Una decisión ultra meditada con la almohada, una salida impulsiva o un nuevo
amago de fuga. Los especialistas no se ponen de acuerdo, pero este martes una
noticia bomba cruzó el mundo: Lionel Messi, el astro argentino del FC Barcelona, le
comunicó al club, a través de un burofax, que no quiere formar parte de la plantilla de
la próxima temporada. Coincidencia o no, lo hizo un día después de que el holandés
Ronald Koeman, nuevo DT del Barcelona, le informara a Arturo Vidal, Ivan Rakitic,
Samuel Umtiti y Luis Suárez, su gran partner, que no seguían en el club.
La noticia causó impacto y provocó protestas en el Camp Nou, con un objetivo principal: pedir la renuncia de Josep Maria Bartomeu, presidente del club blaugrana desde 2014, quien en julio ultrajuró que Messi se retiraría en el club catalán. Mucho antes del humillante 8-2 ante Bayern Munich por los cuartos de final de la Champions League y de perder la última liga con Real Madrid.
La crisis se desató, en medio de la reconstrucción con Koeman, y la inminente partida de Leo Messi, después de 731 partidos y 634 goles en Cataluña, generó un mix de emociones, pero el apoyo no se hizo esperar. "Respeto y admiración, Leo. Todo mi apoyo, amigo", le tuiteó Carles Puyol, ex compañero y campeón del mundo con España. Luis Suárez respondió con unos emojis de aplausos. Casi media hora después, y seguramente consciente de la efervescencia de las redes sociales, Arturo Vidal también se hizo presente en Twitter. "Cuando acorralas a un tigre él no se rinde, él pelea!!!", escribió junto a unas fotos y un dibujo de un tigre. Algunos hinchas le dijeron que no era el momento.
El estilista Josep Pons, que fue asesor de imagen de Neymar durante su etapa en Barcelona y es un reconocido hincha catalán, cree que la crisis no es de esta temporada. Dice que el equipo se convirtió en una trituradora de directores deportivos desde 2014 con Andoni Zubizarreta, Robert Fernández, Pep Segura y Éric Abidal. "Es un desastre total. Bartomeu se equivocó mucho en los fichajes y el Barcelona ya no jugaba bien hace rato, desde Luis Enrique, Valverde y después con Quique Setién, que fue un desacierto total", critica Pons.
Koeman y Messi se reunieron hace unos días y hubo una frase que desató el quiebre. "Se terminaron los privilegios en el plantel, hay que hacer todo para el equipo", según Deportes Cuatro.
"Aqui la gente está muy entadada", dice Alex DelmAs, ex jugador, autor de "Messi Táctico" y analista táctico. "Creo que traspasa la parte futbolística, porque evidentemente Messi, aunque pasen los años, es el exponente más importante del Barça, el argumento más valioso. Ya es un tema social. Estamos hablando del mejor jugador de la historia del Barça, que se formó en la cantera y que no acabará retirándose aquí. No es una posición de fuerza de Messi, es una decisión muy meditada, no puede ser producto de una calentura, ni de una sola decisión de la directiva", dice Delmás.
La salida de Suárez fue un detonante. "Le quitaron a su hermano, que además las mujeres son amigas, los niños van al colegio juntos, fue un mensaje para Messi y más por teléfono, mal trato. Yo le doy toda la razón a Messi. El aficionado en su inmensa mayoría está evidentemente con Messi. Messi se ha enfadado de ver en los medios que lo culpaban a él, diciendo que mandaba en los fichajes, que hacía la alineación, es lógico, además ve que no hay un proyecto realmente competitivo y él quiere seguir ganando títulos", agrega Pons.
No todos apoyan a Messi. "Entre Messi y el Barça, que nadie dude que la gente está con el Barça. El error de Messi es mayúsculo si ha creído que de este modo plantea un enfrentamiento entre él y el presidente. Se equivoca porque el socio no está pensando en el presidente sino en el club", dijo Toni Freixa, ex directivo del FC Barcelona y candidato a la presidencia, en TyC Sports.
La noticia causó impacto y provocó protestas en el Camp Nou, con un objetivo principal: pedir la renuncia de Josep Maria Bartomeu, presidente del club blaugrana desde 2014, quien en julio ultrajuró que Messi se retiraría en el club catalán. Mucho antes del humillante 8-2 ante Bayern Munich por los cuartos de final de la Champions League y de perder la última liga con Real Madrid.
La crisis se desató, en medio de la reconstrucción con Koeman, y la inminente partida de Leo Messi, después de 731 partidos y 634 goles en Cataluña, generó un mix de emociones, pero el apoyo no se hizo esperar. "Respeto y admiración, Leo. Todo mi apoyo, amigo", le tuiteó Carles Puyol, ex compañero y campeón del mundo con España. Luis Suárez respondió con unos emojis de aplausos. Casi media hora después, y seguramente consciente de la efervescencia de las redes sociales, Arturo Vidal también se hizo presente en Twitter. "Cuando acorralas a un tigre él no se rinde, él pelea!!!", escribió junto a unas fotos y un dibujo de un tigre. Algunos hinchas le dijeron que no era el momento.
El estilista Josep Pons, que fue asesor de imagen de Neymar durante su etapa en Barcelona y es un reconocido hincha catalán, cree que la crisis no es de esta temporada. Dice que el equipo se convirtió en una trituradora de directores deportivos desde 2014 con Andoni Zubizarreta, Robert Fernández, Pep Segura y Éric Abidal. "Es un desastre total. Bartomeu se equivocó mucho en los fichajes y el Barcelona ya no jugaba bien hace rato, desde Luis Enrique, Valverde y después con Quique Setién, que fue un desacierto total", critica Pons.
Koeman y Messi se reunieron hace unos días y hubo una frase que desató el quiebre. "Se terminaron los privilegios en el plantel, hay que hacer todo para el equipo", según Deportes Cuatro.
"Aqui la gente está muy entadada", dice Alex DelmAs, ex jugador, autor de "Messi Táctico" y analista táctico. "Creo que traspasa la parte futbolística, porque evidentemente Messi, aunque pasen los años, es el exponente más importante del Barça, el argumento más valioso. Ya es un tema social. Estamos hablando del mejor jugador de la historia del Barça, que se formó en la cantera y que no acabará retirándose aquí. No es una posición de fuerza de Messi, es una decisión muy meditada, no puede ser producto de una calentura, ni de una sola decisión de la directiva", dice Delmás.
La salida de Suárez fue un detonante. "Le quitaron a su hermano, que además las mujeres son amigas, los niños van al colegio juntos, fue un mensaje para Messi y más por teléfono, mal trato. Yo le doy toda la razón a Messi. El aficionado en su inmensa mayoría está evidentemente con Messi. Messi se ha enfadado de ver en los medios que lo culpaban a él, diciendo que mandaba en los fichajes, que hacía la alineación, es lógico, además ve que no hay un proyecto realmente competitivo y él quiere seguir ganando títulos", agrega Pons.
No todos apoyan a Messi. "Entre Messi y el Barça, que nadie dude que la gente está con el Barça. El error de Messi es mayúsculo si ha creído que de este modo plantea un enfrentamiento entre él y el presidente. Se equivoca porque el socio no está pensando en el presidente sino en el club", dijo Toni Freixa, ex directivo del FC Barcelona y candidato a la presidencia, en TyC Sports.