Los efectos globales de la pandemia en el transporte aéreo ya se notan en Chile. Si en octubre de 2019 se realizaban diariamente 253 operaciones nacionales y 172 internacionales, actualmente esas cifras llegan a 99 y 19 respectivamente, lo que se traduce para los viajeros en nuevas limitaciones a la hora de planificar vacaciones o visitar a familiares avecindados en otros países.
"El Covid-19 provocó en la industria aérea el impacto más grave desde la Segunda Guerra Mundial", afirma Branko Karlezi, sub gerente de comunicaciones del concesionario Nuevo Pudahuel. "Ni los ataques terroristas del 2001 ni la crisis económica del 2008 hicieron tanto daño", agrega, "lo que pone en peligro la democratización de los cielos, debido a que disminuyen las rutas y podrían aumentar los precios".
De las 23 aerolíneas que operaban en Arturo Merino Benítez a fines del 2019, nueve ya no lo están haciendo: United Airlines, Delta, Gol, British Airways, Level, Aeroméxico, Emirates, Quantas y Estelar. Como consecuencia, este año el terminal aéreo proyecta atender a ocho millones de pasajeros, un tercio de los 24,6 millones del año pasado.
Cómo llegar a destino
Muchas rutas desaparecieron o se complicaron (ver tablas). A nivel nacional, por ejemplo, el cierre de ONE implica menos frecuencias a Calama y El Salvador. En el plano internacional la cancelación de la importante ruta Santiago-Sidney obligará a los chilenos a hacer viajes más largos y con más escalas para llegar a Oceanía. Si antes el vuelo directo en Latam o Quantas duraba 15 horas, actualmente el viaje con escalas en Miami y Los Angeles (Estados Unidos) dura 43 horas con 12 minutos.La salida de Emirates de Pudahuel no sólo eliminó un competidor en la ruta Santiago-Río de Janeiro, sino que afecta la conectividad de Chile con Asia y Medio Oriente a través de Dubai, en los Emiratos Árabes. La Ruta Santiago-Dubai, que con escala en Río de Janeiro duraba 22 horas, actualmente dura un mínimo de 28, pues en todas las combinaciones posibles hay que hacer, al menos, una segunda parada.
Hoy, por la salida de British Airways, tampoco se puede estar en 13 horas en Londres. Como actualmente hay que hacer, como mínimo una escala, el viaje puede durar entre 17 y 19 horas y media.
Algo parecido pasa con Santiago-Toronto (Canadá), que más que duplicó la duración del trayecto. Al suspenderse la ruta directa y obligar a una larga escala en el aeropuerto de Charlotte (Estados Unidos), el trayecto de 10 horas 30 minutos se alarga a 24 horas.
Los análisis de la industria proyectan que solo a fines del 2024 se retomarán los niveles de viajes del 2019.
