental, lo hace sin enojo hacia usted.
-Ella es una persona muy privada y cautelosa, por lo que me sorprendió lo que dijo. Creo que quizá quería compartir estas vivencias con el público y contar su verdad. Para mí ver esta parte fue muy difícil y emocional. Ella ha sido tan bondadosa conmigo.... Y no sé por qué.
-¿Con todo lo que ha vivido, qué ha aprendido del amor?
-Todo se resume a cómo estamos conectados en nuestro interior. Algunas personas están destinadas a dar mucho amor, otras a recibir mucho amor, y otras esperan tanto, que nadie es capaz de dárselo. Yo no necesito que alguien sea lo que yo quiero que sea. Para mí es suficiente con estar juntos mientras los sentimientos perduren. Y a veces pienso que es un milagro que alguien me ame, siento respeto por esa persona y no la traicionaría.
-¿Para usted es importante la monogamia?
-Me pregunto cuán natural es y cuánto ha influido la cultura en su creación. No estoy segura, pero creo que lo natural no es ser monógamo. Para mí lo más importante es la honestidad. Lo que no me gusta del infiel son las mentiras y el engaño frente a la persona que ama, porque creo que puede estar enamorado y aún así tener una aventura, aunque no me ha ocurrido.
-¿Sus dos grandes amores le cambiaron la vida?
-Completamente. En particular, mi primer y único marido porque yo era tan joven, me había criado en una típica vida de barrio y de un día para otro estaba viajando y conociendo artistas. Ahora mi vida es más mía, la comparto con John y todo es mucho más relajado.