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Pancha Merino y su hija Amanda

Encarando desde afuera ese proceso tan personal conocido como adolescencia, Francisca Merino (47) decidió este jueves congraciarse con el periodo a veces indiferente aplicando puro regaloneo. Junto a Amanda, su hija de 12 años, planeó una visita en dupla hasta la peluquería de Jean Bohus. Ahí, madre y retoña, pasaron un momento de calidad.

Francisca Merino en palabras: "Llegamos a las tres de la tarde y nos fuimos a las nueve de la noche, así fueron las cosas. Nos reímos, conversamos, nos tomamos un cafecito, de todo. La pasamos súper bien. La Amanda siempre fue muy apegada a mí, súper regalona, pero obviamente creció y se fue para su pieza, se encierra. Está muy grande".

-Está más alta que usted.
-Va a cumplir 13 años, está más alta que yo, debe estar midiendo un metro 70. Yo le prometí hace un tiempo que cuando estuviera más grande la iba dejar inscribirse en Elite Model, para que pruebe, para que agarre un estilo. Yo siempre le digo a ella que es súper importante que tenga una vocación, que trabaje. A veces me dice que quiere ser famosa.

-¿Y qué le dices tú?
-Le digo "ya, pero cuál es el propósito de ser famosa, porque hay que tener una vocación". Que ser famosa sea resultado de algo que le guste hacer, de algo que le encante. A ella le encanta cantar, a veces me dice que le gustaría estudiar derecho... es una niña todavía. Pero lo que haga, a ella le debe encantar.

-¿Cómo describe a su hija?
-Es súper independiente. Se pegó el estirón, se puso grande el verano pasado. Para mí, llegó otra. Fue como vivir un luto, porque ya no estaba tan niñita.. Ella es cero materialista, se fija en aspectos sensibles, más trascendentes. Me encanta ella.

Amanda, la jovencita aludida, se expresa respecto a la salida familiar: "Fue muy bacán haber tenido a mi mamá en la peluquería conmigo. Estuvimos muchas horas y sin ella hubiese sido más diferente. Fue divertido ver cómo las dos íbamos quedando. La pasé demasiado bien.

De acuerdo con su relato, posterior al proceso capilar, madre e hija posaron como modelos y se sacaron varias fotografías. "La pasé demasiado bien haciendo las fotos, todos en la peluquería son un amor, los quiero mucho", sostiene.

-¿Cómo se lleva con su madre, niña Amanda?
-Increíble. Salimos las veces que puedo, porque generalmente tengo clases y cosas así, cuando se puede yo la suelo acompañar a sus cosas. Me lleva a tomar desayuno al Starbucks y cosas así, me compra muchas cosas ricas para comer... yo amo mucho a mi mamá. La quiero demasiado y eso, fue demasiado divertido y bacán haberla tenido ahí conmigo.

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