Claudia Villafañe pensó cada detalle de la despedida eterna de Diego Maradona. Era su ex esposo, el hombre que la hizo pasar demasiados malos ratos, que le rompió el corazón, pero en contraposición, se trataba de una ocasión maldita: la muerte de quien será por siempre el padre de sus hijas, Dalma (33) y Giannina (31).
Llegó a la casa de Tigre cuando le avisaron que Maradona había fallecido de un ataque cardíaco, al mediodía del miércoles. Protegió el cuerpo para que nadie hiciera algo indebido, recibió el llamado del mismísimo Presidente Alberto Fernádez y aceptó su ofrecimiento de velar a su ex esposo en la Casa Rosada.
Pidió que en el salón principal, donde yacía el cuerpo, solo un grupo selecto, de 200 personas, pudiera ver su rostro por última vez. "Fuimos rotando, por medidas sanitarias", contó Sergio Goycochea, ex arquero mundialista y gran amigo de la ex pareja.
El jueves por la mañana, pensando en el funeral en el cementerio Bella Vista, Claudia pidió que la gente ingresara a verlo, pero que esa ceremonia no se extendiera más allá de las cinco de la tarde.
Su plan, conversado con sus hijas Giannina y Dalma, debía llevarse a cabo a laperfección. La gente se agolpaba afuera del palacio de gobierno porque quería ingresar a despedir al ídolo, hubo incidentes entre a fuerza policial incluso, pero Claudia solicitó que la carroza fuera rauda hacia el camposanto. "El deseo de Claudia era que no hubiese ninguna caravana", apuntó Goyco.
Maradona quedó, al caer la tarde, en el cementerio, custodiado por la policía. Ahí quedaba el hombre a quien Claudia amó con locura desde que apenas tenía 17 años. Él, de 19, le pidió que fuera su novia.
Entonces, en Villa Fiorito, al sur del gran Buenos Aires, partió su historia. Un barrio donde no les sobraba nada de nada. Claudia y Diego eran felices.
Luego vino el fútbol y de la mano los contratos millonarios, la fama, los excesos, los hijos y las infidelidades tras 14 años de matrimonio. Hoy Claudia tiene 58 y despide a Maradona, que el 30 de octubre cumplió 60.
Ambos transitaban por luces y sombras, como los seres humanos que son o fueron, en el caso de Diego que falleció al mediodía del miércoles. Cada paso que dieron en su relación siempre dio que hablan Eran portadas de diarios, de revistas del corazón. No solo en Argentina, sino que en el mundo.
Generaron simpatías y resquemores, idolatrías y odios. Fuera lo que fuese, siempre eran tema en las sobremesas argentinas. Ella le pidió el divorcio el 2003 por abandono de hogar, pero de alguna u otra forma siguieron ligados. Maradona dejó cinco hijos, dos de Claudia.
"Hablemos de Claudia", escribió en su cuenta de Twitter el periodista y comentarista argentino Pablo Giralt. "Siempre a su lado, pese a todo lo que debió soportar. Una mujer íntegra. Siento una profunda admiración por ella. Me fui del canal sin pensar que pasaría", agregó.
"Yo defiendo a Claudia, expreso lo que siento por ella. No es fácil organizarle el funeral a tu ex esposo", comentó Goycochea.
"Lo juro por mi nieto, en 30 años que la conozco, en la intimidad más íntima, jamás le escuché diciendo algo malo de Diego, a mí no me lo cuenta nadie", apuntó Goyco.
"Imagináte las cosas que pudo haber contado, las ventajas que pudo haber sacado. La mirás y ella estáúltima siempre, lo hace por sus hijas, es como un agradecimiento, fueron 15 años, es una relación, es un vínculo, después ponéle el título que quieras, pero no es fácil", agregó.
Claudia Villafañe había girado el rumbo de su vida. Hace poco ingresó al programa Master Chef Argentina y era una aplaudida participante. Empezó a disfrutar el día a día, el momento, comentó.
"Claudia fue la novia desde la adolesecencia, al principio era de perfil my bajo, peor era difícilmantenerlo al lado de Maradona", explica Juan Pablo Méndez, periodista del Diario "Olé".
"Estuvo cuando lo detuvieron el 91 por cocaína, sabía que Maradona era infiel porque lo mostraba en todo el mundo. Maradona tiene un hijo fuera del matrimonio", apunta.