El abogado demandante Mariano Hernández García (31), estaba exponiendo en una audiencia vía Zoom ante el magistrado del Segundo Juzgado de Letras del Trabajo, los abogados demandados, su cliente y una funcionaria administrativa del Poder Judicial.
Todo iba desarrollándose con la solemnidad habitual en estas instancias. Sin embargo, casi al final de esta audiencia de demanda por despido injustificado, Hernández, vestido impecablemente con chaqueta, camisa y corbata, comenzó a titubear y a mirar hacia atrás. En el ambiente se escuchaban ruidos. Se notaba inquieto.
Lo que ocurrió después quedó registrado en el acta de la audiencia con fecha 4 de junio del 2020, redactada por la funcionaria administrativa Karen Valdés.
"Siendo las 10.13, súbitamente el abogado de la demandante se pone de pie angustiado y nos deja viendo la pared de su casa. Ante la perplejidad general, la abogada de la demandada, con empatía, sugiere: "Parece que es un problema con el perro, magistrado".
El registro en el acta, sigue:
"A los pocos segundos, el amo abogado retoma la audiencia excusándose y señala que "Twilly" necesitaba salir al patio, estaba llorando en la puerta. Antes se llamaba "Willy", señala, pero mutó. Una vez atendido el cachupín, la audiencia prosigue".
Hernández, abogado especialista en el área de derecho laboral y amo de "Twilly", cuenta que aquel episodio ocurrió en el living de su casa.
"Escuché a "Twilly" quejarse y llorar, y cuando hace eso es porque quiere ir al baño. Recuerdo que pedí disculpas al magistrado y a los colegas, pero tenía que ir a abrirle la puerta. Cuando regresé les dije que tuve que atender las necesidades del perro", cuenta.
-¿Qué le dijo el magistrado?
- Me preguntó cómo se llamaba el perro y le conté que se llama "Willy" primero, pero los nombres van mutando, y ahora es "Twilly". A veces le decimos "Guillermo", por William; el amo William, por "El Príncipe del Rap".
-Cuéntenos de "Twilly"
- Es un quiltro negro que llegó a la casa cuando era un cachorro, una semana antes del estallido social. Le gusta correr por la playa y el parque, perseguir aves. También le encanta la gente, es muy amigable.
Karen Valdés (32), administrativa de actas que trabaja en el Poder Judicial desde 2014, y responsable de la redacción del acta, recuerda el patatús de "Twilly" y todavía se ríe, confiesa.
"En la mitad de la audiencia el abogado se notaba nervioso, inquieto, miraba hacia el lado. Yo creo que en algún momento no aguantó más y dijo magistrado, por favor, le pido un momento para ir a ver a mi perr o . Y antes de la respuesta salió corriendo, desapareció súbitamente. Todos quedamos plop. Se escuchaban los ladridos del perro y cómo que estaba rasguñando la puerta", relata.
Sobre la reacción del juez, Álvaro Flores, la funcionaria Valdés asegura que "él se lo tomó muy relajadamente. De hecho, le dijo al abogado qué pasó, cuéntenos por qué desapareció, ¿Tenía hambre el perro? Finalmente, le comentó que no había inconveniente, pero que se debía dejar constancia del episodio en el acta, y me pidió que lo hiciera. De un momento a otro, el magistrado se puso serio y dijo vamos a proseguir con la audienci a".
-¿Ha visto muchos chascarros en las audiencias?
- Habitualmente suenan los citófonos, se corta la luz, aparecen niños o las mascotas. Así como también hay audiencias donde no ocurre nada. Es que trabajar desde la casa ha hecho que se mezclen los ámbitos laboral y doméstico, y que surjan situaciones que escapan de nuestro control a veces.