Guste o no, el cambio climático afecta a todos los santiaguinos en algo tan básico como el agua potable, servicio que entre el 2013 y 2020 se ha interrumpido cinco veces a causa de aludes o lluvias convectivas, que enturbian el agua del río Maipo hasta el punto que no se puede tratar para el consumo humano.
Para evitar más cortes, Aguas Andinas inauguró seis mega estanques en la precordillerana comuna de Pirque, con capacidad para abastecer a Santiago hasta por 23 horas a pleno consumo. Tienen una superficie equivalente a 50 canchas de fútbol, pero con una profundidad de cinco metros. "En ellos se reservan 1.480.000 millones de litros de agua filtrada, desarenada y lista para alimentar la plata de potabilización de Las Vizcachas. Esto, en caso de que el río Maipo arrastre muchos sedimentos y no podamos captar agua de él", explica Alberto Blanco, director de Planificación de Infraestructuras y Tecnologías de la sanitaria.
Las estructuras están construidas en hormigón y revestidas por una membrana impermeable, que evita posibles fugas en caso de terremotos. "Esta agua, más la almacenada en todos los depósitos construidos a la fecha, asegura 34 horas de servicio para los 7,5 millones de capitalinos", explicó el ingeniero. Según él, "esto convierte a Santiago en la ciudad con mayor capacidad de resiliencia a eventos de turbiedad de hispanoamérica". La meta, es que al 2024 se cuente con una reserva mínima para asegurar 48 horas.
Aunque el llenado de los estanques tardó cinco días a una media de 3,5 metros cúbicos por segundo, su vaciado es mucho más rápido, gracias a los 16 metros cúbicos por segundo que pueden inyectar a la planta de Las Viscachas, ubicada tres kilómetros más abajo.
Estanques a prueba
Según explica el ministro de Obras Públicas Alfredo Moreno, "el sistema está diseñado para responder al cambio climático que, además de traer menos agua y temperaturas más altas, subió la altitud de la isoterma, por lo que ahora llueve más arriba, removiendo parte del material suelto en la montaña y evacuándolo por el cause del Maipo".Los estanques ya pasaron su primera prueba el pasado verano, cuando abastecieron parcialmente a la capital durante 16 días a causa de las lluvias cordilleranas. "Esto nos permite tener más seguridad y nos da certeza de que en los hogares santiaguinos habrá agua, en caso de turbiedad del río Maipo", finalizó Moreno.