El año pasado Daniela Kirberg (41) rechazó una oferta para volver a trabajar como modelo. "Estaba con mucha pega, muy ocupada", admite la periodista, que hace un par de semanas recibió la misma propuesta de la agencia We Love Models: "Dije altiro que sí porque pucha que han cambiado las cosas. Ha sido un año difícil laboralmente y ahora se agradece el doble una oportunidad de trabajo".
En diciembre, el programa "Cosas de mujeres" (TV+) -espacio que animaba junto a Carola de Moras- llegó a su fin. "Justo me quedé sin proyectos y me fui de vacaciones con mis hijos pensando ya, en marzo me pongo las pilas, pero pasó lo que todos sabemos", reflexiona la maniquí, quien en mayo, en el programa "El aperitivo" -Live de Instagram de revista "Velvet" animado por Jordi Castell- admitió estar en terapia dos veces por semana debido a su separación con el animador Julián Elfenbein (estuvieron juntos 18 años), pero también como una medida de autocuidado por el difícil año. "Estoy trabajando en mí", dijo en ese entonces.
-¿Le afectó mucho la pandemia en términos laborales?
-Este año económicamente fue tremendo para mí. Nos golpeó a todos. Ahora cotizo mucho más que antes. Los precios han subido un montón y para qué decir el supermercado. Ha sido heavy. He tenido meses con cero ingresos, pero cero ingresos.
-¿Qué tenía planeado realizar este año?
-Iba a trabajar mucho con mis redes sociales, pero a las marcas también les afectó la pandemia. Tuve meses buenos y otros muy malos.
-Todos andamos más fijones con nuestros gastos.
-De todas maneras, o sea yo gastos personales, cero. Igual piensa que estás todo el día con los niños en la casa y yo tengo a un adolescente, a una pre adolescente y una niña... todos con un apetito que ni te explico. Por eso se agradece mucho trabajar. Me ha tocado reinventarme y verle el lado positivo a las cosas.
Portafolio listo
Si entra a la página de WLM (hüps://bit.lyL3jXmcbY) verá en la sección classic a Daniela Kirberg. "Nos
dicen las clásicas para no decirnos viejas", cuenta entre risas la modelo, que comenzó su carrera a los 18
años: "Me descubrieron bailando en La Feria, la disco ubicada en Bellavista. Se me acercó el dueño de la
agencia Elite Chile y me entregó su tarjeta. No pesqué al principio, porque en el colegio me molestaban por
ser alta, flaca y plana". Un dato rosa de su carrera es que desfiló junto a Noami Campbell (la supermodelo
cerró el evento Cachantún Santiago el año 2000). "No quería que nadie caminara al mismo tiempo que ella.
Apenas yo salí, ella (Naomi Campbell) entró a la pasarela", añade. Dejó oficialmente el modelaje el 2002,
pero siguió trabajando detrás de cámara: estuvo 10 años en Everlast y luego creó un estudio fotográfico. Ofelia Memoli, fundadora y socia de We Love Models, asegura que "las modelos classic (desde 35/40 años para arriba) trabajan a la par, en todo el mundo, con las modelos menores. El mercado para las classic ha crecido tanto que dentro de cada campaña o catálogo nos piden una opción adulta".
-Usted le insistió varias veces. ¿Por qué quería tanto que regresara al modelaje?
-Trabajé con la Dani cuando empezó a ser modelo y además de su facha siempre ha tenido y transmitido como modelo una actitud relajada, sana, alegre y natural que mantiene hasta ahora.
Uno de los pasos más importantes para toda modelo es armar el portafolio, es decir, el álbum fotográfico que mira el cliente antes de contratarla. "Ya me tomaron mis primeras Polaroid. Me maquillé yo misma, porque la idea es que sea muy natural. La ropa debe ser muy básica como, por ejemplo, jeans y una polera. Yo, la modelo, debe ser un lienzo blanco para el cliente y, obviamente, son fotos sin retoques", explica Daniela.
-¿Cómo se sintió frente la cámara?
-Siempre seguí vinculada con la cámara, ya fuese como gerente de marketing de Everlast o como animadora de un programa donde es común realizar sesiones de fotos, así que fue fácil. El día que tomé las Polaroid había muchas modelos de aproximadamente 16 años tomándose fotos y me miraban con cara de por qué está mi mamá acá, jajajá. El modelaje ha cambiado mucho en el último tiempo. Si esas niñas fuesen mi competencia sería imposible. El mercado ahora busca gente de distintas edades y cuerpos. Les conté a mis hijos sobre mi nuevo trabajo y les expliqué que lo más probable es que sea la mamá en comerciales o compañas publicitarias. Estaban felices por mí.