Actualmente Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia: suma más
de 5,9 millones de contagios en total y más de 182.000 fallecidos. Pero esto no ha
sido impedimento para la reanudación de las clases presenciales en distintos
establecimientos educacionales a lo largo del territorio, luego de que el presidente
Donald Trump decretara el inicio de esta etapa hace unas semanas.
Es el caso de la Universidad de Alabama, ubicada en la ciudad de Tuscaloosa, fundada en 1831 y que registra más de 38.000 estudiantes inscritos. Este plantel reanudó sus clases el pasado 19 de agosto, combinando la modalidad online y también presencial. Se calcula que más de 20.000 estudiantes han viajado desde su casas estas últimas semanas para llegar a Tuscaloosa.
Pese a la gradualidad del regreso a las aulas, la U. de Alabama (UA) reportó este viernes 1.043 estudiantes y 166 empleados que habían dado positivo por coronavirus. Según el "Daily Mail", en solo tres días -entre el 25 y el 27 de agosto- se reportaran 481 nuevos casos en el establecimiento.
Ricky Friend, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UA, informó a través de un comunicado que ningún estudiante había tenido que ser hospitalizado; la universidad, dijo, contaba con las medidas necesarias para hacer frente al Covid-1 9, además de dejar en claro que no existe evidencia de que el virus se haya transmitido durante las clases presenciales.
Pero el presidente de la universidad, Stuart R. Bell, fue más duro: en un comunicado anunció la tajante decisión de que, en caso de que no se respeten las medidas sanitarias, los estudiantes podrían ser suspendidos del plantel.
"A pesar de las sólidas pruebas, la capacitación, las medidas de salud y seguridad que implementamos cuidadosa y claramente, existe un aumento inaceptable de casos positivos de Covid-19 en nuestro campus (...) Completar el semestre de otoño juntos es nuestra meta. El margen de error se está reduciendo. Ahora es el momento de actuar, comprometerse a protegerse y responsabilizarse mutuamente", recalcó.
Según la revista "Time", más de 300 estudiantes habían dado positivo durante las pruebas de ingreso a la sede de Tuscaloosa antes de iniciar las clases; entonces, no se les permitió presentarse en el campus de forma presencial.
Pese a las precauciones, el actual brote ha generado la inquietud general en EE.UU.: ¿será prudente, en el actual contexto, fomentar el viaje de millones de universitarios cruzando por todo el territorio para regresar a clases?
Es el caso de la Universidad de Alabama, ubicada en la ciudad de Tuscaloosa, fundada en 1831 y que registra más de 38.000 estudiantes inscritos. Este plantel reanudó sus clases el pasado 19 de agosto, combinando la modalidad online y también presencial. Se calcula que más de 20.000 estudiantes han viajado desde su casas estas últimas semanas para llegar a Tuscaloosa.
Pese a la gradualidad del regreso a las aulas, la U. de Alabama (UA) reportó este viernes 1.043 estudiantes y 166 empleados que habían dado positivo por coronavirus. Según el "Daily Mail", en solo tres días -entre el 25 y el 27 de agosto- se reportaran 481 nuevos casos en el establecimiento.
Ricky Friend, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UA, informó a través de un comunicado que ningún estudiante había tenido que ser hospitalizado; la universidad, dijo, contaba con las medidas necesarias para hacer frente al Covid-1 9, además de dejar en claro que no existe evidencia de que el virus se haya transmitido durante las clases presenciales.
Pero el presidente de la universidad, Stuart R. Bell, fue más duro: en un comunicado anunció la tajante decisión de que, en caso de que no se respeten las medidas sanitarias, los estudiantes podrían ser suspendidos del plantel.
"A pesar de las sólidas pruebas, la capacitación, las medidas de salud y seguridad que implementamos cuidadosa y claramente, existe un aumento inaceptable de casos positivos de Covid-19 en nuestro campus (...) Completar el semestre de otoño juntos es nuestra meta. El margen de error se está reduciendo. Ahora es el momento de actuar, comprometerse a protegerse y responsabilizarse mutuamente", recalcó.
El regreso, el rebrote
El Departamento de Policía de Tuscaloosa se había asociado a los encargados de seguridad de la universidad para monitorear bares, restaurantes y residencias fuera del campus donde no se respeten las medidas sanitarias. El lunes pasado, el alcalde de Tuscaloosa, Walt Maddox, ordenó el cierre de los bares durante dos semanas para frenar la propagación del virus.Según la revista "Time", más de 300 estudiantes habían dado positivo durante las pruebas de ingreso a la sede de Tuscaloosa antes de iniciar las clases; entonces, no se les permitió presentarse en el campus de forma presencial.
Pese a las precauciones, el actual brote ha generado la inquietud general en EE.UU.: ¿será prudente, en el actual contexto, fomentar el viaje de millones de universitarios cruzando por todo el territorio para regresar a clases?