En un día cualquiera de esta pandemia, Camila Andrade (29 años) y su hermana, María José (34), decidieron sacarle partido a su buena relación y juntas armaron su emprendimiento, Rafaella Store, donde venden ropa para mujeres (@rafaella_storeee). Para diversificar la propuesta, la ex Miss Chile tuvo la idea de diseñar sus propios bikinis, modelos que fueron hechos acá en Chile y que ya se pueden reservar. "Es un traje de baño con personalidad, con el cual te puedes broncear. Es contemporáneo, pero tiene mucho de los noventa porque es de tiro alto", cuenta ella, que se inspiró en looks playeros de las Kardashian y también recordó a Cecilia Bolocco en su época de reina de belleza.
Para esta iniciativa, la ex panelista de TV conversó con mujeres para testear el proyecto y "recibí distintos tipos de experiencias e ideas" y luego "nos tomamos todo el tiempo del mundo" para encontrar los materiales de producción, además de las costureras y modistas necesarias.
Camila asume que su propuesta para el verano "es un bikini que quizás es un poco más sexy y esa es la parte que más me gusta porque tiene que ver con la proyección del traje de baño. Que sean mujeres que se sientan seguras de usarlos, que no tengan tapujos". En su rol de creadora de esta colección, también organizó la sesión de fotos para mostrar su trabajo. La sesión se realizó en Ritoque y Camila posó junto a dos modelos más. "Estuvimos desde las 11 de la mañana hasta las seis de la tarde entre maquillaje, producción y cambios de ropa", recuerda.
Sobre trabajar con su hermana, la influencer señala que "María José siempre ha sido un apoyo para mí y ahora que somos grandes le sacamos partido a nuestra buena relación". "Acá siempre hay buenas intenciones, hay amor y queremos sacar adelante esto. Nada podría salir mal", agrega tras armar este negocio familiar.
Por el lado de María José, que trabaja como periodista, ella destaca que "le dije a la Cami que algo teníamos que hacer juntas. Yo quería compartir una experiencia con mi hermana, ella sabe mucho de tendencias, moda y aparte podía ser nuestro rostro".
La periodista también se encargó de establecer los límites: "Siempre la molesto y le dije acá se te va a caer la corona, jajajá . Vas a tener que ir a Independencia, comprar telas, necesito que estés comprometida. Yo llevo las finanzas, pero tú buscas las telas, las modistas, los hilos, ves los diseños. Ella me dijo obvio, vamos con todo ". "Las reglas claras, somos hermanas, pero tenemos un negocio", resume la periodista, mientras que su hermana menor sentencia que "esto nos sirvió para unirnos más y sacar lo mejor de nosotras".