¿Cómo afectaría una explosión en Santiago similar a la ocurrida en el puerto de
Beirut? El tuitero Cristián Figueras lo calculó con ayuda de la herramienta Calc Maps:
desde el cerro Santa Lucía hasta Pudahuel a Las Condes y de Huechuraba hasta
llegar a La Granja. "iTerrible!", escribió.
David Blanco, académico del Departamento de Ciencias de la Construcción de la Utem, estima que "edificios cercanos a los 200 metros de distancia quedarían destruidos porque la magnitud del estallido es muy fuerte para que la pueda soportar una estructura. Mientras más se aleje, los daños disminuyen hasta que solo quedan daños solamente en los edificios. La onda expansiva sería de unos 2 km, hasta el Edificio de la Telefónica".
Rohwedder hace un recorrido imaginario. "Podría colapsar edificio del Bellas Artes, Biblioteca Nacional, las casas centrales de la Universidad Católica y de la Universidad de Chile. También quedarían con deformación estructural los ministerios en el eje Bulnes".
"Los riesgos están en los edificios que tienen cortinas de vidrios, por la onda expansiva y por el fuego, fundamentalmente. Solo las estructuras metálicas tienen riesgo de colapso (por explosión o por incendio) como la Estación Central o la Estación Mapocho, porque el acero a 4000 C no resiste", resalta.
Saragoni acota que "en los edificios nuevos (como los hay en la entrada de Ahumada y los de Matías Causiño) con fachadas de vidrio, la onda expansiva entra y produce daño adentro. Los vidrios y los escombros de la explosión son arrastrados y actúan como esquirlas. Con riesgo vital para las personas".
Coincide Andrés Vito, académico de ingeniería civil de la Universidad San Sebastián. "Hasta en un par de kilómetros a la redonda hay daño en lo no estructural como es el caso de los vidrios. En cuanto a los edificios de menor altura tienen mayor protección. Hay muros, árboles y elementos viales que amortiguan un poco el fenómeno".
Saragoni aporta que "La Moneda está dentro del kilómetro cero y si ponemos la explosión en el Cerro Santa Lucía, lo más probable es que en 20 a 25 cuadras a la redonda haya daños estructurales, pero no severos porque construimos para resistir terremotos con muros estructurales, nuestras construcciones son más resistentes. Los principales daños se darían en los elementos no estructurales: vidrios, volcanitas que separan espacios".
David Blanco acota que "una explosión es un movimiento único en horizontal mientras que un terremoto también es horizontal, pero armónico en ambos sentidos y con una magnitud mucho mayor. Por ejemplo, a 500 metros, un edificio en Beirut queda destruido y en Chile no". Precisa que "la reacción de los edificios depende de los materiales y la construcción, si está compuesta de cortina de vidrios, se va a destruir, pero si son muros de hormigón, pueden soportar mejor el impacto".
Daños kilométricos
"La onda expansiva peligrosa es de un kilómetro a la redonda. Si nos situamos en el cerro Santa Lucía podría llegar hasta la Torre Entel, Avenida Matta, Manuel Manuel Montt y afectaría gran parte de la comuna de Recoleta. Pero la onda expansiva se va a sentir en todo Santiago, 10 kms a la redonda, incluyendo el Costanera Center, por ejemplo", dice Uwe Rohwedder, arquitecto de la Universidad Central.David Blanco, académico del Departamento de Ciencias de la Construcción de la Utem, estima que "edificios cercanos a los 200 metros de distancia quedarían destruidos porque la magnitud del estallido es muy fuerte para que la pueda soportar una estructura. Mientras más se aleje, los daños disminuyen hasta que solo quedan daños solamente en los edificios. La onda expansiva sería de unos 2 km, hasta el Edificio de la Telefónica".
Rohwedder hace un recorrido imaginario. "Podría colapsar edificio del Bellas Artes, Biblioteca Nacional, las casas centrales de la Universidad Católica y de la Universidad de Chile. También quedarían con deformación estructural los ministerios en el eje Bulnes".
Cristales y acero
"Hay que distinguir entre daños estructurales y daños expansivos. Según los daños que se observó en Beirut, los estructurales son de 2 kms, pero los no estructurales como rotura de vidrios, volcanitas y otros alcanzan un radio de 10 km. Santiago tiene un ancho de 1 5 km, podría llegar desde el Santa Lucía hasta Los Dominicos. Muchos vidrios rotos", agrega Rodolfo Saragoni, ingeniero civil de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile."Los riesgos están en los edificios que tienen cortinas de vidrios, por la onda expansiva y por el fuego, fundamentalmente. Solo las estructuras metálicas tienen riesgo de colapso (por explosión o por incendio) como la Estación Central o la Estación Mapocho, porque el acero a 4000 C no resiste", resalta.
Saragoni acota que "en los edificios nuevos (como los hay en la entrada de Ahumada y los de Matías Causiño) con fachadas de vidrio, la onda expansiva entra y produce daño adentro. Los vidrios y los escombros de la explosión son arrastrados y actúan como esquirlas. Con riesgo vital para las personas".
Coincide Andrés Vito, académico de ingeniería civil de la Universidad San Sebastián. "Hasta en un par de kilómetros a la redonda hay daño en lo no estructural como es el caso de los vidrios. En cuanto a los edificios de menor altura tienen mayor protección. Hay muros, árboles y elementos viales que amortiguan un poco el fenómeno".
La Moneda
Rohwedder destaca que Santiago tiene ventajas sobre Beirut y recuerda que desde 1985 todo lo construido está bajo rigurosos estándares antisísmicos. "Las edificaciones sufrirían daños, porque la onda es muy violenta, pero estructuralmente resistirían porque los diseños están hechos para aguantar deformaciones. Cuentan con amortiguadores sísmicos que ante un golpe fuerte la fuerza se disipa".Saragoni aporta que "La Moneda está dentro del kilómetro cero y si ponemos la explosión en el Cerro Santa Lucía, lo más probable es que en 20 a 25 cuadras a la redonda haya daños estructurales, pero no severos porque construimos para resistir terremotos con muros estructurales, nuestras construcciones son más resistentes. Los principales daños se darían en los elementos no estructurales: vidrios, volcanitas que separan espacios".
David Blanco acota que "una explosión es un movimiento único en horizontal mientras que un terremoto también es horizontal, pero armónico en ambos sentidos y con una magnitud mucho mayor. Por ejemplo, a 500 metros, un edificio en Beirut queda destruido y en Chile no". Precisa que "la reacción de los edificios depende de los materiales y la construcción, si está compuesta de cortina de vidrios, se va a destruir, pero si son muros de hormigón, pueden soportar mejor el impacto".