Julio, 1975. Dictadura militar en Perú. Juan Velasco, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, fue hasta el Pentagonito. Revisó los planos, analizó los mapas desplegados y entregó sus últimas instrucciones para comenzar de una vez por todas con la ofensiva. Enseguida partió a Arequipa y arengó personalmente a las tropas: "Soldados. En ustedes recaerá, para la historia, el honor de escribir la página más brillante del Ejército moderno, cuando sus botas pisen nuestro suelo santo de Arica. Recién entonces podremos decir: iBolognesi, puede usted mi coronel, descansar en paz!".
La escena es relatada en el artículo académico llamado "La movilización de 1975", realizado por Arturo Fernández de la Academia de Historia Militar. Así se vivió en nuestro país el intento fallido de Perú por recuperar Arica en 1975. Fernando Wilson, historiador y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, plantea que uno de los hombres cercanos a Velasco lo traicionó para evitar un conflicto armado entre países vecinos.
Las ansias de Velasco
Velasco ansiaba traspasar la frontera y recuperar las tierras que el Ejército peruano había perdido en la
Guerra del Pacífico. Chile ya estaba al tanto de la operación que se encontraban desarrollando. En uno de
los encuentros que llevó a cabo la Junta Militar, Fernando Matthei, en ese entonces general de Brigada
Aérea, intervino y realizó un balance acerca de la situación que atravesaba la nación. El escenario era
crítico, aseguró. "La Fuerza Aérea peruana es cuatro o cinco veces más poderosa que la nuestra, porque tienen más aviones Mirage, mientras que nosotros tenemos los Hunter. Además, ellos tienen F-86 y Hunter-4. Con todo, lo importante no es su poder, sino el hecho de que nosotros ni siquiera vamos a poder despegar", dijo Matthei, según recoge el libro "Matthei, mi testimonio", de las historiadoras Patricia Arancibia e Isabel de la Maza.
"Teniendo ellos la iniciativa, obviamente van a bombardear la única pista que tenemos y, por la falta de radares para detectarlos, recién vamos a enterarnos del ataque cuando las bombas nos estén cayendo encima. Tampoco tenemos cañones antiaéreos, misiles antiaéreos ni otros equipos para defender la base. Hasta ahí llegamos y hasta ahí llegó la guerra para la Fach. Esa es nuestra situación. Puedo garantizar que los peruanos harían pedazos a la Fuerza Aérea de Chile durante los primeros cinco minutos de guerra", agregó según el mencionado libro.
Armamento soviético
Desde que Velasco llegó al poder en 1968 compró armamento a la Unión Soviética con el objetivo de concretar la operación. "Yo compré el armamento de gobierno a gobierno y realicé las compras más baratas del mundo. A mí me tenía preocupado el hecho de que se iba a celebrar el centenario de la Guerra del Pacífico y había que tomar previsiones", dijo el coronel Edgardo Mercado Jarrín, ministro de Relaciones Exteriores de Perú, entre 1968 y 1 973, según el libro "La crisis con Perú 1973-1975" de óscar Fuentes."Finalmente las Fuerzas Armadas chilenas activaron los preparativos de guerra, sin generar alarma pública. Se ordenó, entonces, el alistamiento operacional, practicándose una movilización secreta selectiva, que consistió en llamar al servicio activo a reservistas de planta para incrementar los mandos de pequeñas unidades, para reforzar, en especial, a la sexta división", dice Arturo Fernández de la Academia de Historia Militar. El día de la ofensiva estaba fijado para el 5 de agosto de 1975.
Golpe de Estado
Pero la administración de Velasco, no solo tenía problemas en el exterior. "El general Francisco Morales Bermúdez, quien estaba encargado de concretar la operación se negó y además realizó un golpe de Estado en Perú el 29 de agosto de 1975", dice Fernando Wilson, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez. "Velasco fue derrocado y el general Morales Bermúdez puso una cuota de sensatez y bajó ostensiblemente la pretensión peruana de una ofensiva", agrega el general en retiro Marcos López y ex presidente de la Academia de Historia Militar."Perú al comprar armamento soviético generó una relación de enemistad con Estados Unidos. Fue una bofetada. Las adquisiciones fueron masivas. Si Perú ya había provocado a Estados Unidos realizando esta acción, concretar un ataque en Sudamérica hubiera sido inaceptable para la primera potencia mundial en medio de la Guerra Fría. Morales Bermúdez comprendió que esto podría escalar a un grado mayor y esta fue una de las razones por las que optó por realizar el golpe de Estado", añade Wilson.