Las horas posteriores a la muerte de Diego Armando Maradona se han transformado en un caso policial agudo, entre quienes lo vieron por última vez con vida, la hora exacta de su deceso, las pericias a su cuerpo y los cuidados médicos que recibió entre la noche del martes y cerca del mediodía del miércoles, cuando se constató su fallecimiento.
La Fiscalía General de San Isidro, en Buenos Aires, abrió el expediente IPP 14-08-002093-20 caratulada "Maradona, Diego Armando S/ Averiguación causales de muerte" para determinar con precisión científica qué provocó la muerte del ídolo argentino.
John Bruyard, abogado a cargo de la investigación, dijo el miércoles que fue por causa natural y el informe preliminar de la autopsia determinó una insuficiencia cardiaca aguda que generó un edema agudo de pulmón. Bruyard armó un equipo de trabajo e inició la reconstrucción de las últimas horas de Maradona con tres agentes fiscales encargados de las diligencias y que están siendo supervisadas por un procurador general. La misma fiscalía informó que la última persona en verlo con vida fue su sobrino, quien estuvo con él a las 23 horas del martes.
"Se encontraban en la casa su sobrino, su asistente, un empleado contratado para su seguridad física, una enfermera y una cocinera. Llegaron después, a las 11.30, el psicólogo y la psiquiatra personales del fallecido, quienes ingresaron en primer término a la habitación. Se dirigen verbalmente, pero Diego Armando Maradona, que aparentaba estar dormido, no respondía. Por lo que son convocados el sobrino y el asistente, quienes lo intentan despertar y sin observar, en principio, la existencia de signos vitales requieren la presencia de la enfermera y la psiquiatra, quienes le realizan maniobras de reanimación infructuosas", detalló el informe.
En ese momento, según la misma investigación, se decretó la alerta y se llamó a servicios de urgencia para que llegaran al lugar y también se recurrió a un vecino médico de Maradona para continuar con la reanimación. "Luego llegan las ambulancias a cargo del médico clínico de la prestadora médica. Prosigue con las maniobras; aplica ampollas de adrenalina y atropina, constatando finalmente el deceso del causante", sostiene la fiscalía.
Verónica Collao, enfermera y directora del Centro Aha, experta en reanimación cardiopulmonar y académica de la Universidad Central, explica al protocolo que se aplicó apenas se dieron cuenta que estaba sin signos vitales. "Un paciente que está cuatro minutos sin recibir oxigenación va a quedar con una secuela importante y en diez minutos ya será una secuela neurológica. Lo que se hizo apenas lo encontraron fue lo correcto. Hay que activar de inmediato un sistema de emergencia, en este caso, la ambulancia, que es quien declara el fallecimiento de una persona, aunque, según informaron, llegaron varias ambulancias y eso desordena una reanimación", dice.
"Un paciente con hospitalización domiciliaria debe ser controlado cada dos, cuatro, seis o doce horas y es un médico quien establece que la visita sea más seguida de acuerdo a su complejidad. Maradona lo era, había sido operado del cerebro, tenía una insuficiencia cardiaca, miocardiopatía dilatada y un síndrome de abstinencia. Creo que él debió seguir hospitalizado en una clínica", agrega Collao.
La Fiscalía de San Isidro sigue recabando información, pero le falta la reconstrucción final de los controles médicos que tuvo Diego antes de ser encontrado sin vida. Qué medicamentos se le administraron y las dosis, si hubo ingesta de alcohol o droga, y los informes que debía elaborar el personal médico a su cargo. Eso se conocerá en una o dos semanas cuando se entregue el informe final de la autopsia, que duró más de dos horas y en la que trabajaron seis médicos forenses, entre ellos uno designado a petición de la familia.