-¿Cómo está de ánimo hoy?
-Es difícil, se pasa por hartos estados en el día. Creo que es un daño que no tiene reparación, tremendo. Viviré toda la vida con esto. No dan ganas ni de salir, se vive con miedo.
-¿Puede decir por qué no pudo zafar de su relación?
-Porque hay un proceso que se llama indefensión aprendida, cuando una ve que no se hace nada por una y no se puede renunciar al maltratador porque sabes que no lo van a castigar. Eso viví yo y muchas mujeres en Chile y el mundo, que no se sienten apoyadas judicialmente.
-Hay dependencia económica.
-Yo nunca quise llegar a esto, siempre mi idea fue conversarlo, tratarnos. Eso es súper complicado, porque quedas a la deriva, nunca nos casamos. Nunca pensé que iba a pasar esto. Entonces no sé cómo explicarlo. Estoy afectada por todo.
-¿Qué espera ahora?
-Que él me deje en paz, porque a pesar de todo, no tengo paz, saber que va a tener una sanción de no acercarse a mí, que no me siga molestando. Quiero estar tranquila, que la orden de alejamiento me proteja, que no me hable, que no me llame. Yo lo único que quiero es no saber más de él. Tenemos tres hijos, yo entiendo eso, y en verdad he tratado de tener buena relación y con él no se puede.
-Lo más seguro es que se aplique un régimen de visitas.
-Claro, pero puede haber opciones de que vea a sus hijos, sin verme.
-Usted se embarazó a los 16 y hoy tiene 26. ¿Qué reflexiona hace al mirar su vida?
-Que tengo que salir adelante, con ayuda o sin ayuda. Mis hijos tienen que estar tranquilos también y yo les voy a dar esa tranquilidad.