Desde las cercanías de Frankfurt, Alemania, en parajes que por esta época suelen amanecer nevados, Lilian Sielfeld (68) enfrenta la fecha con la mente puesta en Chile. Lo hace con el recuerdo vivo de quien fuera su pareja. Este 1 5 de diciembre se cumplió un año más del nacimiento de Patricio Frez, locutor radial y emblemático integrante del "Buenos días a todos", fallecido de cáncer el 20 de octubre pasado. A dos meses de eso, las remembranzas de su compañero por cinco años, desde 201 5, la retrotraen al pasado.
"Este es un día especial. Pato cumpliría 65 años. Me acuerdo perfecto del último cumpleaños que vivimos juntos. Fue en Chicureo, el 2019. Fue lindo, la pasó muy bien. Ya le habían detectado el cáncer, pero había que vivir el momento", comenta ella, quien acompañó al locutor hasta el final de sus días en su casa de Quilpué. "Quedé muy contenta de poder haberlo cuidado en los últimos momentos, para mí haber estado con él fue un regalo, murió al lado mío en sueños", sigue, desde la casa alemana de Paulina Lara Sielfeld, la tercera de sus cuatro hijos.
-¿Qué está haciendo en Alemania, Lilian?
-Me vine para pasar la pena. En el fondo me afectó todo lo de la muerte del Pato, para qué vamos a decir otra cosa. Así que mi hija me compró un pasaje y me dijo ya, mamá, vente para acá . Y bueno, acá estoy. Recordándolo igual, pero al menos uno cambia de ambiente y ve las cosas de otra manera. Me vine el 1 de diciembre y me voy el 15 de febrero de vuelta a Chile.
-Muy reciente todo...
-Claro, hay pena. De repente me vienen mis ataques de llanto. Pero yo veo a la vida desde el punto de vista de que todo pasa por algo, de eso yo estoy convencida. Sabíamos lo que podía venir, había que vivir el momento nomás. Fue un tiempo corto el que estuvimos, pero bueno, un tiempo que lo disfrutamos mucho. Dentro de todo estoy tranquila, una ya entiende las cosas.
-¿A qué se refiere?
-Yo creo que a esta edad una ya aprende a vivin Uno entiende que la vida es difícil. Yo soy viuda, a mí se me murió mi marido de cáncer también. Entonces como que estas experiencias te van enseñando a vivir y, derechamente, te enseñan a vivir el momento, porque una entiende que nada es estático. Todas las cosas van cambiando, que es algo que a veces algunas personas no entienden. Una le toma el gusto a las pequeñas cosas, a las risas, a compartir un momento bonito. Hay tantas cosas que uno a veces no se da cuenta que las tiene. Hay que vivir el momento, vivir el hoy, porque mañana realmente no sabemos qué va a pasar. Y yo por suerte pude disfrutar mucho con el Pato.
- ¿Cómo recuerda la relación con él?
- Yo lo pasé súper bien con él y yo creo que él también conmigo. En verdad la pasábamos muy bien, disfrutábamos mucho. Nos entreteníamos mucho, éramos muy partners, eso y más era lo que fuimos. Nos gustaban las mismas cosas, de hecho, nosotros un tiempo tuvimos un programa en Viña y lo pasábamos increíble. Él tenía un programa llamado "El Pato y usted" (Quintavisión), y yo era a veces panelista, y hacíamos un sketch los viernes. Ahí hacía de la señora Luchita, que era una vieja que lo perseguía, jajajá. Muchas risas con eso. Él vino con esa misión...
-¿Qué misión?
- Yo creo que vino realmente a hacerme feliz. Porque yo estuve mucho tiempo viuda, sin nadie, y estaba realmente muy apagada. Como que él me revivió. Fíjate que yo también creo que lo hice feliz. Él me dijo al final tú me enseñaste a amar . Y eso es inolvidable.
-¿En qué se ha apoyado en este tiempo?
-Una tiene misiones acá. Yo tengo mis hijos y mis nietos. Tengo cuatro hijos y siete nietos, mi familia me impulsa a seguir, a tratar de estar bien. No se puede dejar todo, hay que ser responsable con las misiones. Todo pasa porque tiene que pasar. Estoy convencida de eso, del destino. Mi familia en ese sentido ha sido un apoyo fundamental. Cuando hay problemas y momentos difíciles uno acude y se reúne con la familia. De repente uno tiene amigos, pero los amigos también tienen cosas que hacer, mientras que la familia siempre está contigo. Es lo esencial, lo más importante, es el pilar, sin familia todo se desarma.