Así como al principio de la pandemia todos los países miraban a Corea del Sur y Nueva Zelanda como
ejemplos de lo que había que hacer para contener al virus, ahora todos observan con atención a Israel, por
lejos la nación más eficiente hasta ahora para vacunar a su población.
Según Our World in Data, sitio dependiente de la Universidad de Oxford y de una organización benéfica del Reino Unido, hasta el 2 de enero Israel ha vacunado al 12,59% de su población, más concretamente a 1.090.000 personas de un total que bordea los 9.000.000 de habitantes.
La primera inoculación en ese país fue el 19 de diciembre; hasta la fecha le han suministrado la primera dosis de la vacuna Pfizer a 150.000 personas por día en promedio, lo que les ha permitido inmunizar al 41% de la población mayor de 60 años.
Una cantidad de habitantes no muy numerosa y concentrada en un pequeño territorio, un sistema de salud integrado y una planificación que ha funcionado como reloj suizo explican la eficacia de Israel.
Tempranamente logró disponer de millones de dosis de la vacuna Pfizer; en los próximos días debieran arribar también parte de las 6 millones de dosis adquiridas a Moderna y de las 10 millones de dosis de la vacuna de Oxford y AstraZeneca.
Estados Unidos, que gracias a su programa "Warp Speed" logró acelerar la confección de vacunas de manera impresionante, ha tenido amargas dificultades para distribuir las vacunas a lo largo de los 50 estados de la unión. En algún momento las autoridades dijeron que el plan era vacunar a 20 millones de personas antes de que terminara 2020, pero finalizaron el año con 2,25 millones inmunizados. Hasta el 2 de enero habían vacunado a 4,23 millones de personas, que representan al 1,28% de su población.
En la Unión Europea, que aprobó tardíamente la vacuna Pfizer, a excepción del Reino Unido (hoy fuera de la unión aduanera), se han visto resultados dispares.
En el Reino Unido, abrumado por el aumento exponencial de contagios, se ha llegado a sostener incluso que, de no haber disponibles unidades para la segunda dosis de la vacuna Pfizer, las personas podrían recibir como segunda dosis la vacuna de Oxford, recientemente aprobada. El 1,39% de su población se ha inoculado.
En Francia, también acosada por la segunda ola, está ocurriendo un fenómeno que colinda con lo sicodélico: hasta el 31 de diciembre, solo 352 personas se habían arremangado la camisa para ofrecerle el hombro a la inyección. Sucede que, según una encuesta de Global Advisor, apenas el 40% de su población estaba dispuesta a vacunarse, frente al 80% de la población china, 77% de la británica y 69% de la estadounidense.
China figura con 4,5 millones de habitantes vacunados: es la nación que más ha vacunado en el planeta en términos absolutos. Oficialmente, la primera vacuna que aprobó fue la de la farmacéutica local Sinopharm hace un par de semanas, pero el ejército de ese país, en una movida sin precedentes, ya había aprobado de emergencia la vacuna de CanSino, también china, el 25 de junio, y en julio el gobierno aprobó de emergencia la vacuna de Sinovac, cuyos detalles de su eficacia aún se desconocen.
A Chile, que según Our World in Data ha vacunado a 8.648 personas (no ha incluido la segunda tanda de vacunas llegada al país), debieran llegar entre enero y marzo 1,6 millones de dosis de la vacuna Pfizer, y es bastante probable que en las próximas semanas se apruebe el uso de emergencia de las vacunas de Sinovac y AstraZeneca, con las que también se firmaron contratos.
Según Our World in Data, sitio dependiente de la Universidad de Oxford y de una organización benéfica del Reino Unido, hasta el 2 de enero Israel ha vacunado al 12,59% de su población, más concretamente a 1.090.000 personas de un total que bordea los 9.000.000 de habitantes.
La primera inoculación en ese país fue el 19 de diciembre; hasta la fecha le han suministrado la primera dosis de la vacuna Pfizer a 150.000 personas por día en promedio, lo que les ha permitido inmunizar al 41% de la población mayor de 60 años.
Una cantidad de habitantes no muy numerosa y concentrada en un pequeño territorio, un sistema de salud integrado y una planificación que ha funcionado como reloj suizo explican la eficacia de Israel.
Tempranamente logró disponer de millones de dosis de la vacuna Pfizer; en los próximos días debieran arribar también parte de las 6 millones de dosis adquiridas a Moderna y de las 10 millones de dosis de la vacuna de Oxford y AstraZeneca.
Estados Unidos, que gracias a su programa "Warp Speed" logró acelerar la confección de vacunas de manera impresionante, ha tenido amargas dificultades para distribuir las vacunas a lo largo de los 50 estados de la unión. En algún momento las autoridades dijeron que el plan era vacunar a 20 millones de personas antes de que terminara 2020, pero finalizaron el año con 2,25 millones inmunizados. Hasta el 2 de enero habían vacunado a 4,23 millones de personas, que representan al 1,28% de su población.
En la Unión Europea, que aprobó tardíamente la vacuna Pfizer, a excepción del Reino Unido (hoy fuera de la unión aduanera), se han visto resultados dispares.
En el Reino Unido, abrumado por el aumento exponencial de contagios, se ha llegado a sostener incluso que, de no haber disponibles unidades para la segunda dosis de la vacuna Pfizer, las personas podrían recibir como segunda dosis la vacuna de Oxford, recientemente aprobada. El 1,39% de su población se ha inoculado.
En Francia, también acosada por la segunda ola, está ocurriendo un fenómeno que colinda con lo sicodélico: hasta el 31 de diciembre, solo 352 personas se habían arremangado la camisa para ofrecerle el hombro a la inyección. Sucede que, según una encuesta de Global Advisor, apenas el 40% de su población estaba dispuesta a vacunarse, frente al 80% de la población china, 77% de la británica y 69% de la estadounidense.
China figura con 4,5 millones de habitantes vacunados: es la nación que más ha vacunado en el planeta en términos absolutos. Oficialmente, la primera vacuna que aprobó fue la de la farmacéutica local Sinopharm hace un par de semanas, pero el ejército de ese país, en una movida sin precedentes, ya había aprobado de emergencia la vacuna de CanSino, también china, el 25 de junio, y en julio el gobierno aprobó de emergencia la vacuna de Sinovac, cuyos detalles de su eficacia aún se desconocen.
A Chile, que según Our World in Data ha vacunado a 8.648 personas (no ha incluido la segunda tanda de vacunas llegada al país), debieran llegar entre enero y marzo 1,6 millones de dosis de la vacuna Pfizer, y es bastante probable que en las próximas semanas se apruebe el uso de emergencia de las vacunas de Sinovac y AstraZeneca, con las que también se firmaron contratos.