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polilla

Ya están chocando contra las ventanas o revoloteando en los pasillos del edificio. La primavera es la época en que las mariposas nocturnas, aquellas que sienten atracción por la luz, ya han llegado a su etapa adulta y salen de la vegetación a buscar pareja. Este año, sin embargo, su aparición ha sido más numerosa que en el anterior.

"Tal como ocurre con las mariposas, las polillas tienen ciclos de vida y hay periodos en los cuales están inactivas. A diferencia de otros años, las condiciones climáticas del 2020 favorecieron su proliferación. Las lluvias de invierno fueron claves para que la vegetación de los parques o las plantas donde habitan tuvieran las condiciones óptimas", explica Esteban Basoalto, doctor en Entomología, Académico del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile.

La humedad provocada por la lluvia favorece la vegetación que sirve de alimento a las polillas y, de esa manera, los huevos no mueren como ocurre en periodos más secos. En tiempos fríos, las polillas son una especie de larvas y según su tipo, comúnmente viven este proceso en árboles, plantas y raíces.

"En primavera, las polillas comienzan a visualizarse más debido a que terminaron su periodo de receso o inactividad, que ocurre en épocas de frío. A medida que el calor aumenta, completan su desarrollo, se activan y empiezan a aparecer en su forma adulta para buscar pareja reproductiva. No viven mucho más que un par de semanas; se termina el ciclo de los adultos tras poner sus huevos y dan origen a uno nuevo", agrega Tomislav Curkovic, doctor en Entomología y académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.

Estas mariposas nocturnas cumplen un rol importante en el ecosistema: al igual que las abejas son polinizadoras y a su vez, sirven de alimento para otros animales.

"Las polillas tienen un rol polinizador, pese a que normalmente no las vemos, ellas buscan el néctar de las flores y lo movilizan de una planta a otra. Hay muchas flores que presentan floración nocturna, por ejemplo, la flor de la chirimoya necesita ser polinizada y las polillas cumplen ese rol junto a los coleópteros. Además, muchas aves las incorporan en su dieta, por ende, no se recomienda exterminarlas porque no transmiten ninguna enfermedad, sólo son atraídas por la luz", destaca Cristián Villagra, doctor en Ecología y docente del Instituto de Entomología de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.

"No representan ningún daño para las personas. La forma de evitarlas es mantener las luces apagadas en lugares donde haya ventanas o puertas abiertas", sugiere Basoalto.

Otras variedades

No todas las polillas son iguales. Los especialistas aclaran que hay miles de tipos, pero las más habituales en las ciudades chilenas son las Noctuidae (ya descritas), las Tineidae , que se comen la ropa y las Pyalidae, que son las que habitan en la despensa.

"Las Tineidae se alimentan de fibra vegetal, por eso, lo mejor para impedir que esto ocurra es mantener la ropa almacenada idealmente al vacío", advierte Curkovic.

"Las Pyalidae dejan sus huevos en cereales o avena; lo mejor es mantener los alimentos bien cerrados o en envases herméticos para evitar que entren", añade Villagra.

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