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Así fue la emotiva reapertura del restaurante de Ennio Carota
El miércoles 18 de marzo, el restaurante "Pastamore", ubicado en Vitacura, cerró sus puertas por el inicio de la cuarentena. Doce días después, Marisa Sotelo le dijo a su pareja hace 15 años y también socio en el local de pastas, el chef italiano Ennio Carota, "tenemos que hacer algo: vamos a vender platos congelados y si prende seguimos con preparaciones de nuestra carta".

La idea se materializó a principios de abril y muy pronto los siguieron otros restaurantes del sector oriente de Santiago. Finalmente, gracias al avance de Vitacura en el plan "Paso a paso", el local reabrió sus puertas este sábado 5. De todos modos, Marisa dice que seguirán haciendo delivery, al menos, durante un tiempo (@pastamorespa en Instagram).

"Estamos usando el 25% de la capacidad de Pastamore , tal como dicen las normas sanitarias. Esto es una prueba de ensayo y error. No sabemos cómo nos va a ir. El delivery debería ir bajando cuando el aforo sea más grande. La gente siempre prefiere salir a comer a un restaurante", señala la abogada y asesora de imagen argentina, que ha estado organizando este retorno casi sola. "Ennio está grabando un programa para Chilevisión y está muy ocupado en eso", explica.

Por las normas sanitarias, Marisa redujo el personal del local al mínimo: "Estamos con tres cocineros y dos garzones. No queremos que nadie se contagie, todos tenemos familia acá. Yo me encargo de ordenar las reservas para ojalá alcanzar a hacer dos rondas al almuerzo y dos rondas en la comida y organizar los delivery. Siempre me he encargado de la atención al cliente. Pero ahora me está tocando hacer de todo. Desde lavar la copería hasta limpiar los baños, porque además soy obsesiva con la limpieza. Estoy echando alcohol y amonio cuaternario a cada momento. Esto es una Pyme familiar. Ahora toca poner el hombro".

-En Instagram, con Ennio contaron que los emocionó mucho esta reapertura, Marisa.
-Llevo cinco meses full, este año justo se me ocurrió poner otra Pyme de asesoría de imagen, y además he estado muy demandada por mis hijos (Rocco y Tiziano, de 13 y 11 años) y sus deberes escolares. No he parado. El sábado, cuando vi las mesas puestas y los garzones con sus mascarillas listos para atender, no aguanté y me fui al baño a lloran Ennio estaba grabando, así que me quedé ahí un rato. Sentí algo parecido a cuando inauguramos el restaurante hace ocho años. Lloré de emoción, de constatar que el esfuerzo siempre vale la pena, porque en algún momento llega la recompensa. Yo soy muy agradecida de lo que tenemos y una convencida de que hay que seguir dando la pelea. Con Ennio hacemos un buen equipo. Él es el artista, el que hace los platos, el volado. Yo soy la estructura, la base, la tierra".

-¿Y usted, Ennio, cómo se sintió con esta reapertura?
-Me siento muy emocionado, tal como Marisa. Esto es como volver a empezar. Con Marisa somos conservadores. Nos gusta hacer las cosas de menor a mayor y queremos esperar un poco a ver cómo evoluciona el tema. Todos queremos regresar a nuestra vida de antes, pero estamos conscientes de que debemos cuidarnos para no retroceder.

-Se viene el 18...
-La verdad es que estoy muy expectante de cómo se comportará la gente este 18 de septiembre. Ojalá no enloquezca y tengamos que volver a hacer cuarentena.

-¿Cómo ha visto a Marisa al frente del restaurante?
-A Marisa la veo cansada, pero haciéndose cargo de todo. Ella ve y organiza todo. A veces me preocupa un poco. Es un lujo tenerla a mi lado, ella es la que empuja la máquina.

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