El sábado y el domingo, una adolescente de 13 años había sido duramente golpeada por su padre, con quien vivía sólo desde hacía tres meses, en San José de Maipo. Luego de la última agresión la dejó encerrada en un dormitorio, sola y por eso ella decidió llamar pidiendo ayuda al fono 133 de Carabineros.
"Lloraba la niña, bien asustada, no sabía dónde estaba. Acá tratamos de sacarle la información de su domicilio. Como no sabía, le consultamos conforme a las instrucciones que mantenemos acá, que viera su ubicación por el GPS si es que su celular tenía señal y, como tenía, le tomaba la calle El Cerro con el Pasaje 1 en San José de Maipo", recuerda el suboficial mayor Luis Medina Meyer, quien atendió la desesperada llamada.
La joven, quien se encontraba en shock, recordaba que había una barbería muy cerca de la casa donde estaba encerrada. Pero lo principal, según Medina, es que pese a su alterado estado emocional, el policía mantuvo siempre a la niña en línea.
"Conversamos con ella, se le contuvo", dice.
Mientras tanto, un radiopatrullas de la subcomisaría local intentaba dar con la casa descrita por la muchacha.
El funcionario explica que mantuvo siempre la calma frente a la situación, ya que se les capacita permanentemente en estos casos límites.
"Lo importante era mantenerla tranquila a ella, darle la seguridad de que los carabineros iban a llegar al domicilio donde se encontraba, obviamente que no llegara el papá en ese momento, porque la iba a sorprender llamándonos y tal vez la iba a seguir agrediendo", recuerda.
El mayor Luis Pinochet, jefe de servicio de la Central de Comunicaciones (Cenco), explica que el entrenamiento es permanente para todo el personal de los turnos.
"(Los despachadores) están capacitados para que, a la mínima señal que la víctima entregue, puedan ir más allá para saber lo que está pasando, despachar al personal y mantener a la víctima lo más que se pueda en la llamada telefónica", describe.
Cuando regresó el progenitor, que tiene antecedentes penales, los policías lo estaban esperando y detuvieron. Junto con ello, le incautaron restos de cannabis.
La joven debió constatar sus lesiones en la posta de San José de Maipo.
La fiscal jefa de flagrancia de la Fiscalía Metropolitana Sur, Nadia Mondiglio, detalla que el sábado 19 la adolescente había ido a Puente Alto: "Su padre la fue a buscar y agredió con golpes de puño en la boca y brazos, lo que reitera el domingo 20".
Por eso que la fiscalía formalizó al padre de la joven, de 36 años, por lesiones leves en el contexto de violencia intrafamiliar la tarde de este lunes. El hombre quedó con prohibición de acercarse a su hija y con la obligación de someterse a un tratamiento terapéutico contra la violencia.
El tribunal determinó también que, durante todo este tiempo, la joven esté a cargo y resida en la casa de su abuela materna.