Además de la premiación de los Nobel, la mayor alfombra roja de las ciencias para el 2020, es el tercer encuentro anual World Laureates Forum, que se celebra en la ciudad de Shanghai, China, hasta el domingo. En el encuentro, Daniel Hurtado, profesor del Instituto de Biología y Médica de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, informó a la comunidad científica internacional sus avances en el desarrollo del primer paciente virtual. Una carrera que actualmente sólo se libra entre los países desarrollados.
"Para cualquier investigador es un momento trascendental en su carrera, porque es la oportunidad de someter tu trabajo a la mirada crítica de científicos de todas las áreas y porque además comprueba que en Chile también se hace ciencia de punta", asegura el doctor en Ingeniería Mecánica y minor en Matemática Aplicada y Computacional, del California Institute of Technology, de Estados Unidos. Su momento fue la noche del pasado miércoles, cuando dictó su teleconferencia desde Santiago.
El reto no fue menor. En sólo 15 minutos tuvo que explicar a una audiencia conformada por 61 premios Nobel y 140 científicos de todo el mundo, sus avances en modelos matemáticos y computacionales de infartos al corazón y daños pulmonares; y cómo podrían aplicarse en el desarrollo de nuevos tratamientos cardiacos o vacunas.
En el caso de los problemas cardiacos, Hurtado cuenta que existen varios procedimientos quirúrgicos para resolver los mismos problemas. "Actualmente los cirujanos llegan al quirófano informados con los exámenes y las imágenes del scanner, y en base a ellos, más su experiencia, deciden el mejor procedimiento para ese paciente en particular", cuenta el investigador, nombrado una de las diez "promesas científicas" del año 2008, por el Foro Económico Mundial.
-¿Cómo funciona el paciente virtual a un caso puntual?
-Con esos mismos datos creamos un modelo de ese corazón y lo llevamos a una pantalla similar a un juego 3D, donde el cirujano puede operar virtualmente varias veces ese mismo órgano y probar qué procedimiento ofrece los mejores resultados. Así, no sólo se reducen los riesgos, sino que también se pueden crear y probar nuevos procedimientos quirúrgicos sin arriesgar vidas.
-¿O sea que es personalizable?
-Por supuesto. Lo mismo aplica para los pulmones, donde ya podemos cuantificar previamente el resultado de una operación.
-¿Y cómo funcionaría en el caso de las vacunas?
-Con la información de mil pacientes se podría modificar un millar de veces el mismo paciente virtual, para medir la respuesta de los sujetos de prueba reales al tratamiento, pero sin someterlos a los riesgos propios de testear nuevas drogas o procedimientos.
-¿La idea es desarrollar un máquina como la del filme "Prometeo", donde la protagonista entra a una cápsula que la opera automáticamente y le saca el alien que llevaba en su vientre?
No, porque nuestro desarrollo no es de inteligencia artificial, donde los algoritmos son capaces de aprender solos y decidir qué hacer. Acá se trata de crear un paciente virtual completo, que sea igual al real, donde sean los médicos especialistas quienes cuantifiquen previamente los resultados de un procedimiento y decidan la mejor opción.
-¿Algún Nobel levantó el dedito para hacer preguntas?
-Sí, fue el estadounidense William Moerner, quien el 2008 ganó el de Química. Fue algo bien técnico, sobre cómo podríamos llegar hasta el nivel molecular a través de nuestro modelo. Esa tecnología aún no existe, pero llegará con el desarrollo de supercomputadores cada vez más poderosos. Yo creo que en una década podríamos tener nuestro primer paciente virtual.
-¿Qué comentarios recibió por su presentación?
-Me gustó mucho una observación: Actualmente el 80% de todos los sujetos de prueba para tratamientos nuevos son hombres, lo que significa una subrepresentación de las mujeres a la hora de medir los resultados. A futuro esta discriminación por género podría eliminarse con un paciente virtual, capaz de adaptarse universalmente.