La fatiga de materiales se conoce en ingeniería como el desgaste y posterior ruptura de un objeto construido por el ser humano. Y sirve para explicar en parte lo que le pasó a Jorge Zabaleta (50 años) la noche del miércoles cuando bajaba en su bicicleta el circuito Las Varas en San Carlos de Apoquindo, trastabilló y se dio un porrazo que lo dejó con una fractura en el codo derecho.
"Llegué hasta el final del sendero, hay dos caminos. Elegí el que vas detrás porque es espectacular. Por supuesto, todos los cabros se tiran rajados. Yo paré, analicé porque es una bajada bien empinada donde tienes que ir frenando sobre un terreno de tierra, dije igual y me saqué la m...", relata sobre su frustrada hazaña. "Probablemente si tuviera 20 no me habría pasado nada, pero a los 50 es distinto. Me arriesgué más de lo que debía", admite el actor que retomó la disciplina hace un año gracias a su hijo menor, Antonio, de 12 años, con quien suele hacer estos recorridos en su bici Specialized.
Aporreado y todo, Zabaleta se sacudió rápidamente y siguió bajando con una sola mano en el manubrio porque ya eran pasadas las 20 horas. "Lo hice antes de que el cuerpo se enfriara porque ahí empieza el dolor", relata. Llegó a su casa, se aplicó calor en la zona machucada y en el momento en que se dio cuenta de que no podía mover, rotar ni estirar el brazo partió de urgencia al doctor. Lo dejó con inmovilizador y cabestrillo por un mes.
-¿Qué diferencia nota al hacer deporte a los 50 años?
-Obviamente una caída es mucho más peligrosa a esta edad. Uno es mucho más pesado. A los 20 tenía un cuerpo de 70 kilos y ahora es de 90. Pero para el pencazo que me pegué me pasó harto poco. Podría haber sido peor. Estoy viendo mi bici y quedó bien mal. Esa es la otra parte: cuando tienes que llevarla al taller. Apenas nos recuperemos volveré a subir el cerro porque estoy fanático.
-¿Por qué tanto?
-Porque con mi hijo menor, mi chancho, conectamos perfecto con el tema bicicleta. Uno a estas alturas ya es como abuelo de sus hijos y cuando salimos a pedalear conversamos en lugares más bien solitarios. Ha sido súper choro encontrarnos. Él está de muerte porque no podremos ir al cerro.
-Va a tener que esperar.
-Sí, viejo latero, aunque todavía queda algo. Jajajá.
-¿Andaba solo cuando se cayó?
-Sí, terminé de trabajar tarde, a las 18:30, y partí. Llegué a las 19 horas allá.
-¿Alguien lo ayudó?
-No, pero me preguntaban si estaba bien. Me reconocieron. "El de la tele", decían. Buena onda la gente, hay mística en el cerro.
El kinesiólogo y preparador físico, Patricio García, advierte que "sobre los 40 años hay una pérdida de la masa muscular, que es una estructura de tejido blando que nos protege de los impactos y hay una disminución del rendimiento físico". "Mientras más edad tenemos, la tolerancia a un impacto es mucho menor", resume.
Respecto a la recuperación dice que "una persona a los 50 años con una fractura leve tiene buen pronóstico. Entre 6 a 8 semanas en total, considerando el reposo y la kinesioterapia, debería estar listo". Y recomienda que "respete la etapa de reposo porque hay un proceso de cicatrización activa y consolidación ósea que no debe ser interrumpido por otro trauma".
El traumatólogo de la Clínica Santa María, Gabriel Carrasco, plantea que si bien "a partir de los 40 años hay una disminución de la masa muscular, si se mantiene haciendo ejercicio no debería tener problemas". Y aclara que "la densidad ósea es normal aún a esa edad, aunque los deportistas tienen huesos más fuertes".