Carlos Campos fue intubado y sedado este martes en el hospital de Ovalle. Su familia quedó con el alma en un hilo y depositó toda esperanza en el personal médico de la UCI. El ídolo del Ballet Azul luchaba contra tres insuficiencias, respiratoria, renal y cardíaca, que lo mantenían grave.
Hubo cadenas de oración y llamados al celular de su hijo, homónimo, de su nuera, Mónica Fuentes, y de toda la familia en Santiago, que daban cuenta de la preocupación del mundo pelotero por la salud del artillero azul, ganador de seis títulos nacionales y aún jugado por la vida a sus 84 años.
Luego de tres días aislado, sin visitas para evitar así un contagio que podía terminar de derribarlo, el Tanque al fin dio un pequeño pasito que para la familia fue motivo de alegría este viernes por la tarde. "El médico me acaba de entregar un pronóstico bastante esperanzadon Mi padre superó las insuficiencias respiratoria y renal. Sigue conectado al respirador y le suministran una droga para el corazón, ya que le funciona solo al 27 por ciento", cuenta Carlos Campos hijo. Son pasaditas las cinco de la tarde. Y, claro, el hijo del ídolo se oye muy alegre al otro lado del teléfono.
-¿Qué significa esto, Carlos?
-Que se mantiene grave, pero hay esperanza para la edad que tiene. El corazón en cualquier minuto le puede fallar, pero hasta el momento le respondió. Esperan sacarlo del respirador en un par de días y luego evaluarán su parte neurológica, para ver si hay secuelas.
Carlos Campos, que por la U anotó 199 goles en partidos por los puntos según las estadísticas de Luis Reyes, enviudó hace tres años de la mujer que amaba y que sigue amando: Carolina Muñoz. Desde entonces siguió su vida solito en la casa grande que ambos compartían en Macul, aunque siempre rodeado de sus otros dos hijos que viven en Santiago y de sus nietos.
Mónica Fuentes, su nuera, cuenta que este año la cosa cambió. Sus hijos estaban al pendiente de él, lo iban a acompañar, a cocinar, le rogaban que no saliera a ninguna parte para que no se contagiara, lo cuidaban todo el tiempo. Debido a la pandemia, Campos quiso dar un giro y llamó a Carlos junior porque quería irse a vivir a Ovalle.
"Él llegó bien acá, salvo por sus dolores a las rodillas debido a su paso por el fútbol. Al comienzo cayó a la clínica en La Serena y le detectaron la insuficiencia cardíaca. Lo cuidamos, venía un kinesiólogo a verlo, también el doctor, porque quedó delicado", relata Fuentes.
-Le adaptaron la casa.
-Esta casa es de un piso, el baño lo modificamos para sus comodidades, le pusimos un shower, barandas para que tuviera acceso a comodidades, y al lado de su dormitorio. Hay una niña que lo estaba cuidando en la noche. Estaba tranquilo, bien. Por eso me cuesta creer lo que está pasando. Al menos ahora hay una luz de esperanza. El domingo se empezó a sentir mal y pidió que lo lleváramos al hospital. Y para que él pidiera eso, que no le gustaba ir, algo no estaba bien. Le hicieron PCR y estaba negativo.
-La muerte de su esposa lo tiene que haber afectado.
-Es que él se nos fue para abajo cuando falleció la Loli, le afectó. Imagínate, más de cincuenta años juntos, toda una vida. Ahí cambió todo, todo, todo. Falleció hace tres años.
-Los ha llamado mucha gente para apoyarlos.
-Llama mucha gente y mucha más a mi esposo. Hay gente que ni siquiera él conoce y se consiguen el teléfono, lo llaman preocupados de mi suegro, está toda la familia muy presente en oración. Los del Ballet Azul también, todos han demostrado el cariño tan grande que le tienen. Cuando salió la primera vez de la clínica, en La Serena, se puso a llorar cuando se enteró de la cantidad de muestras de cariño que recibió.