Carlos Villanueva (34) les habla a sus hijos en inglés, en una imagen que podría resumir los doce años que estuvo fuera de Chile. El actual jugador de Palestino tuvo que aprender el idioma desde cero en Inglaterra, donde jugó en el Blackburn Rovers, en 2008. Ese mismo año, apenas llegó al Al Shabbab, en Dubái, se matriculó en un instituto. Allí lo perfeccionó hasta dominarlo por completo. Así pudo comunicarse mejor con sus compañeros en los clubes en que estuvo en Medio Oriente (en los últimos cuatro años jugó en Al- lttihad y Al-Fayha FC, de Arabia Saudita).
Antes de regresar al país, hace dos meses, Franco (4) y Santiago (2) estuvieron en un jardín infantil en que les hablaban en inglés, cosa que para ellos no fue un problema porque es su lengua materna. Ahora están tratando de aprender español junto a sus abuelos, tíos y primos.
El Piña Villanueva, que es como le dicen desde la Selección Sub 20, por un peinado que le dejaba el pelo parado, está feliz con su retorno al terruño. Lo venía pensando desde hace dos años junto a su esposa, Fernanda Arancibia (34), porque ambos sentían que ya era hora. Había pasado mucho tiempo y echaban de menos el país y los afectos. "Mis hijos vivieron poco en el extranjero, pero igual se notaba la ausencia de la familia. Nos fijamos que están felices acá, porque en Arabia Saudita era más complejo que pudieran compartir con otros niños", explica.
Villanueva llevaba cuatro años pololeando con Fernanda cuando partió a buscar su futuro en el fútbol. Ella estudiaba sicología en la universidad. "Estuvimos, como un año y medio separados y, cuando se recibió, se fue a vivir conmigo a Dubái. Nos casamos en 2011, en Chile, en el periodo de vacaciones", cuenta.
-¿Se arrepiente de haber preferido lo económico por sobre lo futbolístico al irse a esos países?
-No me arrepiento de haber ido a esos países. Al final, tomé una decisión por lo económico más que por lo deportivo, pero fue una experiencia bastante buena en lo familiar y en lo social. No me arrepiento para nada.
-De haber estado en otras ligas, quizás pudo haber participado en la Generación Dorada.
-Pudo haber sido una opción, pero cuando estuve en Inglaterra o en Audax Italiano, Marcelo Bielsa me citaba a la Selección y muchas veces ni me vestía. Nunca tuve un lugar fijo en el equipo. Entonces, es muy relativo pensar que pude ser parte de esa generación.
-¿A pesar de contar con potencial?
-Sí, pero estaban Jorge Valdivia y Matías Fernández en un momento extraordinario. Incluso Pedro Morales que, en los últimos partidos de la Selección, estaba delante de mí.
-Aseguró su futuro económico, por lo que no es tan descabellado lo que hizo.
-Estoy súper tranquilo. Sé que el hincha siempre me va a criticar eso, pero tengo dos hijos hermosos, mi señora hermosa y una familia espectacular. Eso me llena. También me llena saber que les podré dar a mis hijos la mejor educación. Estoy tranquilo con lo que hice en el fútbol. Por suerte, pude ahorrar harta plata para darles un buen futuro a mis hijos, aparte de ayudar a mi familia, que siempre ha sido importante.
-Y cualquiera quisiera tener listo el futuro a los 34 años.
-También fui súper profesional. En los años en que estuve en Dubái lo di todo. La gente me recuerda muy bien allá. En Arabia Saudita salí por la puerta ancha. Se habla muy bien de mí. En lo deportivo siempre cumplí y eso me deja satisfecho. Por algo me quedé tantos años por allá.
-¿Aprendióárabe?
-Solo palabras sueltas. No pude tener una conversación con ellos. Solamente saludar, los colores, números, pero no para tener una conversación.