Aunque la mayoría de los especialistas recomienda que las reparaciones en baño y cocina sean realizadas por manos expertas, existen algunas excepciones. Una de ellas es la aplicación de silicona selladora en los bordes del lavamanos, lavaplatos y otras superficies.
"Este es un trabajo que puede hacer cualquier persona en la casa, pero para que quede bien hay que seguir ciertas reglas", asegura Augusto Orellana, relator de cursos de gasfitería e instalaciones de gas de Inacap.
Lo primero es sacar la silicona antigua.
"Se debe usar un cuchillo cartonero. Con mucho cuidado y ojala usando guantes de seguridad para evitar accidentes. Se pasa el cuchillo cartonero por los bordes y se va separando la silicona de la superficie", explica Orellana.
Una vez limpia y seca la superficie, se procede a aplicar la silicona, verificando que sea la cantidad adecuada según el espacio a cubrir.
"Depende del espacio que hay en la juntura, ya que puede ser de un milímetro hasta cinco. Según ese espacio se determina el grosor del chorro de silicona que se va a aplicar y que se controla mediante el diámetro de la punta del envase, cuya medida estándar es de tres milímetros. Si la juntura es de dos milímetros, es suficiente la original que trae el envase", agrega el relator de Inacap.
Como la punta es cónica, si el grosor necesario es más grande hay que cortar la punta hasta alcanzar la medida deseada.
Luego, se aplica la silicona de un tirón en todo el lugar a sellar, no por partes. Esto para asegurarse que el material quede parejo y sin orificios o espacios con aire en su interior.
"Después se le pasa un paño húmedo encima para poder aplanar el cilindro de silicona que se aplica. Eso deja un ángulo de 45 grados de silicona, bien parejo. Ese es el trabajo ideal", cierra el profesor.
¿Cada cuánto tiempo? Si bien depende de si el material está en buen o mal estado, según Orellana es ideal reemplazar la silicona una vez al año.
Tipos de silicona
"Los productos para cocina y baño deben ser fungicidas para que eliminen o repelan los hongos", advierte Edmundo Sir, gerente comercial de la ferretería Establecimientos Maipo.Sir precisa que hay diversos tipos de siliconas.
"Hacen el mismo trabajo, pero en contextos distintos. Para el techo son más resistentes; la que se usa en vidrios es neutra y sirve para pegar", agrega.
Diego Sierra, doctor en Química y académico del Instituto de Química y Bioquímica de la Universidad de Valparaíso, explica que la diferencia radica en el largo de la molécula que conforma el material.
"La silicona está compuesta de polímeros cortos u oligómeros. Los polímeros son cadenas de átomos de carbono y pueden ser larguísimas, como los polietilenos de alta densidad que tienen millones de átomos de carbono", asegura.
En el caso de la silicona, la cifra se reduce a entre 50 y 200 átomos de silicio.
"Eso hace que sea como una pasta. Su gran gracia es que es muy estable químicamente y resiste bien el ambiente. Más cortas son las cadenas de las siliconas en barra, para los trabajos manuales, lo que las hace menos estables y se funden a altas temperaturas. La silicona de alta resistencia, que se usa en calefones y estufas y techos, por ejemplo, tienen una cadena más larga, lo que les permite resistir mucho mejor la temperatura", agrega.
Alternativa
Una alternativa a la silicona es la cintas adhesivas de caucho llamadas butilo sellante, más fáciles de aplicar."Es un adhesivo butílico a base de caucho que se usa para distintas soluciones constructivas. Tiene la capacidad de ser moldeable y viene en seco, a diferencia de la silicona que es húmeda y después se seca", asegura Pablo Osses, gerente de retail de Alte Comercial, que distribuye este producto en tiendas especializadas.