La modelo se instaló en septiembre del año pasado con su pololo Cristóbal González, que está haciendo un magíster de ingeniería financiera en la Universidad de Nueva York. "Hemos sido súper estrictos para cuidarnos", asegura Trini. "Pasamos casi cuatro meses de encierro total. íbamos cada tres semanas al supermercado, que nos queda en la esquina, para comprar. De vuelta desinfectábamos todo, nos duchábamos y cambiábamos de ropa. Ahora, aunque la situación mejoró mucho y hay pocos contagios, nos seguimos cuidando. Acá no es obligatorio usar mascarilla en la calle, pero nosotros sí la usamos. Cristóbal está haciendo la práctica y yo volví a trabajar", suma.
-¿Cómo ha sido este retorno?
-Yo trabajo con la agencia Supreme que actúa como si fuera mi mánager: me mueve y me manda a casting para que los clientes de distintas marcas me conozcan. Antes de la pandemia había días que tenía hasta tres casting. Con la pandemia ya no se hacen casting presenciales. La agencia manda el book con mis fotos y después la marca me hace una videollamada.
-¿Y las sesiones de fotos?
-Las condiciones han cambiado bastante. De partida han reducido al mínimo la cantidad de gente presente en el set. Están tratando de hacer la mayoría de las sesiones al aire libre o en las calles. Cuando son encerradas en estudios todos están con guantes, mascarillas y toallitas para limpiar a cada rato las superficies. Ponte tú, tuve que hacer fotos para una marca que instaló paneles de acrílico para que la gente estuviera aislada en su área. Nadie se acerca. La estilista me pasaba la ropa a través de una especie de ventanita con un brazo metálico, tuve que maquillarme yo y el fotógrafo me daba instrucciones desde lejos. La maquilladora me mostró antes los productos que estaban sellados nuevos. Cuando terminamos tuve que dejar la ropa en un perchero para que la sanitizaran.
-¿Se habla de cuándo podrían volver a hacer desfiles de moda?
-Los desfiles son bastante caóticos porque reúnen a mucha gente: modelos, estilistas, maquilladores, peluqueros, productores. Creo que va a ser difícil que vuelvan a hacer uno antes que descubran la vacuna, porque es muy dífícil mantener el distanciamiento social en los desfiles. Las sesiones de fotos se pueden hacer con equipos más reducidos.
-¿Es raro trabajar así?
-No. Todas las medidas que se están tomando me parecen muy ad hoc al momento y hemos funcionado muy bien así. Seguimos demorándonos lo mismo. Me parece fantástico haber vuelto a trabajar. Aunque aproveché el encierro para hacer algo que sabía que requería tiempo y dedicación y que hace mucho quería hacer: aprender un tercer idioma, que es el italiano. Me devoré el curso que estaba pensado para dos meses. Yo lo hice en 10 días.