Hay dos razones centrales por las que Lorena Miki (33) no sabe manejar.
Abordaremos la primera de manera muy somera: le da pánico coger el volante y
hacerle daño a algún peatón o animal. "Es un miedo muy irracional", dice.
Y ahora nos centraremos en la segunda: nunca ha sentido una real necesidad de conducir.
"Soy hija única. Mi abuelo me malcrió mucho, me iba a buscar a las fiestas y a todos lados, algo que fue fácilmente hasta los 18 a 19 años. Yo le pedía que no lo hiciera más, que me daba vergüenza", cuenta la panelista de "Abrazo de Gol", del CDF, y conductora de eSports del mismo canal.
A Francisco Javier Lorca, su abuelo, ella lo llamaba PaTa (conjunción entre papá y tata). Él además trabajaba como chofer de una parroquia de Providencia. "Se sabía todas las calles, era un mapa humano", recuerda. Entonces, si Miki sugería tener ganas de emanciparse y aprender a manejar, él siempre le respondía lo mismo: ¿Para qué? Si no hay necesidad ? Él les enseñó a todos en mi familia desde los 12 años, pero a mí no; yo, la guailona, nunca aprendí", relata la periodista, cuyo nombre real es Lorena de la Rosa.
Los recuerdos de esos viajes le quedaron grabados; si ella estaba triste, la llevaba a comer sopaipillas. En los recorridos conversaban sobre fútbol. "Él se sabía todos los partidos de la Universidad Católica. Me trataba como niño, hasta me regaló una pelota. Todo lo que sé sobre ese deporte lo aprendí de él", asegura. Su PaTa falleció hace un par de años.
El rol de conductor designado lo fueron heredando sus ex pololos y sus amigos, quienes se las arreglan para transportarla a todos lados. "Siempre tengo que calzar a alguien, hubo un tiempo en que hice muchos eventos de K-Pop y Animé. Me tocaba viajar fuera de Santiago, no había Uber y un amigo o pololo me iba a buscar", recuerda.
-Pero ahora sí hay Uber y otras aplicaciones, ¿por qué no las usa?
-Sí, las uso harto igual. Pero me entretengo más viajando con amigos, lo pasamos bien y nos reímos todo el rato. Además, me da nervio conversar con gente que no conozco.
-Es como una deuda pendiente aprender a manejar.
-Mi mejor amigo vive cerca y me lleva por todos lados, está de casero y me va a dejar y buscar por la vida. Al pobre ya lo tengo aburrido.
"Cuando me va a pedir que la lleve, me llega el típico mensaje: ¿cómo estás?, con un emoji de carita inocente. Nunca me lo dice directamente", dice, riendo. Las paleteadas son variadas: incluso hasta puede ser ir a buscarla al aeropuerto de madrugada, pero son cosas de la amistad, asegura el empresario. "Cuando me dice si la puedo ayudar con algo, siempre hay espacio porque actualmente uno tiene harto tiempo", sostiene.
El colega: Rodrigo González, humorista y colega/panelista de Lorena en "Abrazo de Gol", de CDF, explica que le ha tocado llevarla varias veces a su casa. "Siempre me calza, pero yo la llevo feliz. Echa la talla, es ameno (andar con ella). Además, sé que le tiene miedo a manejar. Aunque hay veces en que me ha tocado desviarme harto: vivo en Alto Macul y de repente voy hasta Ciudad Empresarial, pero todo bien, llego muerto de hambre a la casa nada más", cuenta.
-¿Cuando consideras que alguien es barsa para llevarlo a casa?
-Si eres el conductor designado, que tu compadre se pase de copas y lo lleves en calidad de bulto a la casa. Una vez entregué así a un amigo y la señora me empezó a retaL iPero si él toma y es un hombre grande! Esa vez, además, me dejó el auto pésimo. Ahí es cuando dices: nunca más.
La amiga . Con la cineasta Andrea Ozuljevich se hicieron amigas para una Comic- Con, convención de personajes de ficción, hace dos años, cuenta Miki. Ese mismo día la llevó a casa después del evento, tónica que persiste en el tiempo.
"Tuvimos una amistad inmediata, nos gusta mucho ir cantando en el auto canciones que nadie conoce de Sailor Moon en español latino", afirma Ozuljevich.
Aunque físicamente no se ven desde inicios de la pandemia, siguen en contacto.
-Dice que la considera una buena copiloto, ¿por qué?
-Yo soy muy exigente; de repente te tocan copilotos que no ponen música, te distraen, que te dicen cómo manejar. Pero lo esencial es que se ponga con comida, aunque sea maní, use el Waze, coloque música y responda el celular si te llaman. Lorena cumple con todo.
-¿Cuál fue el peor copiloto que te ha tocado?
-Un compañero de la universidad que me decía cómo manejar: ahora pasa a segunda, a tercera, etc, y era alguien que ni siquiera sabía conducin Un desagrado
Y ahora nos centraremos en la segunda: nunca ha sentido una real necesidad de conducir.
"Soy hija única. Mi abuelo me malcrió mucho, me iba a buscar a las fiestas y a todos lados, algo que fue fácilmente hasta los 18 a 19 años. Yo le pedía que no lo hiciera más, que me daba vergüenza", cuenta la panelista de "Abrazo de Gol", del CDF, y conductora de eSports del mismo canal.
A Francisco Javier Lorca, su abuelo, ella lo llamaba PaTa (conjunción entre papá y tata). Él además trabajaba como chofer de una parroquia de Providencia. "Se sabía todas las calles, era un mapa humano", recuerda. Entonces, si Miki sugería tener ganas de emanciparse y aprender a manejar, él siempre le respondía lo mismo: ¿Para qué? Si no hay necesidad ? Él les enseñó a todos en mi familia desde los 12 años, pero a mí no; yo, la guailona, nunca aprendí", relata la periodista, cuyo nombre real es Lorena de la Rosa.
Los recuerdos de esos viajes le quedaron grabados; si ella estaba triste, la llevaba a comer sopaipillas. En los recorridos conversaban sobre fútbol. "Él se sabía todos los partidos de la Universidad Católica. Me trataba como niño, hasta me regaló una pelota. Todo lo que sé sobre ese deporte lo aprendí de él", asegura. Su PaTa falleció hace un par de años.
El rol de conductor designado lo fueron heredando sus ex pololos y sus amigos, quienes se las arreglan para transportarla a todos lados. "Siempre tengo que calzar a alguien, hubo un tiempo en que hice muchos eventos de K-Pop y Animé. Me tocaba viajar fuera de Santiago, no había Uber y un amigo o pololo me iba a buscar", recuerda.
-Pero ahora sí hay Uber y otras aplicaciones, ¿por qué no las usa?
-Sí, las uso harto igual. Pero me entretengo más viajando con amigos, lo pasamos bien y nos reímos todo el rato. Además, me da nervio conversar con gente que no conozco.
-Es como una deuda pendiente aprender a manejar.
-Mi mejor amigo vive cerca y me lleva por todos lados, está de casero y me va a dejar y buscar por la vida. Al pobre ya lo tengo aburrido.
Hablan los cercanos
El mejor amigo . Con el empresario Fernando Muñoz, dueño de la empresa @KremosaOficial (de mantequilla de maní) son amigos desde hace 18 años. Es quien con más frecuencia le hace el favor de llevarla de un lado a otro. Responde el teléfono con Miki sentada en el asiento de copiloto: vienen saliendo de una sesión de fotos."Cuando me va a pedir que la lleve, me llega el típico mensaje: ¿cómo estás?, con un emoji de carita inocente. Nunca me lo dice directamente", dice, riendo. Las paleteadas son variadas: incluso hasta puede ser ir a buscarla al aeropuerto de madrugada, pero son cosas de la amistad, asegura el empresario. "Cuando me dice si la puedo ayudar con algo, siempre hay espacio porque actualmente uno tiene harto tiempo", sostiene.
El colega: Rodrigo González, humorista y colega/panelista de Lorena en "Abrazo de Gol", de CDF, explica que le ha tocado llevarla varias veces a su casa. "Siempre me calza, pero yo la llevo feliz. Echa la talla, es ameno (andar con ella). Además, sé que le tiene miedo a manejar. Aunque hay veces en que me ha tocado desviarme harto: vivo en Alto Macul y de repente voy hasta Ciudad Empresarial, pero todo bien, llego muerto de hambre a la casa nada más", cuenta.
-¿Cuando consideras que alguien es barsa para llevarlo a casa?
-Si eres el conductor designado, que tu compadre se pase de copas y lo lleves en calidad de bulto a la casa. Una vez entregué así a un amigo y la señora me empezó a retaL iPero si él toma y es un hombre grande! Esa vez, además, me dejó el auto pésimo. Ahí es cuando dices: nunca más.
La amiga . Con la cineasta Andrea Ozuljevich se hicieron amigas para una Comic- Con, convención de personajes de ficción, hace dos años, cuenta Miki. Ese mismo día la llevó a casa después del evento, tónica que persiste en el tiempo.
"Tuvimos una amistad inmediata, nos gusta mucho ir cantando en el auto canciones que nadie conoce de Sailor Moon en español latino", afirma Ozuljevich.
Aunque físicamente no se ven desde inicios de la pandemia, siguen en contacto.
-Dice que la considera una buena copiloto, ¿por qué?
-Yo soy muy exigente; de repente te tocan copilotos que no ponen música, te distraen, que te dicen cómo manejar. Pero lo esencial es que se ponga con comida, aunque sea maní, use el Waze, coloque música y responda el celular si te llaman. Lorena cumple con todo.
-¿Cuál fue el peor copiloto que te ha tocado?
-Un compañero de la universidad que me decía cómo manejar: ahora pasa a segunda, a tercera, etc, y era alguien que ni siquiera sabía conducin Un desagrado