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Di Mondo madruga para salvar empresa de su novio

Di Mondo (37) recuerda el 13 de marzo como un día decisivo: "Donald Trump anunció estado de emergencia en Estados Unidos y la bolsa se desplomó 3 días después ante el pánico del Covid-19. Yo lo único que pensaba era cómo podía ayudar a mi pareja".

El fashionista habla de Eric Javits, el sombrerero estadounidense (novio del chileno hace 15 años) que ha adornado las cabezas de Beyoncé, Madonna y Jennifer Lopez (por nombrar algunas), pero que este año se vio en aprietos por la pandemia. "Todas las tiendas no esenciales estaban cerradas y los pedidos fueron cancelados, incluso algunos que estaban destinados para fin de año. En resumen, casi 70 mil unidades en inventario, entre sombreros y carteras, que no se venderían. En algún momento se pensó en cerrar la empresa", dice el influencer, ex Edmundo Huerta, sobre la compañía que nació en 1985.

Si bien hasta ese momento jamás se había involucrado en el negocio de su pareja, decidió proponer nuevas estrategias de ventas, aunque fuese ante las miradas dudosas de otros trabajadores con más experiencia. "A pocos les gustaban mis ideas, pero siempre he tenido un lado empresarial", añade uno los rostros más fotografiados de la alfombra roja del Festival de Viña, que por si no sabía estudió administración de empresas en la Universidad de Los Lagos. "Pocas personas saben eso de mí", agrega el actual jefe de operaciones de la compañía.

-¿Cuál fue su estrategia, Di Mondo?
-Pasé varios días pensando en qué hacer y llamé a una amiga chilena que me comentó que su marido (Dario Markovic, actual CEO de la marca Eric Javits) hacía marketing digital para varias compañías con publicidad en redes sociales y el manejo de Shopify (plataforma que se dedica a la creación de tiendas online). La oficina de Eric justamente había cambiado la página web a Shopify, así que esa estrategia me hizo sentido. Hablé con Eric, tuvimos varias reuniones y decidimos probar.

-¿Y cómo le fue?
-La primera publicidad que hicimos fue a principios de mayo durante diez días. Gastamos 400 dólares en publicidad y eso generó 47 mil dólares en ventas. Quizás no era mucho para lo que vendía la empresa, pero la proporción (entre inversión y ganancia) era enorme.

-¿Siguieron jugándosela por ese lado?
-Sí. Después se me ocurrió hacer una venta con grandes descuentos para celebrar el cumpleaños de Eric, el 24 de mayo. Hubo mucha resistencia a la idea de casi todos en su oficina, pero lo hicimos de todas formas. Invertimos 1.200 dólares en publicidad y en tres días vendimos medio millón de dólares. iEra insólito! En total hubo 2.325 pedidos (entre sombreros y carteras) y 3.370 productos vendidos (el rango de precios de la marca por ítem es entre 200 a 900 dólares). De esta forma me convertí en jefe de operaciones de la compañía.

-¿Qué otros cambios realizó como actual jefe de operaciones?
-La empresa estaba estructurada para envíos a los mayoristas que, por lo general, ordenan con meses de anticipación. Y me dije a mí mismo aquí me tengo que meter. En días sistematicé el packing (empaque) y el despacho. Era la única manera de cambiar una empresa organizada para mayoristas a e-commerce.

-¿Es primera vez que tiene un trabajo de oficina?
-Sí, primera vez. Literalmente trabajamos como perros con Eric y todo el equipo. Por casi dos meses llegábamos a las 6:30 AM a la oficina y nos quedábamos hasta la noche, pero no me importa porque me encanta el rol empresarial.

-¿Le cambió mucho la rutina?
-Sí, pero la pandemia ya había parado mis planes. Mi nueva rutina es diferente porque antes tenía más tiempo para mi disciplina espiritual. Apenas me despertaba, meditaba y practicaba yoga, y luego seguía con el resto de mis actividades. Ahora paso el día coordinado muchas cosas. Es bastante intenso porque estoy involucrado en temas operacionales, inventarios, sesiones de fotos, reuniones, pero además tengo el objetivo de crear una nueva cultura en la empresa.

-¿Cómo resume el año?
-Me siento tan satisfecho de todo lo que he podido aportarle a Eric. Siempre me he sentido bendecido y hoy día aún más. Agradecido por todo lo que la vida me ha entregado. Unas de las cosas que más valoré de mí ser es mi creatividad y sé que cuando se acabe la pandemia va a emerger un Di Mondo mucho más potente.

-Di Mondo, no le puedo dejar de preguntar, ¿Cómo se viste para ir a la oficina?
-Muy sport porque en mi día a día siempre me he vestido así. En primavera usé mucha ropa deportiva Nike, en el verano shorts y sandalias, pero ultimadamente jeans y camisa o ropa deportiva.

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