Desde $10.000 se puede comprar un número de rifa para participar en el sorteo de una propiedad. Una nueva modalidad de "venta" de inmuebles que busca sumar el pago de todos los interesados y así poder juntar el valor total del bien raíz, la cual muchas veces incluye hasta el auto, maquinarias, negocios y/o animales que poseen los dueños en ese momento. En redes sociales es posible encontrar sorteos de parcelas, casas y hasta una hostal.
Es lo que están haciendo el ingeniero en sonido Gonzalo Morales (44 años) y su esposa Alejandra Llanos, quienes armaron una cuenta de Instagram (@sorteomipropiedad) para una rifa cuyo premio mayor es un terreno de tres hectáreas en Los Sauces, Región del Maule, con dos casas, una cervecera artesanal, un Grand Vitara y $3.000.000, todo avaluado en $140.000.000.
"Llevamos tres años tratando de vender, tuvimos tres corredores de propiedades pero no pasó nada, por lo que había que buscar una solución. Llevamos nueve años viviendo acá, pero somos de Magallanes y queremos volver", cuenta Morales.
Ha costado vender la parcela por el método tradicional porque la gente cree que es un lugar seco o sin agua.
"Pero estamos en un cerro y pasa un estero por el terreno. Cuando vienen a vernos quedan fascinados. Y estamos a media hora de Vichuquén, a 40 minutos de la playa de Llico", dice.
El sorteo será el 21 de diciembre. Proyectan vender 24.000 números y juntar en lo posible $240.000.000. Si no llegan a esa cifra, igual harán el sorteo.
-¿Qué debe pagar la persona que gane?
-Nada, porque la redacción de la escritura, la inscripción en el Conservador de Bienes Raíces y otros trámites que cuestan como $1.000.000 están incluidos en el premio. La idea es que el que gané venga y firme. La propiedad está sin deuda de por medio.
Antes de participar
"Esta fórmula es una buena forma de lograr vender la propiedad y, por el otro lado, acceder al sueño de la casa propia. Pero hay que tener cuidado con detalles como que esté todo regularizado, que la propiedad no tenga deuda y preocuparse después de su mantención. Porque incluso hay casas que vienen hasta con animales incluidos. Cualquier problema que surja, puede transformarse en un gran dolor de cabeza y gastos extras para sanearlos", comenta Cristian Martínez, gerente comercial de a empresa de inversiones Crece Inmobiliario.Para verificar que quien sortea es efectivamente el dueño de la propiedad, hay que pedir el certificado de Dominio Vigente de la Propiedad que entrega el Conservador de Bienes Raíces con no más de 30 días de vigencia. Hay que tener la foja, número y año de inscripción del registro o saber del apellido del dueño, la comuna y el año en que se inscribió.
"También es útil pedir una carpeta de Estudio de Títulos básica que analiza los diez últimos años de la vivienda, que cuesta $13.500. Hay conservadores que tienen la información online y otros a los cuales hay que ir personalmente", afirma Karina Piña, abogada y directora de Carrera de Derecho de la Universidad de Las Américas.
La académica asegura que hay ocasiones en que los inmuebles han quedado de herencia, pero no se ha hecho el traspaso correspondiente o han tenido créditos hipotecarios y no se ha hecho el alzamiento. "Sanear una propiedad puede tener un costo sólo en abogados de 3 UF a 3,5 UF", dice.
El documento viene con un certificado de Gravámenes y Prohibiciones, donde indica si la propiedad tiene alguna hipoteca, embargos o prohibición de venderse por ser, por ejemplo, un bien familiar.
Cuentas al día
Los analistas explican que hay una serie de gastos habituales que hay que tener en cuenta al momento de
recibir una casa, como saber si tiene que pagar contribuciones por concepto de impuesto territorial y si se
está al día con ello. "Esta información se consigue en la Tesorería", cuenta Isabel Letelier, gerente de operaciones de la inmobiliaria Insta.
Otro ítem es el pago del Derecho a Aseo que cobran todas las municipalidades por el retiro de la basura. "Me ha pasado que al vender propiedades, este derecho no se ha pagado y los compradores han tenido que pagar millones de pesos pendientes porque se han acumulado por años. Si la propiedad paga contribuciones, ahí se incluyen", detalla Martínez.
De la misma manera, hay que evaluar si hay que pagar gastos comunes y si las cuentas de servicios básicos están al día.
"Y si no se va a vivir a la propiedad, también hay que tener presupuesto para pagarle a una persona para que la mantenga", indica.