La pandemia del Covid-19 impactó en el perfil de quienes hoy están buscando departamentos de un dormitorio.
Los universitarios, inmigrantes y trabajadores en torno a los 30 años han sido históricamente quienes ocupan este tipo de viviendas. Luego de que las clases presenciales fueran reemplazadas por cátedras online, los del primer grupo prescindieran de sus contratos y volvieron a vivir con sus familiares. Algo similar ocurrió con aquellos jóvenes trabajadores e inmigrantes que quedaron cesantes o disminuyeron sus ingresos y debieron buscar opciones más económicas.
"Es primera vez que se produce tanto movimiento de arrendatarios. Se fueron hartos, pero llegaron nuevos también. En tres meses se ajustó la economía, bajaron la demanda y los precios. Pasó algo similar a lo que ocurre con la portabilidad en los celulares, la gente se cambia de compañía buscando planes más baratos", comenta Max Schnitzer, gerente general de la empresa de inversiones Alpha Inmobiliaria.
Si antes de marzo un departamento de un dormitorio se arrendaba en $300.000, hoy bordea los $250.000, agrega Schnitzer.
Sin embargo, lejos de transformarse en un problema y provocar largos periodos de departamentos desocupados (la vacancia, en jerga de los especialistas), las largas semanas de confinamiento gatillaron el surgimiento de un nuevo perfil de arrendatario: el recién separado.
"Hemos percibido que han habido bastantes separaciones, porque anda harta gente buscando departamentos por ese motivo. En general son hombres (en torno a los 40 años), que necesitan algo rápido para cambiarse. Entre que firman el contrato y pagan, nos cuentan todas sus historias", comenta Schnitzen.
Situación similar le ha tocado ver al corredor de propiedades y director comercial de Nach Hause Propiedades, Cristián Díaz: "Nos han llegado varios casos de gente que se acababa de separar buscando arriendo. Esto no nos había pasado antes. También hemos visto a aquellos que querían cortar el cordón umbilical con su familia y tener algo propio. No es que sea algo mayoritario, pero estimo que estos dos grupos representan cerca del 15% del global de quienes buscan arriendo hoy".
La búsqueda de propiedades disponibles también se volvió a mover. Según cifras de la plataforma Portal Inmobiliario para la ciudad de Santiago, en agosto la búsqueda de departamentos de un dormitorio creció 16,5% respecto de julio. En el detalle, comunas como Ñuñoa y Providencia tuvieron un alza de 30% en el mismo periodo.
Nicolás Izquierdo, subgerente de Planificación y Operaciones de Portalinmobiliario.com, comenta que aún no han salido estudios que puedan medir y validar el impacto del confinamiento en la búsqueda de arriendo. Sin embargo, pueden ir en la dirección descrita por los corredores.
De todos modos, dice, ya se veía desde antes un mayor crecimiento de la demanda de viviendas más pequeñas.
Claudia Castro, gerente de Clasificados del portal de avisos Yapo, comenta que la búsqueda de propiedades de un dormitorio cayó 38% en el segundo trimestre, comparado con los tres primeros meses del año.
"Ya empezamos a ver que en septiembre se disparó y a fin de año se debería recuperar la normalidad", afirma.
Las comunas con más crecimiento en búsquedas en dicho portal son Quinta Normal y Providencia, mientras que Santiago Centro se mantiene como la más requerida.
En Portal Inmobiliario se detectó además una disminución en cuatro días el tiempo promedio que permanece publicada una oferta de una propiedad de un dormitorio, que estaba en torno a los 48 días. En 2019, el promedio era de 37 días, informa Izquierdo.
Otro fenómeno que también está ocurriendo es la tendencia de compartir el lugar donde vivir para bajar los gastos, sobre todo entre familiares. "Hemos visto casos de hijos trabajadores con sus papás que están buscando departamentos de dos o tres dormitorios pero que, en la suma, les sale más económico para ambas partes. En vez de estar en dos casas, se van a una que les resulta más barata", comenta Álvaro Chávez, cofundador de Open Casa. "Hemos tenido casos de dos hermanos que se juntaron, un hijo que se juntó con sus papas. También entre primos, a lo más un grado de separación familiar entre ellos", indica sobre la situación, que se replica fuerte en departamentos de Santiago Centro, Estación Central, Independencia.
Otra tendencia: familias que se juntan
Otro fenómeno que también está ocurriendo es la tendencia de compartir el lugar donde vivir para bajar los gastos, sobre todo entre familiares."Hemos visto casos de hijos trabajadores con sus papás que están buscando departamentos de dos o tres dormitorios pero que, en la suma, les sale más económico para ambas partes. En vez de estar en dos casas, se van a una que les resulta más barata", comenta Álvaro Chávez, cofundador de Open Casa.
"Hemos tenido casos de dos hermanos que se juntaron, un hijo que se juntó con sus papas. También entre primos, a lo más un grado de separación familiar entre ellos", indica sobre la situación, que se replica fuerte en departamentos de Santiago Centro, Estación Central, Independencia.