Las vacunas no curan el Covid, lo que hacen es entrenar al sistema inmune para que ataque al virus de manera más eficiente. Lo hacen a través de un ingenioso simulacro de batalla: presentan un virus inactivado o una parte del virus para que los soldados del sistema inmune (anticuerpos, células T asesinas, etc.) lo reconozcan y adapten sus bayonetas para el nuevo enemigo. De esa forma, cuando llega el virus real, están listos para atacar desde el primer minuto.
Por eso las vacunas producen efectos secundarios. Los síntomas no son otra cosa que la reacción del sistema inmune ante un patógeno o, en el caso de las vacunas, ante un simulacro de patógeno.
Hasta el momento, tres vacunas han documentado en detalle los efectos secundarios de sus ensayos clínicos: Oxford-AstraZeneca, Pfizer y Moderna.
El microbiólogo Sergio Vargas, investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, dirige el ensayo clínico de la vacuna de Oxford en nuestro país. Vargas dice que los desarrolladores de la vacuna dividieron los efectos adversos en leves, moderados, severos y de riesgo vital.
Los efectos leves, explica, son malestares transitorios que no duran más de 48 horas, no interfieren con la actividad rutinaria del paciente, no requieren el suministro de un medicamento ni ameritan atención médica; los moderados son los que tienen una pequeña limitación en la actividad diaria, pero tampoco requieren terapia; los severos limitan sustancialmente la rutina y requieren atención médica; y están los efectos potencialmente mortales, como la anafilaxia, por ejemplo, una alergia generalizada y fulminante, pero que son infinitesimalmente escasas.
"En las personas mayores de 70 años, los efectos leves llegaron a menos del 20%"; en las poblaciones de 56 a 70 años, los leves fueron un poco más del 25%, y entre los 18 y 55 años, las reacciones leves fueron cerca del 65%", dice Vargas. "Siendo más concreto aún: bajo los 55 años, tuvieron fatiga leve sobre el 60% de los voluntarios; y tuvo dolor de cabeza leve el 52% de los participantes. En los mayores de 70, en cambio, tuvo fatiga leve el 1 0%, mientras que dolor de cabeza leve tuvo el 5%. Es decir, los jóvenes tuvieron más efectos secundarios que los mayores".
En cuanto a los efectos considerados moderados, agrega el doctor, un 1 5% tuvo dolor en el brazo, un 30% fatiga, un 25% fiebre, un 20% dolor de cabeza y un 25% dolores musculares.
"Los casos severos no alcanzan a aparecer en las tablas porque son muy pocos. Hay un voluntario que tuvo fiebre sobre los 40 grados, que no le bajaba con Paracetamol y tuvo que ir a un servicio de urgencia. Muerto no ha habido ninguno por la vacuna", dice Vargas.
Los parámetros de casos leves, moderados y severos de las vacunas de Pfizer y Moderna, que utilizan un enfoque con ARN mensajero, son similares a los de Oxford. Hecho curioso, en la vacuna de Oxford se reportaron más efectos secundarios después de la primera dosis, en cambio Pfizer y Moderna reportaron más efectos adversos después de la segunda.
En la vacuna de Moderna, por ejemplo, entre los 18 y 64 años, un 89,9% dijo sentir dolor en el brazo, aunque solo el 4,6% lo consideró de un nivel severo. Asimismo, el 67,6%, siempre dentro del mismo rango etario, experimentó fatiga con la segunda dosis, un 62% tuvo dolores de cabeza, mientras que un 57,3% tuvo que tomar algún analgésico.
Con la vacuna Pfizer las reacciones adversas más frecuentes en mayores de 16 años fueron dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, pero por lo general eran de intensidad leve o moderada y se resolvían pocos días después de la vacunación.
Katia Abarca, infectóloga e investigadora de la UC y miembro del Instituto Milenio de Inmunología, dice que, en general, las vacunas contra el Covid tienen más efectos secundarios que las vacunas más comunes suministradas a los adultos, como la vacuna contra la influenza y la del meningococo, por ejemplo.
"Estas son vacunas nuevas, nunca antes se habían suministrado masivamente a la población, pero las pruebas han demostrado que son seguras y eficaces", dice.
Como próximamente debieran comenzar las vacunaciones a gran escala en el país, la doctora Abarca recomienda que ante la aparición de dolores lo mejor es usar Paracetamol ("en los adultos mayores otros antinflamatorios pueden tener efectos secundarios"), y si hay dolor articular o muscular, lo mejor es el reposo. "Y al vacunarse, hay que esperan a lo menos media hora ante la posibilidad de reacciones alérgicas. Así que hay que vacunarse con tiempo, sin apuro y con paciencia", dice.