"Como estamos tocándolo y hablándole todo el día, el celular es un espejo de nuestra condición biológica, desde el punto de vista que tenemos en la boca y en las manos. Al ser algo tan personal, lo que tú tienes aparecerá en el celular. Y eso es lo que estamos buscando. Tomamos muestras del celular para detectar si alguien tiene o no el virus".
Con esta analogía, el doctor en biología molecular, Rodrigo Young, explica su novedoso método de detección del Covid: el PCR a los celulares, una innovación made in Chile que ya está siendo utilizada por distintas empresas para testear a sus trabajadores. A diferencia del examen tradicional, que involucra un incómodo hisopado nasofaríngeo, el método de Young recolecta muestras directamente de la pantalla del celular.
"Lo que hacemos es pasar por un minuto el cotonito o el hisopo por la pantalla del celular de la persona. Luego metemos la muestra en un tubo y la llevamos a nuestro laboratorio, donde le hacemos un examen PCR y en menos de 24 horas tenemos el resultado. Es el mismo PCR que se hace en las clínicas: los mismos reactivos, la misma técnica. La única diferencia es que es una muestra ambiental y no humana", explica el científico, quien además dirige un laboratorio de investigación en la University College London (Inglaterra) hace más de 15 años.
Para que no se confunda, PCR no es meter el cotonito dentro de la nariz y raspar, sino que es la técnica de laboratorio para hallar al virus dentro de una determinada muestra (secreciones nasales, saliva o mugre del celular). ¿Cómo? Amplificando exponencialmente las secuencias genéticas del patógeno. Habitualmente se detecta al virus al ciclo 30 de amplificación, explica Young.
El científico se asoció con dos ingenieros para formar Diagnosis Biotech y comercializar el test. Antes de salir al mercado, Young hizo un estudio experimental con más de 500 pacientes de la Clínica Dávila para validar la idea de que se puede encontrar trazas del virus en la pantalla del celular, pese a limpiarlo seguido con alcohol gel o que sea usado por otros.
"Lo que hacíamos era ir a la clínica y a la misma gente que iba a hacerse un exámen nasofaríngeo, nosotros le pasábamos el cotonito o el hisopo por el celulan Después comparamos los resultados de estos pacientes y descubrimos que pudimos detectar a más del 90% de las personas que tenían una carga viral alta, es decir, los que están contagiando. Y eso tiene todo el sentido del mundo, porque las personas que no están contagiando, no pueden depositar virus en su celular", explica.
Hoy la técnica está siendo patentada a nivel internacional. ¿Cuánto cuesta el examen? Cerca de $5.000. El tradicional es cinco veces más caro.