Salinas recuerda: "Mis caballos estaban arriba, en lugares de difícil acceso... Se iban a morir... Gracias a unos contactos supimos de un joven que había hecho rescates de animales antes. Yo no lo conocía, pero no se perdía nada en llamarlo".
La desesperación llegó hasta el teléfono del joven desconocido por John. Era Pangal Andrade (35), habitante de San José de Maipo, ganador del reality "Año 0" (2011) y adicto a la naturaleza. "Apenas recibí el llamado empecé a organizarme para actuar en el plazo de una semana, llamé a algunos amigos y coordinamos", interviene el aludido Andrade.
La madrugada del martes 28 de julio se cumplió el plazo. Camino a Farellones, un grupo de camionetas 4X4, remolcando motos de nieve llegaron hasta el encuentro del arriero Salinas. "Lo primero que hay que hacer en estos casos es hablar con la gente del lugar, porque son los que mejor conocen el terreno y saben dónde podrían estar los animales. Eso hicimos con John y después de eso avanzamos con las camionetas lo máximo que se podía en el terreno nevado, para al final sacar las motos de nieve", sigue Pangal.
Orlando Saavedra (21), mecánico, fue parte del proceso: "Fue como una odisea, mucha aventura, nosotros nos empezamos a adentrar en la cordillera montados en motos con Pangal. Iba a mucha velocidad, se veía todo blanco, y él se metía entre los cerros. Fueron muchas horas hasta que llegamos a los primeros animales. Estaban todos flacos, desnutridos".
"Ese día rescatamos sólo a tres, vimos a otros muertos en la nieve", retoma Andrade, quien no quedó conforme con esa jornada. "Mis amigos ya no podían continuar con el rescate al otro día, pero yo sí, estaba convencido de que podíamos hacer algo más", agrega.
Al amanecer del miércoles 29 de julio, Pangal Andrade, ya sin equipo de amigos, apareció nuevamente en el lugar con su camioneta y su moto de nieve. Se coordinó con John, algunos familiares de él y otros arrieros. Lo que pasó después de eso aún emociona a sus testigos.
John Salinas toma la palabra: "Ese día rescatamos a 30 caballos... Fue tremendo. Lo que hizo Pangal fue extraordinario. Sin él todos los animales hubiesen muerto de frío. Lo que hizo no lo hace cualquiera. Él no cobró ningún peso, nada. Es realmente admirable".
"Lo más reconfortante es poder sacar a los caballos del lugar donde están muriendo y, por supuesto, ayudar a los arrieros a salvar a sus animales. Nadie los ayuda", retruca Pangal, un real salvador. "En un rescate pudimos sacar 30, pero en otra ocasión fue sobrecogedor ver a un arriero presenciar cómo sus animales estaban enterrados por la nieve. Murieron 17, fue terrible. Por eso si uno puede ayudar, ayuda"
-Es de verdad, Pangal.
-Uno no puede hacer la vista gorda frente a animales que se están muriendo. La primera vez que rescaté animales fue hace dos meses, en San José de Maipo. Con unos amigos vimos animales que estaban muy adentro en la cordillera y logramos salvar a 12 caballitos hermosos. Los llevamos hasta tierras más bajas. Lo importante es que sobrevivieron.
-Al parecer la clave es la moto de nieve.
-No todos tienen una motonieve y hay que utilizarlas bien. Son carísimas. Yo recién a mis 35 años, juntando, juntando, pude tener mi motito de nieve. Poder utilizarla en algo que ayude a la gente, que salve vidas de animales, es súper lindo. Eso alimenta el alma.
-¿Va a seguir haciendo esto?
-Mientras pueda echarle petróleo a mi camioneta, estoy disponible para hacerlo.
Siempre desde las alturas de Lo Barnechea, el arriero John Salinas cierra el artículo con una promesa: "Estar con mis animales hoy es gracias a Pangal. Se lo agradecí y se lo voy a agradecer siempre. Lo espero en el verano con un asado, junto a todos los amigos que vinieron a ayudarnos. Es lo mínimo que merece él y su equipo. Se lo debo por todos mis caballos".
