Muchos aros de luz, poca piscina
Cada uno de los siete tiktokers llevó su propio aro de luz led a la casa y allá tienen otro gran reflector. "El
living es el lugar donde más grabamos porque durante el día tenemos fuerte luz natural. Y para la noche
con los aros y el foco, y como las paredes son blancas hace que rebote la luz y se vea muy bien", cuenta el
curicano Marcelo Alcázar. La casa de dos pisos, tres habitaciones, dos baños, cancha de tenis y piscina
enterrada está situada en las afueras de Santiago. "Nos metemos muy poco a la piscina. Es que todos
tenemos el pelo decolorado y teñido entonces nos cuidamos", reconoce María José Rivera, quien viajó
desde Valparaíso. "Es que igual como generamos contenido eso implica producción (personal), entonces
meterse a la piscina implica después volverse a maquillar", justifica Alcázar.Acordaron una regla de oro
De izquierda a derecha: Tomás Printemps (@soyeltomi), David Montoya (@davidnicolassss), Marcelo Alcázar (@marceloalcazar), Kangel Vidal (@kaangeel), Vaitiare Alarcón (@vaimonroe), María José Arévalo (@majobleach) y Dante Vidal (@dantevil). Entre estos siete tiktokers suman 15.386.900 seguidores. Cada uno registra bailes, gags y momentos del día con su smartphones dentro de la casa y en los grandes jardines de ésta. "Hemos resuelto nuestras diferencias de opiniones, que no han sido muchas. Siento que la gente se esperaba polémicas y piensan que estamos ocultándolas", asegura Alarcón. Acordaron un mandato de oro. "Tenemos una regla que pusimos el primer día (30 de octubre) que llegamos, que no podemos grabar al otro al natural (sin que esté arreglado)", confiesa Montoya.