¿Ir o no ir al dentista? Seguro usted, o alguien cercano, se ha hecho esta pregunta en los últimos meses.
El problema es que desde el comienzo de la pandemia, solo se les permitió a las clínicas dentales atender urgencias. Sin embargo, han pasado ya cinco meses desde el primer caso de Covid en el país y, dicen desde el Colegio de Cirujanos Dentistas, los tratamientos dentales que podían esperar, ya no lo pueden hacer. Hablamos de frenillos e incluso de dientes provisorios antes las coronas finales, los que corren riesgo de infección.
El viernes, la Subsecretaría de Salud Pública envió a las secretarías regionales ministeriales de Salud un documento llamado "Instructivo y pauta de chequeo para la fiscalización de salas de procedimientos odontológicos en el contexto de la pandemia Covid-19".
El instructivo, de 21 páginas, es una pauta de chequeo para la fiscalización de salas de procedimientos odontológicos en pandemia y lleva la firma de la subsecretaria Paula Daza.
Es un completo manual que abarca la atención, el uso de implementos de seguridad y el distanciamiento físico. Es bien estricto. Si no se cumple, el centro dental puede ser amonestado e incluso perder su autorización sanitaria para funcionar.
Una de las condiciones que se fiscalizará es que "los casos atendidos cumplen criterio de atención de urgencia, no postergable". De hecho, señala como requisito para funcionar tener "implementado un protocolo de contactabilidad telefónica para determinar la efectiva necesidad del paciente de asistir a la consulta de urgerncia".
Según la norma, son consideradas urgencias: un trauma óseo, infecciones bucales, sangramiento, fracturas y dolor superior a 8 en la escala Eva, que llega hasta 10. También entran en esta categoría las muelas del juicio. Hay otras condiciones un poco más extremas, como operaciones de tumores, por ejemplo.
Sin corona
Para los odontólogos, es demasiado restringido. "Resulta que ahora que se habla del Paso a Paso, y que hay lugares que van a entrar a etapa 4, salió este instructivo que restringe la atención a temas de urgencia y emergencia dental", lamenta Cristian Torres, que trabaja en el hospital Puerto Montt y en clínicas privadas de esa ciudad, que entró a cuarentena la semana pasada. "Eso complica bastante, básicamente porque todo este tiempo hemos estado resolviendo solo urgencias, y ahora, después de casi cinco meses de dejar de atender a los pacientes, ya vemos que los tratamientos se están complicando", agrega."Por ejemplo", dice, "hay pacientes que se estaban haciendo una corona y el diente provisorio se cae y están bien complicados. A esta altura uno debería estar instalando algo definitivo. Los pacientes de ortodoncia, con alambres en la boca que terminan hiriéndole la mejilla, la lengua, la encía, no se considera urgencia".
El doctor Claudio Vergara, presidente del Departamento de Atención Privada del Colegio de Cirujanos Dentistas, apunta: "No puede ser que permitan ir a un mall y no nos dejen hacer un tratamiento dental, es un instructivo anacrónico".
Además, dice que esto genera un problema económico. "Desde que comenzó la pandemia, los dentistas colegiados ganan un 90 por ciento menos que antes, porque han hecho solo urgencias", dice.
El instructivo del Minsal, de 62 puntos a fiscalizar, exige distancia de un metro en salas de espera, señaléticas, sanitización permanente de todo, uso de mascarillas N95, antiparras y la espera 50 minutos entre una atención y otra.