Una fecha contextual a nivel planetario trasladó a Savka Pollak (46) hasta un
período temporal que todavía añora. En medio de la Semana Mundial de la Lactancia
Materna, que se extiende hasta este viernes y que levanta tanto la ONU como la
UNICEF en pro del proceso descrito, la ex Miss Chile 1993 y antiguo rostro televisivo
recordó parte de su historia. También la de Laura, su cuarta y última hija, de cinco
años.
A través de Instagram (SavkaPollak, 46,7 mil seguidores), siempre en conmemoración al asunto, ella ofreció 5 imágenes junto a su retoña, en las que se veía amamantándola en distintos sitios y en distintas edades. Savka se expresa: "La lactancia con Laura fue distinta a todas las que tuve con mis otros tres hijos más grandes. Yo fui mamá a los 24, a los 27 y a los 29 años. Y a ellos les daba leche pero acompañada siempre de relleno, lo que en ese minuto era fantástico porque no dependía tanto de mí la cuestión. En ese tiempo no había tanta información sobre la relevancia de la lactancia materna, lo que vine a confirmar con la Laura".
-¿Qué pasó?
-Fue diferente la lactancia de Laura primero porque resultó y fue muy extensa. Yo hasta los cuatro años le di pechuga a la Laurita. Y en mi historia personal, yo, que había tenido tres hijos, lo que más había dado de forma exclusiva eran 15 días seguidos. Y me ayudaba con rellenos.
-¿A Laurita la amamantó cuatro años?
-Sí, a veces fue difícil continuar, pero muchas personas me apoyaron. Y bueno, antes de Laura al hijo que más le había dado de forma no exclusiva era por 6 meses, pero le daba algunos minutos y después pura mamadera. Y las diferencias que yo vi fueron notables entre mis tres hijos y Laura.
Según Savka, el hecho de amamantar tanto tiempo a su última heredera redundó en su salud. "Con mis hijos mayores me la pasé andando en la clínica, para arriba y para abajo, hay evidencia científica que así lo respalda. Te podría buscar los libros con los doctores. Me la pasé de bronquitis en bronquitis, comprando inhaladores, medicamentos, contratando gente, pasando noches en vela con los cabros enfermos".
-¿Y con Laura?
-Con la Laura pasé noches en vela pero con la pechuga afuera, pero casi nunca enferma. Su historial médico es un libro blanco, está vacío. Con suerte, en 5 años, sufrió fiebre dos veces. De hecho, es chistoso porque como ella no está acostumbrada a ir al doctor, ve ir a una consulta como ir a morir. Nunca ha tomado, ponte tú, un antibiótico. No se resfría.
-¿A qué cree que se debe?
-O sea, yo lo tengo clarísimo. Eso se debe a que en el fondo a través de mi leche ella recibió todos los anticuerpos de los 40 años que llevo viviendo acá.
"Laura es una niña sana y contenta, su mamá es muy dedicada a ella, claramente se ha enfermado muy poco", aporta Marcial Osorio, profesional de Clínica Alemana y pediatra de la niña en cuestión.
-Doctor, Savka Pollak dice que Laura se enfermó menos que sus otros hijos porque la amamantó más.
-A pesar de que la leche materna siempre ayuda, esa visión es un poco romántica. Es muy difícil sacar conclusiones con sólo un niño. La salud es multifactorial, depende de muchos elementos biográficos. En todo caso evidentemente la leche materna, además de producir apego, tiene factores protectores inmunológicos que harán que si se enferma la guagua la reacción sea más suave.
Hernán Villalón, neonatólogo de Clínica Las Condes, agrega que "además de ser un alimento con todos los nutrientes que necesita el bebé, la leche materna tiene un rol inmunomodulador que es fundamental en los primeros meses de vida". "Eso quiere decir que potencia la inmunidad", complementa.
-Sr. Villalón, Savka Pollak amamantó a su hija por 4 años.
-Esa práctica no tiene contraindicación. Lo mínimo sería 6 meses y la Academia Americana de Pediatría recomienda hasta los 2 años de vida.
A través de Instagram (SavkaPollak, 46,7 mil seguidores), siempre en conmemoración al asunto, ella ofreció 5 imágenes junto a su retoña, en las que se veía amamantándola en distintos sitios y en distintas edades. Savka se expresa: "La lactancia con Laura fue distinta a todas las que tuve con mis otros tres hijos más grandes. Yo fui mamá a los 24, a los 27 y a los 29 años. Y a ellos les daba leche pero acompañada siempre de relleno, lo que en ese minuto era fantástico porque no dependía tanto de mí la cuestión. En ese tiempo no había tanta información sobre la relevancia de la lactancia materna, lo que vine a confirmar con la Laura".
-¿Qué pasó?
-Fue diferente la lactancia de Laura primero porque resultó y fue muy extensa. Yo hasta los cuatro años le di pechuga a la Laurita. Y en mi historia personal, yo, que había tenido tres hijos, lo que más había dado de forma exclusiva eran 15 días seguidos. Y me ayudaba con rellenos.
-¿A Laurita la amamantó cuatro años?
-Sí, a veces fue difícil continuar, pero muchas personas me apoyaron. Y bueno, antes de Laura al hijo que más le había dado de forma no exclusiva era por 6 meses, pero le daba algunos minutos y después pura mamadera. Y las diferencias que yo vi fueron notables entre mis tres hijos y Laura.
Según Savka, el hecho de amamantar tanto tiempo a su última heredera redundó en su salud. "Con mis hijos mayores me la pasé andando en la clínica, para arriba y para abajo, hay evidencia científica que así lo respalda. Te podría buscar los libros con los doctores. Me la pasé de bronquitis en bronquitis, comprando inhaladores, medicamentos, contratando gente, pasando noches en vela con los cabros enfermos".
-¿Y con Laura?
-Con la Laura pasé noches en vela pero con la pechuga afuera, pero casi nunca enferma. Su historial médico es un libro blanco, está vacío. Con suerte, en 5 años, sufrió fiebre dos veces. De hecho, es chistoso porque como ella no está acostumbrada a ir al doctor, ve ir a una consulta como ir a morir. Nunca ha tomado, ponte tú, un antibiótico. No se resfría.
-¿A qué cree que se debe?
-O sea, yo lo tengo clarísimo. Eso se debe a que en el fondo a través de mi leche ella recibió todos los anticuerpos de los 40 años que llevo viviendo acá.
"Laura es una niña sana y contenta, su mamá es muy dedicada a ella, claramente se ha enfermado muy poco", aporta Marcial Osorio, profesional de Clínica Alemana y pediatra de la niña en cuestión.
-Doctor, Savka Pollak dice que Laura se enfermó menos que sus otros hijos porque la amamantó más.
-A pesar de que la leche materna siempre ayuda, esa visión es un poco romántica. Es muy difícil sacar conclusiones con sólo un niño. La salud es multifactorial, depende de muchos elementos biográficos. En todo caso evidentemente la leche materna, además de producir apego, tiene factores protectores inmunológicos que harán que si se enferma la guagua la reacción sea más suave.
Hernán Villalón, neonatólogo de Clínica Las Condes, agrega que "además de ser un alimento con todos los nutrientes que necesita el bebé, la leche materna tiene un rol inmunomodulador que es fundamental en los primeros meses de vida". "Eso quiere decir que potencia la inmunidad", complementa.
-Sr. Villalón, Savka Pollak amamantó a su hija por 4 años.
-Esa práctica no tiene contraindicación. Lo mínimo sería 6 meses y la Academia Americana de Pediatría recomienda hasta los 2 años de vida.