-¿Cómo anda vestido?
-Ahora me puse un buzo negro y zapatillas porque quiero ir a caminar a la playa, a esta hora no hay nadie, nadie, nadie.
La pregunta, en tiempos de pandemia, cobra importancia. Tiene que ver con imaginarse al entrevistado a mediodía, en plena arena de Papudo, respirando aire libre, en la terraza de su casa, con su perro, una buena dosis de sol pegándole en el rostro y su compañera de toda la vida al lado.
Juan Carlos Villalta giró su existencia. La última semana de febrero, a los 75 años, se fue a la costa. Atrás, en Santiago, dejó su Premio Nacional de Periodismo Deportivo que resume una carrera de cuatro décadas en las canchas (también es abogado), frente a cámaras y micrófonos, donde fue líder de opinión y dejó entrañables recuerdos con Julio Martínez, el Sapito Livingstone y Milton Millas.
-¿Por qué desapareció?
-Me fui quedando sin trabajo y como tenía una renta vitalicia más que aceptable, me vine a Papudo con la Gloria a vivir mis años dorados. Fui preparando la casa y es cómoda.
-¿Cómo es su rutina?
-Durante 25 años me despertaba solo a las cinco y media de la mañana para ir a la radio, aunque hubiera tenido una farra grande, por lo que sigo con el reloj biológico. Pongo las noticias argentinas y luego las chilenas.
-¿Y a media mañana?
-Voy a mi jardín. ¿Sabes? He pintado tres veces la casa. Si no me gusta el color paquete de vela, le pongo verde musgo, luego a celeste y en eso me entretengo.
-Eso requiere estar mucho rato de rodillas, ¿puede?
-Sí, sí, tengo agilidad hasta el momento, me puedo agachar, planto árboles, de limón, perales y mucho pitispolvo, un arbusto grande que se da mucho y es separador de rejas.
-¿Esculpe árboles como "El joven manos de tijera"?
-Jajajá. Estoy entre esa y "El jardinero fiel". Y veo mucho cine, aparte todos los partidos de fútbol aunque me carga verlos.
-¿Qué pescados compra en la caleta?
-La caleta es encantadora, con poca gente que ya me conoce. Me gustan la reineta, el congrio, la merluza, pescados que no estaba acostumbrado a comer con regularidad en Santiago. Y voy a una feria bastante buena que viene de La Calera. Papudo es un oasis para vivir.
-Tantos años perdidos en el periodismo deportivo, ¿los recuperó ahora con su señora?
-Han sido los años más maravillosos que estamos viviendo. Gloria (Braithwaite, 74) siempre fue una súper buena compañera, educó muy bien a mis hijos mientras yo estaba en esas tonteras de deportes y ahora estamos los dos el uno para el otro, y con agrado.
-¿Vive de la jubilación?
-Tengo una renta vitalicia mensual que pacté hace como 15 años, es una de las cosas buenas que he hecho. Aparte colaboro en una revista llamada Faro Deportivo. Cuando uno está en esta edad, casi no gasta nada.
-Pero sí en salud, ¿se salió de la isapre?
-Me salí de la isapre y estoy en Fonasa. Nos atendemos en los Cesfam y, como somos de tercera edad, nos traen los remedios una vez al mes.
-¿Cómo se proyecta ahora?
-Quiero ser alcalde de Papudo.
-Siento que quedó con un sabor amargo después de su despido del CDF, el 2018.
-Ejercí un periodismo de trinchera y quizás no logré hacer notar un estilo. Fui un educador de los cabros, diría que el 90% de los que están en el Canal del Fútbol, el primer partido lo hizo conmigo. Me llevaba bien con mis colegas, pero con el jugador no me llevaba tan bien.
-¿Por qué no?
-Porque no aceptaban la crítica, son estrellas, puedes estar cuatro horas esperándolo, puedes viajar al extranjero, no te reciben. Echo de menos la época de Abel Alonso, uno de los grandes dirigentes, donde había amistad sin compromisos con dirigentes y jugadores.
-Pero usted trabajó en paneles con muchos futbolistas.
-El futbolista en comunicaciones es peligroso; primero, como no es periodista, hace relaciones públicas más que crítica. El periodismo está plagado de técnicos y jugadores, los veo entrevistando... Tengo mucho respeto por la gente que estudió periodismo y por los papás que gastaron plata, porque el periodismo era para periodistas y hoy no tienen opciones.
-¿Y los colegas jóvenes?
-En cámara veo a periodistas muy jóvenes dando información muy elemental. Observo un periodismo de estadísticas, mientras más diga cuántas veces jugó Alexis Sánchez pareciera que hace periodismo, pero no tiene análisis de momentos ni circunstancias ni juego. Yo ya jubilé, pero hay mucha juventud que no ofrece credibilidad. Falta potrero, falta calle, falta trayectoria, aunque por supuesto hay excepciones.
-Ahora me puse un buzo negro y zapatillas porque quiero ir a caminar a la playa, a esta hora no hay nadie, nadie, nadie.
La pregunta, en tiempos de pandemia, cobra importancia. Tiene que ver con imaginarse al entrevistado a mediodía, en plena arena de Papudo, respirando aire libre, en la terraza de su casa, con su perro, una buena dosis de sol pegándole en el rostro y su compañera de toda la vida al lado.
Juan Carlos Villalta giró su existencia. La última semana de febrero, a los 75 años, se fue a la costa. Atrás, en Santiago, dejó su Premio Nacional de Periodismo Deportivo que resume una carrera de cuatro décadas en las canchas (también es abogado), frente a cámaras y micrófonos, donde fue líder de opinión y dejó entrañables recuerdos con Julio Martínez, el Sapito Livingstone y Milton Millas.
-¿Por qué desapareció?
-Me fui quedando sin trabajo y como tenía una renta vitalicia más que aceptable, me vine a Papudo con la Gloria a vivir mis años dorados. Fui preparando la casa y es cómoda.
-¿Cómo es su rutina?
-Durante 25 años me despertaba solo a las cinco y media de la mañana para ir a la radio, aunque hubiera tenido una farra grande, por lo que sigo con el reloj biológico. Pongo las noticias argentinas y luego las chilenas.
-¿Y a media mañana?
-Voy a mi jardín. ¿Sabes? He pintado tres veces la casa. Si no me gusta el color paquete de vela, le pongo verde musgo, luego a celeste y en eso me entretengo.
-Eso requiere estar mucho rato de rodillas, ¿puede?
-Sí, sí, tengo agilidad hasta el momento, me puedo agachar, planto árboles, de limón, perales y mucho pitispolvo, un arbusto grande que se da mucho y es separador de rejas.
-¿Esculpe árboles como "El joven manos de tijera"?
-Jajajá. Estoy entre esa y "El jardinero fiel". Y veo mucho cine, aparte todos los partidos de fútbol aunque me carga verlos.
-¿Qué pescados compra en la caleta?
-La caleta es encantadora, con poca gente que ya me conoce. Me gustan la reineta, el congrio, la merluza, pescados que no estaba acostumbrado a comer con regularidad en Santiago. Y voy a una feria bastante buena que viene de La Calera. Papudo es un oasis para vivir.
-Tantos años perdidos en el periodismo deportivo, ¿los recuperó ahora con su señora?
-Han sido los años más maravillosos que estamos viviendo. Gloria (Braithwaite, 74) siempre fue una súper buena compañera, educó muy bien a mis hijos mientras yo estaba en esas tonteras de deportes y ahora estamos los dos el uno para el otro, y con agrado.
-¿Vive de la jubilación?
-Tengo una renta vitalicia mensual que pacté hace como 15 años, es una de las cosas buenas que he hecho. Aparte colaboro en una revista llamada Faro Deportivo. Cuando uno está en esta edad, casi no gasta nada.
-Pero sí en salud, ¿se salió de la isapre?
-Me salí de la isapre y estoy en Fonasa. Nos atendemos en los Cesfam y, como somos de tercera edad, nos traen los remedios una vez al mes.
-¿Cómo se proyecta ahora?
-Quiero ser alcalde de Papudo.
-Siento que quedó con un sabor amargo después de su despido del CDF, el 2018.
-Ejercí un periodismo de trinchera y quizás no logré hacer notar un estilo. Fui un educador de los cabros, diría que el 90% de los que están en el Canal del Fútbol, el primer partido lo hizo conmigo. Me llevaba bien con mis colegas, pero con el jugador no me llevaba tan bien.
-¿Por qué no?
-Porque no aceptaban la crítica, son estrellas, puedes estar cuatro horas esperándolo, puedes viajar al extranjero, no te reciben. Echo de menos la época de Abel Alonso, uno de los grandes dirigentes, donde había amistad sin compromisos con dirigentes y jugadores.
-Pero usted trabajó en paneles con muchos futbolistas.
-El futbolista en comunicaciones es peligroso; primero, como no es periodista, hace relaciones públicas más que crítica. El periodismo está plagado de técnicos y jugadores, los veo entrevistando... Tengo mucho respeto por la gente que estudió periodismo y por los papás que gastaron plata, porque el periodismo era para periodistas y hoy no tienen opciones.
-¿Y los colegas jóvenes?
-En cámara veo a periodistas muy jóvenes dando información muy elemental. Observo un periodismo de estadísticas, mientras más diga cuántas veces jugó Alexis Sánchez pareciera que hace periodismo, pero no tiene análisis de momentos ni circunstancias ni juego. Yo ya jubilé, pero hay mucha juventud que no ofrece credibilidad. Falta potrero, falta calle, falta trayectoria, aunque por supuesto hay excepciones.
3 comentarios
gracias por dar información del sr Villalta , siempre me gustaron sus comentarios tan asertivos , se extrañan a los monstruos del periodismo ...
Me alegra saber que está bien, felicidades...
Me llamó la atención saber que, por sus persistentes comentarios hizo salir a entrenadores y otros. Se lo escuché en el CDF, Patricio Yáñez lo comentó alegremente.