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Esta casona en Puerto Montt ahorra 80% de energía en iluminar y calefaccionar
Mediante una ceremonia virtual, este miércoles se entregó el Premios CES Certificación Edificio Sustentable-, que reconoce a las construcciones de uso público que logran bajar significativamente su consumo energético con un buen diseño y uso de materiales de construcción.

El primer premio lo obtuvo el Centro Clínico y Comunitario Universidad Austral de Chile, ubicado en Puerto Montt. Inaugurado en febrero de este año, fue creado para la atención de personas con consumo problemático de sustancias. Fue el edificio que más puntos sacó de los presentados ante CES precisamente por su gran desempeño en cuanto al confort pasivo, ya que logró reducir el requerimiento energético en 80%.

"El programa certifica edificios que tienen características de diseño que permiten conseguir una operación sustentable y mantener una temperatura adecuada sin enchufar nada", explica en simple Hernán Madrid, jefe de certificación CES en el Instituto de la Construcción.

Los expertos definen este objetivo ideal como confort técnico pasivo.
"Confort técnico pasivo implica que, sin encender ningún equipo de climatización y sólo con las características del edificio, puedes estar con una temperatura adecuada y un rango de confort que -aunque varía según la zona- va entre los 20 y 24 grados. Sólo con ventanas, radiación solar y características propias de diseño", agrega Madrid.

¿Cómo lo hicieron en Puerto Montt? Explica Gabriel Muñoz, arquitecto de M&H Arquitectos y director del proyecto ganador: "Cuando se empieza el proyecto se hacen evaluaciones dinámicas en un software donde se trabajan distintos escenarios, algunos sin aislación térmica, con vidrio simple y una ventana con aluminio, por ejemplo. Esa evaluación determina la cantidad de energía a consumir".

A esa base se van aplicando virtualmente las medidas de mitigación de frío, como puede ser más aislamiento, otro tipo de ventanas, aislamiento en piso y cubierta, y se compara el consumo energético.

La casona, de 800 metros cuadrados, usa corredores techados para proteger las puertas del viento y del y así evitar que el edificio pierda calor a través de ellas.

El diseño también aprovechó la luz solar a través de tragaluces, lo que permitió que el 76% de los espacios se iluminen con ella.

"El uso de la iluminación natural se maneja a través de las ventanas y su ubicación, ya que se diseñan para una altura y apertura que contribuya a su uso. A eso se suman las lucarnas, que son espacios abiertos en el techo, y que de manera natural, o con dispositivos especiales, traspasan la iluminación por un espacio con espejos y conduce la iluminación natural hacia el edificio", explica Madrid.

Y aunque todo esto parece lejano, varias de estas medidas se usan ya en la construcción de edificios y casas, a un mayor costo, pero reduciendo significativamente el consumo operativo.

"Si bien la construcción de la vivienda puede subir entre 5 y 20%, una vivienda que consume $300.000 en recursos energéticos al mes, por ejemplo, con estas medidas de mitigación puede reducirlos a $50.000. Entonces la inversión es mayor, pero se recupera siempre", agrega Muñoz.

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