La conversación con la diputada Catalina Pérez, presidenta de Revolución Democrática, fue antes de almuerzo. Tipo 12:30 aún no decidía qué iba a preparar, pero estaba tentada con comer el primer día de enero unas hamburguesas de garbanzo acompañadas de unas ensaladas.
Nada de carne ni de sus derivados. Así va a estar la parlamentaria durante todo este mes porque es parte de los 40.000 chilenos que aceptaron el desafío de la organización internacional Veganuary, fundada en el Reino Unido, que anima a probar el veganismo hasta el 31 de enero. Claro que la intención es que les guste y se queden con este consumo que deja fuera de la dieta diaria a cualquier producto que sea elaborado con materia prima animal.
"No va a ser muy complicado porque como poca carne, fui mucho tiempo vegetariana, como diez años, así que eliminar los productos que deriven de un animal no será tan traumático", dice Pérez.
-¿Imagino que algún producto que comía regularmente va a echar de menos?
- Los huevos y el queso. Sobre todo en los desayunos, pero hay que adaptarse nomás.
-¿Qué la motiva a seguir este desafío?
-Ayudar a crear conciencia de las consecuencias del consumo de carnes y otros derivados animales. Las emisiones del sector ganadero a nivel global representan el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero y la ganadería por sí sola emite tanto gases de efecto invernadero como todo el transporte mundial.
Mauricio Serrano, director de Veganuary para Latinoamérica, cuenta que la organización entrega a la diputada y a cada persona inscrita una guía digital de inicio al veganismo, un libro digital de recetas veganas, aportadas por destacadas celebridades del mundo, correos diarios con recetas veganas, consejos, tips y argumentos para mantenerse en el camino del veganismo durante todo el mes. La idea es que sigan con ese estilo de vida más allá de enero.
Cuenta que el año pasado esta iniciativa logró que 400.000 persona aceptaran el desafío en la campaña que participaron Reino Unidos, Estados Unidos, Alemania, Chile y Colombia. Este año se sumó Argentina y Brasil y esperan que, con la campaña que se lanzó en diciembre pasado por redes sociales y medios masivos, unas 500.000 personas acepten el desafío.
"El 47% de las personas que hicieron el desafío el año pasado señalaron que se mantuvieron en seguir la alimentación en base a plantas", asegura Serrano.