Ese viernes 2 de octubre fue un día duro para Daisy Alvear, la madre del adolescente de 16 años que cayó “impulsado” desde el puente Pío Nono al lecho del río Mapocho, según la fiscalía. El carabinero Sebastián Zamora (22), involucrado en el hecho, fue formalizado por homicidio frustrado.
“Me cuesta recordar ese día, porque cuando íbamos camino a la clínica, en la transmisión en vivo escuché ‘el niño que cayó al río murió', quedé mal (...). Fue la mayor angustia de mi vida, sentía que no llegaba nunca. Yo solo estaba informada por la gente que estaba transmitiendo. Nadie me llamó, nadie me dijo nada. Yo todo el rato pidiéndole a Dios”, dice en su casa a “El Mercurio”, donde su hijo ya está recuperándose de las fracturas en sus muñecas y un TEC cerrado.
Afirma que el menor no se acuerda de lo que ocurrió en el puente, que despertó cuando estaba tirado en el río con los rescatistas. Los médicos le explicaron que podía deberse al “shock” y que podría recordar en algún momento, o no hacerlo nunca.
Cuenta que este sábado, el rescatista con el que llegó a la clínica —que es hincha de Colo Colo— fue a verlo: “Él vino a la casa, con su familia, y los dejamos solos hablando (...), como que se conocían de toda la vida, y yo le agradecí mucho, porque le dije: ‘tú fuiste el ángel que Dios puso en el camino de mi hijo, porque gracias a ti está vivo'. Le trajo una camiseta de la U y otra a mí para que rifáramos”.
Todavía no tiene recuerdos
—¿Cómo ha tomado él este proceso? ¿Se acuerda de lo que ocurrió?—No, no se acuerda de nada. Se acuerda que estaba ahí y de cuando despertó abajo (en el río).
—¿Perdió la memoria respecto de otras cosas o solo del incidente?
—Solamente del incidente. Ahora, sabe por las redes sociales, vio los videos. A veces está un poquito ‘shockeado'. Ahora no quiere ver a nadie, no quiere nada, no quiere comer, nada. Lleva poco tiempo, pero ya está aburrido de sus manos, de que tenga que ayudarlo para todo.
—Previo a la caída, ¿él recuerda lo que estaba haciendo? Circulan videos en que parece estar participando en desórdenes.
—La verdad es que no hemos hablado ese tema. Yo, por ahora, estoy solo enfocada en su salud. Si lo hizo o no, nadie tiene derecho a matarlo, porque esto es un homicidio frustrado, nadie tiene derecho a hacerle lo que a él le hicieron.
—El carabinero dijo que tiene pena por lo que pasó y que fue un accidente, ¿qué piensa de eso?
—Quiero que quede claro: esto no fue un accidente, esto fue un homicidio frustrado, los videos hablan por sí solos. En los videos sale cuando él se acerca con tremendo uniforme y empuja a mi hijo. Mi hijo es flaquito. Yo vi como dos veces el video y no he querido verlo de nuevo, porque verlo ahí... Y la frustración mía de no poder hacer nada, lo veo cuando él lo empuja y que mi hijo, como de atrás, se agarra de las barandas y de atrás lo vuelve a empujar, como para que caiga. Después, el carabinero se agarra de las barandas, lo mira para abajo y se va.
—¿Usted cree que lo quiso matar?
—No sé si matarlo, pero sí lo quiso empujar. Yo creo que él lamenta que lo dieran de baja, porque su sueño era ser carabinero, pero no lamenta lo que le pasó a mi hijo. Yo no le creo nada, nada. Para mí, él no tiene perdón.
—¿Carabineros se ha acercado a ustedes?, ¿el Gobierno?
—Carabineros, no. Del Gobierno me habló un ministro (Jaime Bellolio) y él solamente me ha preguntado por la salud de mi hijo.
Firmó un papel en blanco
—Hay versiones contradictorias sobre lo ocurrido en la clínica: Carabineros dice que su hijo fue detenido y que se le entregó a usted un acta. ¿Qué pasó?—Está firmada por mí y ahí está el tema ahora. Cuando llegué estaba tan desorientada, después recordé que eran de Carabineros, pero ellos me hicieron firmar un papel en blanco. Sí, lo hice, pero mi hijo nunca llegó con carabineros, lo hizo con un rescatista en una ambulancia particular, él lo dejó ahí. Carabineros nunca se acercó. Cuando llegué, estaba solo con el médico y me dejaron pasar altiro, gracias a Dios. En ese momento, él estaba despertando y me conoció altiro. Me dijo “mamita, llegaste”.
—¿Qué le dijeron para que firmara el papel?
—No me acuerdo, pero sí que reaccioné mal con ellos y que nunca me dijeron que estaba detenido. Sí me dijeron algo de que era como el procedimiento, porque llegó una enfermera y ella llegó a decirme, por eso me confundí, de los pasos a seguir, a qué ley me tenía que acoger (para la atención de su hijo), por qué tenía que firmar. En eso que llegó la enfermera y también dos carabineros.
Se enteró por transmisión en vivo
—¿Cómo se entera de lo que le ocurrió a su hijo?—Por una transmisión en vivo. Llegó la tía de mi hijo a avisarme, (yo) estaba afuera vendiendo papas fritas, y me dice: “Daisy, no quiero que te asustes, pero parece que es el Anthony”. Porque en la transmisión dieron el nombre de mi hijo. Después llega un amigo de mi hijo y me dice: “Daisy, sí, es él”.
—¿Usted sabía que iba a la manifestación?
—Sí, yo sabía.
—¿Siempre va?
—Ahora ha dejado de ir un poco por la pandemia y porque yo les exijo a ellos (sus hijos) que se cuiden, porque acá hay más chiquititos.
—¿Por qué lo deja ir?
—Porque creo que tiene que manifestar lo que... él no está haciendo daño a nadie. Está manifestándose, como un millón de gente.
Explica que no está de acuerdo con que “se manifieste de manera violenta, pero sí en que se manifieste de manera pacífica. Pero Carabineros, y me ha tocado, porque yo fui a la marcha del Día de la Mujer con toda mi familia, que sin estar haciendo nada, nos tiraron bombas lacrimógenas, le pegaron a las niñas, a señoras de la tercera edad. Entonces yo digo: ‘Pucha, a veces uno puede manifestarse de manera pacífica, pero ellos tienen la orden de agredirnos'. Entonces, ¿qué hace la juventud? Responde de la misma manera. Yo no podría, uno trata de correr”.
Sacar a Carabineros y dejar solo a la PDI
—Hay un debate para reformar a Carabineros. ¿Cuál es su visión?—Creo que deberían sacar a Carabineros y que debería quedar solo la PDI. La verdad es que Carabineros perdió el respeto (de las personas) hace mucho tiempo ya. Por qué no se enfocan en otra cosa también, que es la droga.
—Pero tienen que cumplir un rol de orden público...
—Claramente, pero ellos ya perdieron el respeto. El pueblo ya no los quiere, porque uno se ha dado cuenta de todos los engaños que hacen. Las injusticias de ellos contra nosotros. Sobre todo ahora, que ni se me acerquen. De hecho, tenemos una orden de alejamiento, no pueden acercarse.