Luego de tres horas de audiencia este lunes el Cuarto Juzgado de Garantía de
Santiago rechazó la solicitud de la defensa de Hernán Calderón hijo para modificar la
medida cautelar de prisión preventiva, que cumple en el área de salud del penal
Santiago 1, por arresto domiciliario total. El joven lleva 20 días imputado por los
delitos de parricidio frustrado, lesiones en el contexto de violencia intrafamiliar,
daños en contra de su padre, Hernán Calderón Salinas, y tenencia ilegal de armas.
Lo que quería lograr la defensa de Calderón hijo en esta audiencia era que se recalificaran los hechos, después de que, el lunes pasado, Calderón padre pidiera al tribunal recalificar el delito de parricidio frustrado a lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar.
La jueza, Mariana Leyton Andaur, rechazó la solicitud y al resolver comentó que "es un hecho que las víctimas suelen retractarse, no sólo por temor sino que también por el amor filial". Y agregó que la necesidad de cautela del hijo de Raquel Argandoña en el centro penitenciario "no solamente surge por la calificación jurídica en relación con los hechos, sino que por la multiplicidad de ellos: la utilización de armas, el imputado tiene un evidente descontrol de impulsos, tenía armas de fuego registradas a su nombre, efectuó amenazas con ellas. Tenía armas cortopunzantes y realizó con ellas distintos actos que generaron lesiones y daños. Además, consta la declaración de familiares y otros hechos de amenazas, por lo que no sólo es la seguridad de la víctima la que se encuentra en peligro, sino que de toda su familia y también la seguridad de toda la sociedad".
La decisión vino pese a la declaración que desarrolló en la audiencia de este lunes Calderón padre por más de 15 minutos tratando de apoyar la idea de aminorar los cargos en contra de su hijo.
El testimonio del abogado partió así: "Yo intervengo en doble calidad de víctima y querellante. En ese contexto no he sido presionado ni estoy actuando en mi condición de padre". Y luego se refirió a los hechos.
Sobre la amenaza con un arma mientras él se daba un baño de tina, dijo: "Hernán Calderón Argandoña vivía hasta ese día en mi casa, él no vino con un arma que traía de afuera. Él entró a su caja de fondos que está en su dormitorio, toma esta arma, se dirige al baño, me apunta desde la puerta del baño. Me emplazó, y en el momento que iba a disparar, dispara hacia el otro dormitorio, hacia un espejo del dormitorio principal".
En la querella interpuesta el 16 de agosto por parricidio frustrado, el papá de Kel Calderón detalló que "(su hijo) ingresa al baño del dormitorio en un evidente estado de descontrol, apuntando la boca del arma hacia mi pecho diciendo: Te voy a matar . Miró hacia el interior de la pieza, luego nuevamente a mí con actitud de apretar el gatillo. En el último momento giró el arma hacia la izquierda, jalando el gatillo".
Acerca de los últimos hechos del 11 de agosto, cuando Hernán Calderón hijo llega con un corvo al departamento de su padre, Salinas aseguró que "descubrimos por las cámaras que cuando llega a mi vivienda va con un envase de líquido de frenos y lo tira encima de mi automóvil. ¿Qué persona que va a cometer un parricidio al doceavo piso va a dañar un vehículo el cual yo nunca iba a saber que lo hizo?".
En cuanto a las lesiones que calificaron los hechos de ese día como parricidio frustrado, Calderón padre acercó la mano izquierda a la cámara de su computador señalando: "Fueron dos rasguños, no hubo una herida y mi mano derecha tiene una herida de absolutamente menor gravedad. Tengo todos mis dedos funcionando". Y agregó mostrando la funda del corvo con que su hijo lo atacó que "esta es la hoja del corvo, mide de 8 a 10 centímetros. Si mi hijo hubiera venido a cometer parricidio me habría hecho un corte en el cuerpo; yo no tengo nada ni en la cara, ni el cuello, ni en el cuerpo".
En la declaración anterior de la querella, Calderón señaló sobre este episodio: "Me ataca de frente, intentando apuñalarme en el estómago, fallando sólo por mi reacción (...) Procede a apuñalar múltiples veces mi mano derecha, intentando desgarrar la mayor cantidad de tejido posible de mi mano, con el fin, asumo, de amputarla".
Finalmente la ex pareja de Raquel Argandoña expuso su solicitud "de recalificación del hecho de parricidio frustrado porque tengo la absoluta convicción de que el imputado, mi hijo, no vino a matarme".
En el primer testimonio Calderón aducía que "los actos de ese día no tuvieron nunca un carácter casual, considero que fue absolutamente planificado y de no ser por la presencia de todos los que me salvaron la vida, no podría estar dirigiendo estas palabras".
Nicolás Oxman, abogado de Calderón padre, terminó la exposición diciendo que "Calderón padre estima que estaría bien el arresto domiciliario, arraigo nacional, prohibición de acercarse a él, prohibición de porte de armas y asistencia a un programa de tratamiento".
El miércoles 23 de septiembre, a solicitud de la defensa del hijo de Raquel Argandoña, el tribunal fijó una audiencia para discutir el sobreseimiento parcial y definitivo del delito de tenencia ilegal de armas de fuego y municiones.
Lo que quería lograr la defensa de Calderón hijo en esta audiencia era que se recalificaran los hechos, después de que, el lunes pasado, Calderón padre pidiera al tribunal recalificar el delito de parricidio frustrado a lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar.
La jueza, Mariana Leyton Andaur, rechazó la solicitud y al resolver comentó que "es un hecho que las víctimas suelen retractarse, no sólo por temor sino que también por el amor filial". Y agregó que la necesidad de cautela del hijo de Raquel Argandoña en el centro penitenciario "no solamente surge por la calificación jurídica en relación con los hechos, sino que por la multiplicidad de ellos: la utilización de armas, el imputado tiene un evidente descontrol de impulsos, tenía armas de fuego registradas a su nombre, efectuó amenazas con ellas. Tenía armas cortopunzantes y realizó con ellas distintos actos que generaron lesiones y daños. Además, consta la declaración de familiares y otros hechos de amenazas, por lo que no sólo es la seguridad de la víctima la que se encuentra en peligro, sino que de toda su familia y también la seguridad de toda la sociedad".
La decisión vino pese a la declaración que desarrolló en la audiencia de este lunes Calderón padre por más de 15 minutos tratando de apoyar la idea de aminorar los cargos en contra de su hijo.
El testimonio del abogado partió así: "Yo intervengo en doble calidad de víctima y querellante. En ese contexto no he sido presionado ni estoy actuando en mi condición de padre". Y luego se refirió a los hechos.
Sobre la amenaza con un arma mientras él se daba un baño de tina, dijo: "Hernán Calderón Argandoña vivía hasta ese día en mi casa, él no vino con un arma que traía de afuera. Él entró a su caja de fondos que está en su dormitorio, toma esta arma, se dirige al baño, me apunta desde la puerta del baño. Me emplazó, y en el momento que iba a disparar, dispara hacia el otro dormitorio, hacia un espejo del dormitorio principal".
En la querella interpuesta el 16 de agosto por parricidio frustrado, el papá de Kel Calderón detalló que "(su hijo) ingresa al baño del dormitorio en un evidente estado de descontrol, apuntando la boca del arma hacia mi pecho diciendo: Te voy a matar . Miró hacia el interior de la pieza, luego nuevamente a mí con actitud de apretar el gatillo. En el último momento giró el arma hacia la izquierda, jalando el gatillo".
Acerca de los últimos hechos del 11 de agosto, cuando Hernán Calderón hijo llega con un corvo al departamento de su padre, Salinas aseguró que "descubrimos por las cámaras que cuando llega a mi vivienda va con un envase de líquido de frenos y lo tira encima de mi automóvil. ¿Qué persona que va a cometer un parricidio al doceavo piso va a dañar un vehículo el cual yo nunca iba a saber que lo hizo?".
En cuanto a las lesiones que calificaron los hechos de ese día como parricidio frustrado, Calderón padre acercó la mano izquierda a la cámara de su computador señalando: "Fueron dos rasguños, no hubo una herida y mi mano derecha tiene una herida de absolutamente menor gravedad. Tengo todos mis dedos funcionando". Y agregó mostrando la funda del corvo con que su hijo lo atacó que "esta es la hoja del corvo, mide de 8 a 10 centímetros. Si mi hijo hubiera venido a cometer parricidio me habría hecho un corte en el cuerpo; yo no tengo nada ni en la cara, ni el cuello, ni en el cuerpo".
En la declaración anterior de la querella, Calderón señaló sobre este episodio: "Me ataca de frente, intentando apuñalarme en el estómago, fallando sólo por mi reacción (...) Procede a apuñalar múltiples veces mi mano derecha, intentando desgarrar la mayor cantidad de tejido posible de mi mano, con el fin, asumo, de amputarla".
Finalmente la ex pareja de Raquel Argandoña expuso su solicitud "de recalificación del hecho de parricidio frustrado porque tengo la absoluta convicción de que el imputado, mi hijo, no vino a matarme".
En el primer testimonio Calderón aducía que "los actos de ese día no tuvieron nunca un carácter casual, considero que fue absolutamente planificado y de no ser por la presencia de todos los que me salvaron la vida, no podría estar dirigiendo estas palabras".
Nicolás Oxman, abogado de Calderón padre, terminó la exposición diciendo que "Calderón padre estima que estaría bien el arresto domiciliario, arraigo nacional, prohibición de acercarse a él, prohibición de porte de armas y asistencia a un programa de tratamiento".
El miércoles 23 de septiembre, a solicitud de la defensa del hijo de Raquel Argandoña, el tribunal fijó una audiencia para discutir el sobreseimiento parcial y definitivo del delito de tenencia ilegal de armas de fuego y municiones.