Alejandra Castillo es comunicadora visual y amante de Twitter. Hace unas semanas
vio un tuit que hablaba de las maravillas de poner una típica esponja de cocina en la
lavadora y lo intentó.
"Amo los gatos, llegué a tener 19, ahora tengo tres y vivo con mi hija. Nosotras somos rockeras a morir, nos vestimos con puras poleras negras de rock de todos los grupos. Pero si nos acostamos en la cama, estamos en el sillón o en cualquier parte siempre hay pelos y eso se nota en nuestras estupendas poleras negras", se ríe Castillo.
"A la pasada vi una publicación que recomendaba usar la esponja en la lavadora para que los pelos se adhieran a la esponja. Lo empecé a usar y es impresionante cómo funciona, me resultó y mucho", asegura la comunicadora.
Castillo subió su descubrimiento a la misma red social donde lo vio, solo que a diferencia de la publicación original, la suya tuvo miles de reacciones.
"Tuve más de 500 respuestas de gente diciendo que le resultaba y a otros que no, y yo les respondí que todo depende de la cantidad de ropa y de pelos. Yo tengo una lavadora de ocho kilos y la primera vez que lo hice puse poca ropa y la esponja salió llena de pelos. Yo prefiero usar la lavadora hasta el tope por un tema ecológico y en una sola carga lavar todo, pero si uno pone menos ropa funciona mej0L Por ejemplo, poner solo poleras, el resultado de verdad es maravilloso", enfatiza.
Según Castillo, una esponja dura hasta tres lavados porque después se empieza a deteriorar.
"Lo que yo hago es poner la esponja, el detergente, la ropa y listo, se queda todo el lavado", dice feliz con el descubrimiento que cambió la vida de sus poleras negras. La comunicadora detalla que la parte abrasiva de la esponja (el lado verde en las típicas esponjas verde/amarillo) es la que hace todo el trabajo y no deja escapar ningún pelo.
"Incluso uno puede cortar la parte verde y echar esa solamente para que agarre mejor porque el lado amarillo de esponja agarra pelos, pero no tantos", asegura.
Castillo dice que es muy fácil sacar los pelos del lado abrasivo porque se acumulan todos en las orillas.
"En la esponja es más difícil y no vale la pena porque agarra pocos pelos", agrega.
Y por supuesto, la esponja debe estar nueva y estar destinada sólo a esta operación.
"Con los comentarios de Twitter igual me di cuenta de que no se puede usar esta técnica con ninguna tela delicada porque la parte abrasiva las destruye, así que ojo con las lanas, seda, hilo, todo lo delicado. Pero para poleras de algodón, polerones, jeans y ropa de algodón en general, funciona perfecto", enfatiza.
"Los materiales con que se fabrican las esponjas se llaman poliamidas. Son polímeros plásticos que están formados básicamente por una cadena de amidas (un compuesto orgánico)", explica.
Según Mariño, ambas partes de la esponja son poliamidas, un material como el nylon que fue descubierto en Francia.
"Lo que permite organizarla en forma de fibras para producir esta forma de tejido abrasivo, pero también se pueden organizar de otras formas. Para producir el lado de la esponja suave y lisa se le da otro tratamiento. Cuando las amidas no están en forma de cadena son puras pelotitas, estamos hablando de tamaños moleculares, que están dentro de una solución que si se evapora rápidamente se podría obtener pelotitas organizadas en forma de red que dan como resultado una esponja", detalla.
El ingeniero dice que la parte abrasiva tiene microescamas.
"El tejido de las fibras de plástico permite que se generen y es ahí donde los pelos de las mascotas, incluyendo cualquier fibra delgada o pelusa se quedan enganchados", asegura. "Por eso mismo no se debe usar la esponja con telas delicadas porque esas micro escamas se engancharan", agrega.
"Amo los gatos, llegué a tener 19, ahora tengo tres y vivo con mi hija. Nosotras somos rockeras a morir, nos vestimos con puras poleras negras de rock de todos los grupos. Pero si nos acostamos en la cama, estamos en el sillón o en cualquier parte siempre hay pelos y eso se nota en nuestras estupendas poleras negras", se ríe Castillo.
"A la pasada vi una publicación que recomendaba usar la esponja en la lavadora para que los pelos se adhieran a la esponja. Lo empecé a usar y es impresionante cómo funciona, me resultó y mucho", asegura la comunicadora.
Castillo subió su descubrimiento a la misma red social donde lo vio, solo que a diferencia de la publicación original, la suya tuvo miles de reacciones.
"Tuve más de 500 respuestas de gente diciendo que le resultaba y a otros que no, y yo les respondí que todo depende de la cantidad de ropa y de pelos. Yo tengo una lavadora de ocho kilos y la primera vez que lo hice puse poca ropa y la esponja salió llena de pelos. Yo prefiero usar la lavadora hasta el tope por un tema ecológico y en una sola carga lavar todo, pero si uno pone menos ropa funciona mej0L Por ejemplo, poner solo poleras, el resultado de verdad es maravilloso", enfatiza.
Según Castillo, una esponja dura hasta tres lavados porque después se empieza a deteriorar.
"Lo que yo hago es poner la esponja, el detergente, la ropa y listo, se queda todo el lavado", dice feliz con el descubrimiento que cambió la vida de sus poleras negras. La comunicadora detalla que la parte abrasiva de la esponja (el lado verde en las típicas esponjas verde/amarillo) es la que hace todo el trabajo y no deja escapar ningún pelo.
"Incluso uno puede cortar la parte verde y echar esa solamente para que agarre mejor porque el lado amarillo de esponja agarra pelos, pero no tantos", asegura.
Castillo dice que es muy fácil sacar los pelos del lado abrasivo porque se acumulan todos en las orillas.
"En la esponja es más difícil y no vale la pena porque agarra pocos pelos", agrega.
Y por supuesto, la esponja debe estar nueva y estar destinada sólo a esta operación.
"Con los comentarios de Twitter igual me di cuenta de que no se puede usar esta técnica con ninguna tela delicada porque la parte abrasiva las destruye, así que ojo con las lanas, seda, hilo, todo lo delicado. Pero para poleras de algodón, polerones, jeans y ropa de algodón en general, funciona perfecto", enfatiza.
Microescamas
Carlos Mariño, ingeniero físico y doctorante del Instituto de Materiales y Procesos Termomecánicos de la Universidad Austral dice que la idea tiene todo el sentido del mundo."Los materiales con que se fabrican las esponjas se llaman poliamidas. Son polímeros plásticos que están formados básicamente por una cadena de amidas (un compuesto orgánico)", explica.
Según Mariño, ambas partes de la esponja son poliamidas, un material como el nylon que fue descubierto en Francia.
"Lo que permite organizarla en forma de fibras para producir esta forma de tejido abrasivo, pero también se pueden organizar de otras formas. Para producir el lado de la esponja suave y lisa se le da otro tratamiento. Cuando las amidas no están en forma de cadena son puras pelotitas, estamos hablando de tamaños moleculares, que están dentro de una solución que si se evapora rápidamente se podría obtener pelotitas organizadas en forma de red que dan como resultado una esponja", detalla.
El ingeniero dice que la parte abrasiva tiene microescamas.
"El tejido de las fibras de plástico permite que se generen y es ahí donde los pelos de las mascotas, incluyendo cualquier fibra delgada o pelusa se quedan enganchados", asegura. "Por eso mismo no se debe usar la esponja con telas delicadas porque esas micro escamas se engancharan", agrega.