Parecía un domingo cualquiera para los amantes del deporte tuerca, con el Grand Prix de Bahrein en las pantallas y la promesa de mucha emoción en una nueva fecha de la Fórmula 1. Las expectativas se cumplieron en exceso: hubo consternación y, afortunadamente, un posterior alivio luego del choque protagonizado por el piloto francés Romain Grosjean apenas iniciada la carrera.
El conductor de 34 años y miembro de la escudería Haas tuvo un pequeño contacto con el auto de su colega Daniil Kyvat en la primera vuelta del circuito. Grosjean perdió el control del vehículo y salió disparado hacia la barrera de contención ubicada en la curva. Hubo una explosión instantánea y las llamas devoraron la escena.
"Las transmisiones llevan un buen tiempo adoptando la medida de no mostrar imágenes luego de un choque con probabilidades fatales. Pasaron varios minutos sin saber nada y se generó mucha preocupación. Después salió la imagen de Grosjean arriba del auto de apoyo. Tuvo suerte", dice Alejandro Schmauk, ex piloto chileno e ingeniero mecánico.
Efectivamente, la silueta de Grosjean casi renaciendo desde las llamas fue impactante, sobre todo al ver el resto de las imágenes que mostraban su auto partido en la mitad. "Está bien, solo tuvo quemaduras leves en las manos y tobillos", señaló Guenther Steiner, jefe de la escudería Haas.
Su milagrosa salvada se debió a un accesorio de seguridad que actualmente llevan todos los autos de Fórmula 1, 2 y 3. Se trata del halo, ubicado justo delante de la cabeza del conductor.
"Es como un parabrisas sin parabrisas. Eso ayudó a que no se le reventara la cabeza contra el guardrial (barandilla). Se mantiene fijo ahí, firme, en caso de cualquier accidente. No afecta tanto la visión del piloto, es un poco molesto nomás", explica el piloto nacional Benjamín Hites.
Schmauk detalla las características del famoso halo. "No es un dispositivo barato. Para que cumpla la función tiene que ser muy estilizado, para no quitar visibilidad, y muy resistente. Se usan metales especiales. Los de la Fórmula 1 están hechos de titanio. Son muy pesados, suman como 8 kilos al auto", detalla.
-¿Cuándo empezaron a usarse los halos, Alejandro?
-Se empezó a masificar más o menos en 201 5, luego de que ocurrieran tres accidentes graves. Uno fue en la Fórmula 2: un neumático voló, cayó en la cabeza de un piloto y murió. En la categoría Indy también pasó un evento parecido. Y después, Felipe Massa quedó inconciente luego de que un pedazo del auto de Rubens Barrichello le diera en la cabeza. En la Indy no usan halos, pero tienen un dispositivo de acrílico que cumple una función parecida.
Alan van der Merwe, conductor del auto médico que asistió a Grosjean, les dio el mérito a los dispositivos de seguridad. "Esto demuestra que los sistemas como el halo, las barreras y cinturones funcionaron. Si uno solo hubiese fallado, la historia sería otra. Nunca vi tanto fuego en un accidente. Que Romain haya sido capaz de salir solo del auto es increíble", dijo a SkySports.
El chileno Benjamín Hites también quedó anonadado. "No podía creer cuando lo vi bajar del auto. Me alegré mucho. Pero creo que en el autódromo faltaron más medidas, como poner una barrera de neumáticos en esa curva", señala.
Alejandro Schmauk explica que casi todos los circuitos ponen tres corridas de neumáticos sobre las barreras o guardrials, precisamente para absorber el contacto. "Pero acá nadie pensó en ponerlos en esa parte porque la probabilidad de chocar ahí era casi cero. Pero justo le pegaron y salió de forma perpendicular. Al final, el halo pagó todo lo feo que es y el rechazo que ha producido. Tuvo la resistencia para abrir el guardrial, pasar entre medio y no quebrarse", destaca.