René Garreaud, magíster en geofísica y doctor en meteorología, dice que este
invierno -a diferencia del anterior- ha sido "bien invernal". Esto es: con bajas
temperaturas y varios eventos de lluvia tanto moderados como intensos. "¿Terminó
la megasequía? Lamentablemente aún no", agrega. La buena noticia es que nos
alejamos de la condición de extrema sequía que tuvimos en 2019.
"Uno habla de una sequía cuando estás con 25% o más de déficit. Eso es un año seco", explica Garreaud. "Lo que ha sido extraño esta última década es que todos los años seguidos han sido secos. Y esa condición prolongada, al distinguirla de una sequía ordinaria que dura un año, es lo que llamamos la megasequía: una sequía muy extendida", aclara.
Oscar Mercado, director del Programa de Sustentabilidad de UTEM, agrega que una sequía extrema es aquella en la que no existen precipitaciones en un lugar donde sí "La megasequía corresponde a muchos años con las hay regularmente.
precipitaciones bajo las normales para la zona. En el caso de la zona centro norte de nuestro país hemos estado sufriendo de menores precipitaciones desde hace aproximadamente una década, pero no hemos llegado a la ausencia total de precipitaciones. El trasfondo de esto radica en que esto es parte de las consecuencias que el cambio climático traerá a nuestro país", dice Mercado. En la imagen de la Dirección Meteorológica que complementa esta nota, explica Garreaud, podemos apreciar el déficit de precipitación acumulado desde inicios de 2019 hasta el 28 de julio de 2020 en varias ciudades a lo largo de Chile central.
"En Santiago se han acumulado 180 mm, un 22% menos que el promedio para fines de julio (231 mm), pero tres veces más de lo que teníamos en la misma fecha de Garreaud, subdirector del Centro de Investigación del Clima y la Resiliencia.
Los promedios -cabe señalar- son respecto a la condición de los últimos 30 años (entre 1980 y 2010).
Y tal como también se aprecia en la imagen, destaca Garreaud, en La Serena los déficits estaban en 81% y ahora están en 30%. Curicó, que el 2019 estuvo en 70% ahora está en 15% de déficit. A saber: las ciudades del mapa, en orden, son: La Serena, Valparaíso, Santiago, Curicó, Chillán, Concepción y Temuco.
El color verde, explica Garreaud, indica el vigor fotosintético: lo activa que esta la vegetación. Y por eso en el mapa de 2020 se puede notar que la vegetación aumentó en el norte, con las lluvias.
La mayor acumulación de lluvia este invierno, aunque todavía por debajo del promedio histórico, produjo una extensa capa de nieve sobre la cordillera de los Andes. La consecuencia, dice Garreaud, es una mejor provisión de agua para el próximo verano y también un mayor vigor de la vegetación en la zona costera del norte de las regiones de Valparaíso y de Coquimbo.
Estas lluvias han tenido beneficios para paliar los problemas de cultivo. "Sin duda, la acumulación de nieve en la cordillera es una buena noticia para la agricultura, ya que asegura el riego canalizado en verano; sin embargo, existen otras áreas, como las zonas de bosque nativo precordillerano, en las que a pesar de las lluvias de este año los árboles secos no han podido recuperarse. Por este año las lluvias y la nieve darán sin duda un respiro al menos a los agricultores", añade Mercado.
"Uno habla de una sequía cuando estás con 25% o más de déficit. Eso es un año seco", explica Garreaud. "Lo que ha sido extraño esta última década es que todos los años seguidos han sido secos. Y esa condición prolongada, al distinguirla de una sequía ordinaria que dura un año, es lo que llamamos la megasequía: una sequía muy extendida", aclara.
Oscar Mercado, director del Programa de Sustentabilidad de UTEM, agrega que una sequía extrema es aquella en la que no existen precipitaciones en un lugar donde sí "La megasequía corresponde a muchos años con las hay regularmente.
precipitaciones bajo las normales para la zona. En el caso de la zona centro norte de nuestro país hemos estado sufriendo de menores precipitaciones desde hace aproximadamente una década, pero no hemos llegado a la ausencia total de precipitaciones. El trasfondo de esto radica en que esto es parte de las consecuencias que el cambio climático traerá a nuestro país", dice Mercado. En la imagen de la Dirección Meteorológica que complementa esta nota, explica Garreaud, podemos apreciar el déficit de precipitación acumulado desde inicios de 2019 hasta el 28 de julio de 2020 en varias ciudades a lo largo de Chile central.
"En Santiago se han acumulado 180 mm, un 22% menos que el promedio para fines de julio (231 mm), pero tres veces más de lo que teníamos en la misma fecha de Garreaud, subdirector del Centro de Investigación del Clima y la Resiliencia.
Los promedios -cabe señalar- son respecto a la condición de los últimos 30 años (entre 1980 y 2010).
Y tal como también se aprecia en la imagen, destaca Garreaud, en La Serena los déficits estaban en 81% y ahora están en 30%. Curicó, que el 2019 estuvo en 70% ahora está en 15% de déficit. A saber: las ciudades del mapa, en orden, son: La Serena, Valparaíso, Santiago, Curicó, Chillán, Concepción y Temuco.
El color verde, explica Garreaud, indica el vigor fotosintético: lo activa que esta la vegetación. Y por eso en el mapa de 2020 se puede notar que la vegetación aumentó en el norte, con las lluvias.
La mayor acumulación de lluvia este invierno, aunque todavía por debajo del promedio histórico, produjo una extensa capa de nieve sobre la cordillera de los Andes. La consecuencia, dice Garreaud, es una mejor provisión de agua para el próximo verano y también un mayor vigor de la vegetación en la zona costera del norte de las regiones de Valparaíso y de Coquimbo.
Estas lluvias han tenido beneficios para paliar los problemas de cultivo. "Sin duda, la acumulación de nieve en la cordillera es una buena noticia para la agricultura, ya que asegura el riego canalizado en verano; sin embargo, existen otras áreas, como las zonas de bosque nativo precordillerano, en las que a pesar de las lluvias de este año los árboles secos no han podido recuperarse. Por este año las lluvias y la nieve darán sin duda un respiro al menos a los agricultores", añade Mercado.