En internación provisoria, en un centro administrado por el Sename y resguardado por Gendarmería, quedó el adolescente de 16 años que apuñaló a dos guardias de seguridad al interior de un supermercado de Colina, la tarde de este domingo. El fiscal del caso, Alberto Ríos, relató ante el tribunal que el muchacho atacó con un cuchillo a los hombres tras ser sorprendido hurtando. Lo acusó de cometer los delitos de homicidio frustrado y lesiones graves.
El ataque del adolescente quedó registrado en una serie de videos grabados por clientes y trabajadores del supermercado. En las imágenes aparecen el muchacho a torso desnudo con el cuchillo en la mano y los guardias defendiéndose de las estocadas con sus bastones retractiles. También se observa a algunos clientes embistiendo con los carros de compras al imputado para reducirlo.
El fiscal Ríos aseguró en la audiencia que uno de los guardias resultó con un corte profundo en la espalda, de unos tres centímetros de longitud y cuatro centímetros de profundidad, y otra herida cortopunzante en el muslo izquierdo. La otra víctima presentó heridas en la zona derecha del cuerpo, específicamente en el glúteo, la mano y la pierna. Ambos se recuperan favorablemente en el Hospital del Trabajador.
El abogado defensor del muchacho, Sergio González Aguilera, informó al tribunal que su cliente tiene irreprochable conducta anterior, cursa segundo medio en un colegio especial de Colina y padece un trastorno de impulsividad, que está siendo tratado con el medicamento Risperidona.
El adolescente comentó al juez de garantía que vive con su abuela de 65 años, su hermano mayor, dos tías y su abuelo de 78 años, quien padece una enfermedad pulmonar. Su madre participó telemáticamente de la audiencia de formalización.
Jimena Carrasco, académica de la Universidad Austral e investigadora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (lmhay), dice que las conductas impulsivas de los niños surgen en respuesta a un contexto. Que un muchacho sea agresivo, agrega, no siempre tiene que ver con una condición intrínseca de él, sino que puede estar determinada por el medio en el que se desenvuelve y la respuesta que obtiene ante sus demandas.
"Acá está el típico caso del niño que hace pataleta y que por medio de ella obtiene siempre lo que quiere. Ese niño se va a acostumbrar a que puede obtener lo que sea a través de una actitud violenta. Los padres tienen que estar atentos con las actitudes muy egocéntricas de los niños, el quiero esto, quiero esto otro y me da lo mismo todo. En términos sicológicos se va generando un patrón narciso y es lo que uno ve a veces en los niños que infringen la ley: si quiero algo, voy y lo tomo", ilustra la también doctora en Sicología Social.
Carrasco reflexiona que "en términos generales esto (patrón narciso) se da en las nuevas generaciones, que han sido criadas en un contexto en el que todo lo que quieren, lo tienen. Es importante que los niños aprendan a lidiar con la frustración. Pero claro, en este caso particular, es evidente que no se saltó de la pataleta al ataque a los guardias. Si el adolescente está con un tratamiento con Risperidona significa que tiene un diagnóstico siquiátrico o de esa esfera, pero ojo que hoy existen muchos niños en edad escolar que están siendo medicados por este fármaco, al igual que en el pasado ocurría con el Ritalin. Entonces la pregunta de fondo sería: ¿por qué tenemos tantos niños con Risperidona?".