La vacuna candidata contra el coronavirus, desarrollada por la Universidad de Oxford y la biofarmacéutica AstraZeneca, demostró que puede generar una respuesta inmune en la población de mayor riesgo: los adultos mayores.
Este miércoles los investigadores de la universidad británica publicaron los resultados en la revista científica "The Lancet", donde aclaran que los hallazgos corresponden a un estudio de Fase 2/3. O sea, midieron seguridad y respuesta inmune, tal como si fuese un ensayo clínico de Fase 3, pero con menos voluntarios.
560 personas del Reino Unido se inscribieron para ser parte del estudio y fueron divididos en tres grupos. En el primero participaron 160 personas de entre 18 y 55 años; en el segundo, 160 voluntarios de entre 56 y 69 años; y en el tercero, 240 personas de 70 años y más. De todos los voluntarios, 280 eran mujeres.
"Los resultados son bastante optimistas y muy sólidos. Tenemos a 200 personas mayores de 70 años que recibieron efectivamente la vacuna y no el placebo. En ellos hubo una clara respuesta de anticuerpos protectores y una respuesta del tipo celular que otorga memoria inmunológica y capacidad de erradicar la infección", celebra el doctor Sergio Vargas Munita, encargado del estudio de Fase 3 de la vacuna de Oxford en la Universidad de Chile.
Todos los grupos etáreos, agrega Vargas, desarrollaron anticuerpos. Eso significa que los cuerpos de los voluntarios que recibieron la vacuna candidata desarrollaron moléculas que impiden que el coronavirus se meta en las células y se replique hasta causar la enfermedad.
Además, destaca Vargas, los voluntarios generaron una respuesta celular. En simple: sus organismos lograron generar linfocitos B, que son las células que generan anticuerpos; y células T, también llamadas asesinas, que están encargadas de buscar células infectadas con el virus para eliminarlas.
"En los participantes que recibieron una segunda vacuna de refuerzo a los 28 días, hubo un aumento adicional en la respuesta máxima. En este estudio, mostramos que las respuestas de anticuerpos en los grupos de mayor edad (56-69 y mayores de 70) eran comparables a las observadas en adultos más jóvenes. De manera similar, después de una segunda dosis de la vacuna, los niveles de anticuerpos aumentaron, y esto también fue consistente para los grupos de mayor edad", aclara la Universidad de Oxford en un comunicado.
Angela Minassian, investigadora de la Universidad de Oxford, agrega que "demostrar que la tecnología de esta vacuna es capaz de inducir estas respuestas, en el grupo de edad con mayor riesgo de enfermedad grave por Covid-19, ofrece la esperanza de que la eficacia de la vacuna sea similar en adultos jóvenes y mayores"
Que una vacuna induzca una respuesta inmune en adultos mayores de 70 años, describe Vargas, es un hallazgo potente porque a medida que las personas envejecen se produce un fenómeno llamado inmunosenescencia que dificulta la eficacia de las vacunas. "La cantidad de células capaces de reaccionar frente a una vacuna y de producir una respuesta disminuye en los adultos mayores", detalla el investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Cuenta Vargas que era esperable que la vacuna de Oxford generara una respuesta inmune en varios grupos etáreos porque su formulación, basada en un adenovirus de chimpancé, ha sido probada en vacunas contra distintas enfermedades desde el año 2012. "Esta gente estaba preparando una plataforma para enfrentar una eventual pandemia", especifica.
Vargas recuerda que las personas mayores de 70 años tienen cinco veces más riesgo de hospitalización que la población de entre 18 y 29 años. Además, tienen 90 veces más riesgo de desarrollar una enfermedad grave con mortalidad que el grupo menor a 30 años.
240 voluntarios mayores de 70 años participaron en las pruebas. 200 recibieron la vacuna ChAdOx1 nCoV- 19 y 40, un placebo.